GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

martes, 26 de junio de 2018

¿Al lado de los negros Luis María Anson, el esclavista?-Artículo en Rambla Libre

Ignacio Fernández Candela.
Al lado de los negros titula Luis María Anson un artículo en El Mundo para darse autobombo, presumir de dilatada carrera y recordar sus años de corresponsal de guerra que dudo mucho fueran en primera línea de combate; más bien veo en él al cobarde que nunca da la cara -para eso tiene los colmillos afilados de su cancerbero Joaquín Vila- y estoy seguro de ello también por su actitud esclavista, sin el menor atisbo de inquietud humanitaria.  Ningún villano puede ser reconocido por su valentía.

Este Luis María Anson se prefabricó un curriculum a medida de sus manipulaciones personales. Se fue a contar batallitas de corresponsal pensando en el estrellato, en tanto ya pergeñaba su camino hacia el éxito con el consejo de algún rufián que le pagaría los favores, ora manipulando ora conspirando con estrategias oscuras, para encaramarse a la influencia que le dispensó una ligera conciencia. Cuanto más se desgasta en dignidad con la perspectiva de la extinción, resulta más gracioso, grotesco, esperpéntico, con ese disimulo de malandrín que ejercita para ir de prestador de consejos. En el crepúsculo de su existencia la vida no le da para mucho más, lástima de rico Epulón. Pero eso sí, el eterno presumido sigue dándose coba, con esa autocomplacencia de lo burlesco que el vanidoso exhibe sin ser consciente de sus vergüenzas.


El tonelaje de su medallero ha hundido con descaro el pedestal que se construyó después de ganar las competiciones amañadas. Porque hace tiempo que le precede la fama de tramposo y no la de caballero; la deshonestidad en el mal ejemplo de sus actos que no la diarrea discursiva de sus teóricas dignidades. ¿Al lado de los negros?
Todavía no he leído de este egocéntrico cantamañanas, un texto altruista donde no se incluya ensoberbecido de tontez, ni se abstenga de alabarse con la excusa de admirar a lo ajeno. Hipócrita esmerado. No da puntada sin hilo ni opinión si no reverbera con seguro beneficio. Si no se le paga con dinero, paradójicamente se hace pagar con prebendas morales; ya ven, el moralista-medallista  con semejantes siembras.
 Anson es un filantrópico fraude allá donde se mueva, con esa apariencia de bienhechor social cuyos actos son egoístas y plenos de frivolidad ornamentada de solemnidad. Siempre está presto a mirarse el ombligo con cualquier excusa de ensalzarse a través de los demás, siendo hipócrita con esmero y redomado, sí,  pero también un caradura que se aprovecha del trabajo de los demás. Que se lo pregunten a Enrique de Diego, a mí mismo o a tantos. Negrero, esclavista, aprovechado sin mucha, ni poca, consciencia acerca de la justicia elemental… ¿ese dice estar al lado de los negros? Oportunista.
No es extraño que Luis María Anson apoye la inmigración masiva, incontrolada, la innecesaria caridad del fariseo que usa el tráfico de personas para justificar la estulticia destructiva de un político sin ideas como Pedro Sánchez. Es el presidente usurpador y allí se arrima el adulador a ver si pilla cacho.
Normal será verlo merodeando La Moncloa o los aledaños ministeriales, con el verbo florido a quemarropa y el paso renqueante ascendiendo las escalinatas del atajo hacia el poder. Mas el tiempo ya no juega a su favor, radicalmente agotado después de tanto honor en compraventa y despachos visitados con secretismo durante décadas. Correveidile al mejor postor.
Luis María Anson representa el periodismo veleta, el de la camisa cambiada como el plan del chaquetero. Sin otra moda o dignidad que la que tercie e influya para sostenerse para que no se le caiga el chiringuito del IBEX 35 que le financia el panfleto dirigido por el tótem diabólico Vila.
Anson sin acento, cursi: ¿Qué decir a este personaje de ficción pública que nada tiene que ver con lo que en esencia representa en los bajos fondos de la especulación; la que no conviene que sepa el público? Improvisaremos en la línea poética de su facilona sensibilidad sin fondo, como es el lagrimeo artificioso del cocodrilo:
 “Oh, ilegítimo de la verdad, aprovechado de trabajo y negocio ajenos, tú misérrimo campechano orlado de premios por merecimientos sospechosos, Luis María Anson, cuánto desperdicio apesta en tu ditirámbica palabra de bocazas sin dignidad, explotador laboral, mal encarado en asociaciones de traición; tú académico aupado desde los despachos tenebrosos de la especulación, eres el que se pone al lado de Pedro Sánchez, pelota sin vergüenza, apoyando la política de inmigración, la estrambótica como hipócrita caridad de la manipulación que ha acogido refugiados ya extraviados después del cachondeo del Aquarius: desechar la ropa de la Cruz Roja en contenedores de basura; pagarse los chupitos de whisky con billetes de 100 euros y comprobar que la decena de menores pasaba de la veintena de años. Tú Anson, el mismo que nombró a Pujol español del año.



Tú traga bolas, carpanta ávido de influencia perdida, escribes un artículo sensiblero para elogiarte con tu repugnante ego que usa la tragedia del África negra para endiosarte como negrero-falso defensor- sin escrúpulos. ¿Tú vas a dolerte de la marginación de los necesitados por el color de su piel? Tú no distingues la honestidad de la oportunidad así te refieras a blancos o negros, amarillos y hasta morados, lisonjero de podemitas. Eres un paria del infierno de la soberbia, carnaza para el demonio por ser de moral descuidada, que dicen. Ingenuo perdedor que no te llevarás nada salvo tu mentira de vida
Valiente hipócrita al que ya conocen en España desde que La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson te ha retratado como el mayor embustero, desleal e hipócrita de misérrimos valores de conciencia que tan bien disimulas junto al segundón eterno Joaquín Vila, el de cara pétrea y alma negra; negritud pero no por cuestiones de raza pura y legítima, sino por el tiznado de su espíritu oscuro y ajeno de las buenas obras que ni tú ni él habéis representado, pese a esos aires de filantropismo desgastado que usas.
Aranero, fingidor de sensibilidad, ridículo actor de poca monta erigido en excelentísimo a base de negocios de despachos, prebendas silenciadas-cuánto de ti hablan los que te han conocido por las gorrinadas-quid pro quo con la mano por delante dispuesto a rendir pleitesía al nuevo amo político, empresarial o financiero, así fuera tu Señor el mismísimo que mal te aconseja  no  dejarías de doblar la cerviz a ver qué te cae de la mesa en el averno. ¿Por qué evitarlo ahora y no apoyar la injustificable mafia del tráfico de personas?
Tú no estás al lado de los negros ni del trabajo honrado de los demás que te ha lucrado, ni de Dios. Estás tan artificiosamente sobrado de ti mismo que la humanidad se te ha olvidado.

jueves, 14 de junio de 2018

Ansón levantará la pata ante los muros del casoplón de Pablo Iglesias-Artículo en Rambla Libre





Ignacio Fernández Candela.

No me sorprende leer a Luis María Anson justificando el casoplón en un artículo de su guarida periodística, El Imparcial. La hipocresía es inherente a arribistas como él, de otro modo criticando la del podemita se haría un harakiri. Es ese adulador y apestoso texto una auténtica bajada de pantalones ante Pablo Iglesiasque antes practicó con Don Juan, con el Rey Juan Carlos y con cuantos personajes terciaran, sin importar origen, si eran indicados para proveerle de prebendas, beneficios, ganancias y especulativos bocados mediante la intriga y el oscurantismo. Anson lleva en el parasitismo, a decir de muchos y apellido Luca de Tena mediante, el ya muy dudoso triunfo de su carrera personal. Lo tengo muy presente cada día y por eso me acordé de él cuando conocí a mi actual mascota.


Adopté recientemente un perro y decidí llamarlo Ansón, porque suena rotundo con acento y observé su tendencia a rastrear la mierda de los campos como a solazarse descuidadamente y acabar el paseo siempre pringado. Pero a diferencia del hipócrita Anson, sin acento, a este animal sí lo quiero y no necesita bozal. Lo de la suciedad no me importa después de haber estado cerca de esa peste moral que expele el imparcial  presidente junto al eterno subordinado, y no se sabe qué más si hiciera caso de habladurías, Joaquín Vila.Ese sí que necesita que le cierren la boca porque muerde a traición, ajeno a los beneficios del adiestramiento moral.
Enrique de Diego denunció la guarrada que practicaron contra él al poco de ser padre y yo mismo los despaché en La guarrada de El Imparcial.es que arrasó al digital durante mucho tiempo, a través de buscadores como Google, hasta que dejé de presionarlos. Por ser explotadores sin escrúpulos y manipuladores sin conciencia, cínicos amorales, los calé bien y de paso los vapuleé a conciencia. Ridículos.
Aun cesada la denuncia queda la huella de la vergüenza que sacó pública y multitudinariamente los colores a estos parásitos de trabajo ajeno.  Siendo de viles conciencias y repugnantes cataduras morales los dejé marchar. Para lo que le queda, decidí que aceleraran el paso confiados hacia el precipicio de la recogida de sus ruines siembras. Pobres ignorantes, confiados e  impunes, eso se creen.
 No basta con darle en el hocico para reprender a un ser ladino, en ocasiones la rabia del dingo se abate con medidas expeditivas. Pero si ese Vila da bocados es ya con dentadura postiza, siendo viejo avaro y malhadado, además de feo de cojones. Vila está muy cascado por abusar de la prepotencia y de alguna cosa más. Marcha con paso firme hacia la disolución personal entre brindis y brindis, por la suerte existencial de la que le ha provisto el oportunismo y la maldad que muestra fundida  en la pétrea cara. Se ha cavado su tumba pero aún no sabe que la salud mal cuidada pasa factura pasando por los higadillos, tan frágiles ellos en ciertas condiciones de  maltrato personal.
 Vila sigue dirigiendo El Imparcial.es con ese disimulo del decoro que tan bien aprendió del dueño que lo alimentó. Por eso la línea editorial es la típica del que está a verlas venir, allá donde pillar cacho y seguir viviendo del deshonroso pero pingüe beneficio de la relativización moral para defender posturas políticas corruptas; las que no difieren, según dicen,  de las profesionales de Anson con que se aupó al estrellato de la influencia, no importa el método para conseguirlo. La conciencia es a veces un freno para tan altas miras de servicio público.
                                             Joaquín Vila y su amo, Luis María Anson.
Ansón me gusta verlo correr siendo un cachorro muy guasón y zalamero. El académico ni corre ni tiene arte para la zalamería-y si no que se lo pregunten a las mujeres que soportaron sus, digamos,  acercamientos, y tampoco es un retoño y menos de especie tan noble como mi can. Grotesco es verlo defender lo indefendible intentando hacer méritos ante el que dice futuro líder de la izquierda española. Extraña, en el colmo de la desvergüenza,  que no lo haga presidente ya.
El ínclito y aprovechado Anson es un moralista sin moralizar que disimula la deshonestidad con el farsante discurso de la instrucción. Maestro de vergüenzas  sigue su trayectoria de oportunista sin límite al que solo le falta cambiar de género y desfilar en el Orgullo Gay; como si pintara algo su palabra perdida con la fama que se ha creado. Mala siembra de vida, peor cosechará en el umbral de la extinción. Insensato e ignorante, para qué tanto boato y codicia que perderá en breve sin expiar pecado. El embaucador de la adulación, bufón sin credibilidad, sigue simulando que aún le queda dignidad en el criterio y adula a Pablo Iglesias por lo que pueda caer de la mesa del amo, arrimado donde se le pueda oír ladrar.
Es por ello que dice ser incontestable la justificación de los podemitas en la adquisición del chalé y que hay honra al someter la continuidad en el partido con la votación de las bases. No contento con el pretexto no se ruboriza al afirmar que un 70% de los votantes eligieron la permanencia del dúo dirigente.  Y por si aún no se notara la lengua babeante a ras del suelo, pontifica sobre el futuro esplendoroso del locuaz bolivariano.
El académico premiado por el beneficio calculado de sus añagazas carentes de pulcritud profesional y menos personal, lo sé por experiencia, desgraciadamente, que por vergüenza de sus actos no posee aptitudes para el consejo si no son desde la falsedad y la hipocresía, el Anson de los premios comprados y el honor vendido al precio de la traición es un lisonjero profesional.




¿Por qué será que no me sorprende su servilismo con Pablo Iglesias habida cuenta de su carácter especulador y el cálculo mezquino de sus ególatras ambiciones? ¿Dónde va, hombre de Dios, o discípulo de Satanás, allá su conciencia, con edad avanzada y en la cuenta atrás de sus andanzas malévolas pero disimuladas, con un pie en la tumba y otro en el restaurante de diario donde aún se atiborra de ricas viandas que acrecientan el colesterol malo, el  que un día le dará un susto mortal si no corrige las abusivas gulas?
En realidad no importa si el mundo se aligera de falsedad. Por lo pronto me interesa el bienestar de mi perro Ansón  que visitará el chalé de marras para inmortalizarlo levantando la pata ante el muro exterior del casoplón.
Otro no tardará en estirarla estando el espíritu poco curtido para la marcha. Pobre ciego, rico y necio Epulón. Vanidad de vanidades y solo vanidad, este termina sus días levantando el puño, si le da tiempo.







martes, 12 de junio de 2018

El antipolítico Donald Trump o cómo acertar en el análisis periodístico-Artículo en Rambla Libre


Ignacio Fernández Candela.
Nota previa del editor: desde Rambla Libre nos felicitamos por la excepcional intuición de nuestro analista sociopolítico Ignacio Fernández Candelaquien a contracorriente del periodismo nacional e internacional y de las apariencias que suponían una escalada de tensión nuclear, hace ocho meses supo deducir la estrategia de Donald Trump para conseguir el acercamiento con Kim Jong-un y  Corea del Norte que hoy se ha materializado con el encuentro de los dos estadistas.
Este fue el artículo escrito el 13 de noviembre de 2017-publicado en Revista de artes, ciencias y humanidades ~ Las nueve musas donde es consejero editorial y jefe de sección de Opinión-que acertó con esmerado análisis sobre todo cuanto ha sucedido ocho meses después, cuando entonces nadie apostaba por la resolución del conflicto.
Ignacio Fernández Candela es uno de los mejores columnistas de España quien con singular destreza intelectual y literaria, analiza con acierto y a diario  la actualidad nacional y del mundo.
Enrique de Diego 
El antipolítico Donald Trump
El republicano Donald Trump está demostrando tener cintura para esquivar los ataques del exterior, como si el marasmo de las relaciones internacionales pudiera templarse con una gestión al modo empresarial, sin considerar los gravosos antecedentes de los conflictos políticos y económicos.
A pesar de actuar de modo contrario aparentemente, como magnate no ignora que las mejores oportunidades surgen de las más profundas crisis, y aunque con esos parámetros de conflictividad nada hay seguro parece saber que siempre se encuentra un método de resolución de problemas, por muy arriesgados que sean.
En su agenda secreta como presidente está resolver el problema coreano con una puerta abierta a negociación, en cuanto haya el menor resquicio de transigencia. Donald Trump es un innovador y sobre todo será una oxigenación si consigue llevar a cabo sus planes de pacificación mundial. Pues a pesar de los trepidantes ritmos de la radicalización de amenazas contra Corea del Norte, que secunda Kim Jong-un devolviéndolas  contra Corea del Sur, Japón  y el propio Estados Unidos, su función diplomática está siendo más determinante con acercamientos a China y Rusia que desde el punto de vista meramente político no tendrían tanta influencia para apaciguar el conflicto. Trump comercializa consenso y sabe cómo buscar aliados y dónde agradarlos facilitándoles beneficio.
Del duelo presidencialista  en las alturas, esgrimiendo la amenaza nuclear, se ha pasado al insulto personal en este patio de recreo donde el líder coreano ha transformado sus beligerancias armamentísticas, en una observación del contrincante y una guerra psicológica y propagandística menor. Twitter se ha transformado en una oficina diplomática de acceso directo a la cúpula norcoreana. Trump deja caer que algún día quizá se hagan amigos Kim Jong-un y él. No existe improvisación en alguien que conoce perfectamente con quien trata en todo momento.  Y ese es el riesgo, no entenderle la jugada hasta conseguir el objetivo. En tanto su osadía es tomada como insensatez, alguien que crea una fortuna por sus medios personales, está preparado para asumir la falta de fe en su credo pragmático.
Trump también parece entretejer el futuro comercio mundial integrando a China en el multilateralismo, en tanto finge autoexcluir a Estados Unidos de la competencia con medidas proteccionistas basadas en tratados puntuales con cada país. No admitió el elevado coste que supuso el Acuerdo Transpacífico de Colaboración Económica, pero lo cierto es que su decisión saliendo de él ha impulsado una política aperturista en China que permitirá beneficiarse a países en desarrollo, con inversiones internacionales. La negativa de Trump incluso ha impelido a que otros países obtengan acuerdos comerciales dinámicos y participativos.
Al muy singular  Donald Trump se le puede denominar de muchos modos en función de su caricaturesco carácter que seguramente implica su propia esencia del poder, a sabiendas de la promoción adicional que implica el recurso psicológico en permanente funcionalidad, así observar las reacciones de quienes reciben su mensaje; pero en absoluto es elemental. El alcance de sus decisiones se proyecta más allá de la apariencia y el factor sorpresa a medio y largo plazo, es una estrategia para mantener la dirección de lo ideado tanto en política interna como exterior.
La ambición globalista de Donald Trump parece que pasa por la intención de relanzar el comercio a escala mundial dejando que los participantes tercien en las batallas y los acuerdos, potenciando la sana competitividad donde no parece importar pasar el testigo a una China que monopoliza las transacciones comerciales masivas, China interpreta la globalización como tendencia histórica irreversible y toma el testigo del liderazgo con renovada mira universalista. Los planes del republicano Trump son medidos con voluntad cortoplacista en la inminencia de sus declaraciones que esconden otras intenciones a medio y largo plazo. Pudiera decirse que con capacidad visionaria, Trump quiere implicar al mundo en su etapa presidencial, ampliar las miras de una comercialización universal al alcance de su influencia, dejando que cada cual asuma su papel protagónico e impulsen todos un plan de relanzamiento comercial que no dejaría de estar tutelado por Estados Unidos que puede ser el maestro que cambie de táctica llegado el momento de alcanzar otros objetivos encubiertos pero propicios para todos los integrantes del orden mundial económico.
Del mismo modo, el acercamiento a Vladimir Putin es revelador de que no ignora la Administración norteamericana el rol primordial que desempeña Rusia en el equilibrio de la geopolítica del mundo.
En Twitter deja entrever esas planificaciones que no pueden desbrozarse con claridad meridiana por los múltiples factores que inciden sobre las decisiones, pero hay una declaración de intenciones en su lacónica expresión:
“When will all the haters and fools out there realize that having a good relationship with Russia is a good thing, not a bad thing. There always playing politics – bad for our country. I want to solve North Korea, Syria, Ukraine, terrorism, and Russia can greatly help!”.
“A ver cuándo se dan cuenta los ‘haters’ y los locos de ahí fuera que tener una buena relación con Rusia es bueno, no es mala cosa. Siempre están jugando a hacer política. Eso es malo para nuestro país. ¡Quiero resolver la situación en Corea del Norte, en Siria, en Ucrania, el terrorismo y Rusia puede ayudar enormemente!”
Trump no es un político antes bien guía la presidencia de EEUU como un zorro de las finanzas y de las relaciones personales ahora extrapoladas al mundo y a los dirigentes de Estado. No parece importarle los antecedentes políticos y seguir la cuerda de la conflictividad como algo inamovible o susceptible de enquistarse. Busca soluciones e interacciona los poderes mundiales para favorecer a su país manteniendo una visión global del mundo al que influye con sus decisiones operativas tal cual fueron sus tácticas empresariales. Por eso llama locos a los que juegan a la política como un lastre para la resolución de las adversidades.
O eso en un presidente mucho más tenaz de lo que finge ser y que da miedo por sus maneras poco ortodoxas que sin embargo parecen resultar, o estamos ante un loco que sin considerar los antecedentes de la política histórica, terminará por desencadenar una confrontación que hará temblar el mundo; no obstante se ha enfrentado con el Partido Republicano obteniendo apoyo de los demócratas contradiciendo la marcha natural de la política norteamericana. ¿Qué no esperar en otras áreas territoriales más extensas y menos previsibles?
A Trump le van las estrategias arriesgadas y juega para ganar. Un jugador de riesgo que sabe mucho de amagar y dar, hasta ahora sin que se desmorone el panorama político que ha incluido en su estrategia empresarial del más alto nivel como presidente de EEUU.

jueves, 7 de junio de 2018

¿Un presidente Pedro Sánchez que nadie ha votado? Elecciones ya- Artículo en Rambla Libre












Ignacio Fernández Candela.
El nombramiento de Pedro Sánchez como Presidente de España va a exaltar la pasión dormida de millones de votantes posicionados y escarmentados en los antípodas de este nuevo Gobierno, amarrado por intereses y codicias tan dispares como desintegradoras para el conjunto del país.
Por eso el oportunista Pedro Sánchez no convoca elecciones que podrían comportar el revulsivo ante lo que millones de ciudadanos consideran una traición digna de recibir una ejemplarizante respuesta democrática. Una respuesta masiva y concluyente que sirva como protesta contra la trampa de la moción, para salvar una situación extrema que es el éxito de este golpe propiciado por la picaresca más que por la inteligencia política. Un juego de estafa trilera en el que la participación del desavisado Mariano Rajoyanticipaba una severa derrota. Engaño al fin y al cabo cuyas pérdidas asume indignado el electorado popular y no pocos potenciales votantes, quienes jamás darían un voto de confianza al socialismo que por imperativo llega a la bancada gubernamental.
Con la izquierda en el Gobierno los ex votantes de Podemos y del PSOE acudirán a la miel cuando antes huyeron de la quema. Esperan una recomposición que afiance un gobierno de mayoría absoluta para la próxima cita electoral. Necesitan recomponerse y por eso no sacan el pastel del horno antes de tiempo. Siempre el juego sucio y picaresco del bajo fondo político. Así empezó el infierno venezolano, solo que aquí se trata de España, una España dormida pero garante brava de su Historia.
 Esta moción de censura pasa por ser la puñalada trapera jamás registrada desde la Transición, si no incluimos la del 11-M perpetrada con el uso y la manipulación de 192 asesinados-, siendo de alabar que en esta ocasión no se hayan servido del derramamiento de la sangre como Zapatero.  Los socialistas siempre aprovecharon los intereses dispersos de los partidos satélite que una vez más ganan tramposamente al conjunto de un país que no parece disciplinarse por las ruinas pasadas, cada vez que el puño y la rosa han irrumpido accidentalmente-accidentes provocados en todo caso-para arruinar en pocos años a todos. Con minorías a contracorriente del bien común la historia parece que se repite y con peores expectativas.
La moción de censura se ha impuesto por los deficientes reglamentos que facilitan una estafa moral contra el Pueblo. Regla democrática por las insuficiencias de un sistema que permite dejar el futuro de una gran mayoría en manos de una exigua minoría. De las manos de un más que corrupto PSOE y del radicalismo podemita, entrambos a caballo de las ambiciones independentistas para fulminar el Estado de Derecho mediante demagogias y pactos inconfesables, ha llegado este sorpresivo asalto a los cielos cuando estos dos partidos son los que han practicado política rastrera cuajados de la misma y hasta peor corrupción que han denunciado.
Esta moción de censura conforma una maniobra solo posible cuando se carece de escrúpulos morales y se pretende manipular el Estado de Derecho prescindiendo de la soberanía del Pueblo.
Pedro Sánchez es un gobernante que bien podría tildarse de bastardo en democracia. No tardará, con los primeros exabruptos y el intento de cumplir las promesas secretas que lo han hecho presidente, en salir la gente a las calles con indignación desatada exigiendo que no se espere para convocar Elecciones Generales, toda vez que dos años son muchos para dejar que un oportunista sin programa de gobierno, pueda torcer lo constructivo ganado estos años para volver a los perores tiempos del PSOE sin que nadie los haya llamado desde las urnas.
Este Pedro Sánchez votado por minorías y refrendado en la moción de censura por numerosos partidos que tienen  en común avaricias dispersas contra España,  no es presidente legítimo de nada. Antes de que se planten las bases de destrucción generalizada en todos los ámbitos, convocatoria de Elecciones Generales ya.

Pedro Sánchez y el Gobierno Frankenstein cobran vida- Artículo en las nueve musas

Pedro Sánchez y el Gobierno Frankenstein cobran vida

 https://lasnuevemusas.com/pedro-sanchez-y-el-gobierno-frankenstein-cobran-vida/

 La vida llega al Gobierno Frankenstein del que fue muerto viviente Pedro Sánchez, quien inició la presidencia cortocircuitado por una monstruosa moción de censura junto a la radicalidad.

Ahora con mucha prudencia el nuevo Gobierno tildado de ilegítimo al no haber sido refrendado en las urnas, está siendo nombrado por Pedro Sánchez con las miras puestas en las próximas elecciones, cuando agote el resto de esta legislatura que inició Mariano Rajoy.

psoe  Se nota que se está dejando aconsejar. No ha tomado posesión de la presidencia para dejarla al primer contratiempo ni con la previsible suma de ellos; pretende asentar las bases de confianza política que le procuren el beneplácito del pueblo en las próximas convocatorias ante las urnas. Es por ello que no puede mostrar las verdaderas cartas con que ha jugado para ganarse el apoyo en la moción de censura. Antes está un escollo llamado España, la integral, que observa con recelo las quiméricas alusiones a la plurinacionalidad que sin recato ha reivindicado en el imposible y poco plausible intento de contentar a todos.
 Este Gobierno está seleccionado en función de la desconfianza previa que ha suscitado al ganarse la presidencia de modo tan poco edificante y nada democrático. Atar los cabos sueltos de la credibilidad perdida ha sido la premisa constructiva y neutra ideológicamente, con la que dar viabilidad a un proyecto de perfil bajo y lo menos arriesgado posible. Así tranquilizar a cuantos observaban con recelo los primeros pasos del sospechoso Pedro Sánchez.


 Diez mujeres y siete hombres buscan en la innovación del equipo de Gobierno, el olvido de estos orígenes ralos que regresan al poder a un PSOE al que nadie ha votado. Ministerios para calmar los ánimos y no provocar demasiada desconfianza.
 Los ministerios susceptibles de polémica se han resuelto con cautela. Así se tranquiliza a la Unión Europea con la ministra de Economía Nadia Calviño, puntal en la regulación del sector financiero tras la crisis del 2007 y directora general de la elaboración de los presupuestos europeos. Un tiralíneas perfecto que garantiza la lealtad de España a las directrices europeas; se contenta a la numerosa corriente ecologista con Teresa Ribera como ministra de área de Medio ambiente, siendo antes la directora de la Oficina Española de Cambio Climático; el astronauta Pedro Duque es llamado a ser Ministro de Ciencias, Innovación y Universidades, una cartera sorpresiva acorde con los innegables méritos de un Príncipe de Asturias, sorpresivo fichaje que transmite buenas vibraciones. Son carteras previsiblemente competentes y que ayudarán a borrar la mala imagen con que se inicia presidencialmente Pedro Sánchez. Aunque nadie puede confiarse con los antecedentes que lleva.
 Por ello es importante jugar al despiste con el nombramiento de Josep Borrell como Ministro de Exteriores, convencido crítico con el independentismo que ha declarado su convicción de que lo perpetrado en Cataluña fue un golpe de Estado. Borrell es una declaración de intenciones para mantener a raya las ambiciones catalanistas, consciente Sánchez de la aprensión que suscitó a la mayor parte de los ciudadanos de España los guiños previos a las tesis independentistas. Lo que se le supone traición por aliarse con separatistas y extremistas, forma parte de la cautela para aparentar una repentina imagen de moderación.
 Meritxell Bastet será la ministra de Administración Territorial encargada de analizar con el presidente de la Generalidad, Quim Torras, las condiciones para una renuncia unilateral de independencia  y el regreso a la legalidad. Una actividad ministerial que será dada por buena a poco que se acometa con ciertas garantías después de la inaudita pasividad del Gobierno de Rajoy.
 Si bien algunos nombramientos han descolocado a los detractores que esperaban de él una estrategia radical, habida cuenta de con quién se alió para ganar la moción de censura, otros fichajes pueden suponer prontas problemáticas y generar la polémica que precisamente intenta evitar el ilegítimo presidente.
 Su planificación económica es motivo de desconfianza con una subida de impuestos que además vendría de la mano de una ministra de Hacienda denunciada por prevaricación continuada en la Junta de Andalucía. Mal empieza si para contentar al sector de Susana Díaz integra en el equipo a una María Jesús Montero que previsiblemente podría sentarse en el banquillo de acusados por  la corrupción andaluza. Jesús CandelSpiriman, el héoe resistente contra la corrupción de la Sanidad en el Sur, responsabiliza de los males a quien va a manejar las cuentas del país con una sombra de sospecha que, conociendo su tenacidad, el médico se encargará de extender en territorio nacional.
 Pedro Sánchez acomete la difícil proyección de un Gobierno que pretende contentar a su partido y no alarmar al resto de las fuerzas políticas que no comulgan con las directrices socialistas, sin ser separatistas o radicales. Busca una presidencia moderada con la ausencia de ministros podemitas que puedan espantar a sus propios electores; acaso hizo amago de dar una cartera a Errejón, fuera del núcleo Pablo Iglesias, a modo de guiño condescendiente con la izquierda bolivariana, pero surgieron las protestas por lo que se ha entendido un intento de acentuar la escisión en Podemos. O van en grupo o no se consienten deferencias que no pasen por el control del marqués de Galapagar.
 Lo cierto es que es un Gobierno donde nueve mujeres ocupan los ministerios siendo la mayoría profesionales de prestigio con una trayectoria intachable, salvo la citada Montero, garbanzo negro que podría dar problemas a Sánchez y la mema durante la presidencia de Rodríguez Zapatero aseguraba que el dinero público no es de nadie, Carmen Calvo; la vicepresidenta y ministra de Igualdad repite quizá para enfangar aún más su reputación. Ábalos, ministro de Fomento, ya ha demostrado el espíritu de la contradicción, o mejor el de la hipocresía, acompañando a Pedro Sánchez en la ascensión culminada con la sucia moción de censura que ahora se pretende higienizar.
 El resto de las ministras tienen un cheque en blanco, pero limitado en tiempo,  para gestionar las carteras ministeriales con un enfoque distinto siendo el anterior tan criticado: Dolores Delgado como ministra Justicia; Magdalena Valerio, ministra de Trabajo y Asuntos Sociales que está por tumbar la reforma laboral del Partido Popular, generadora de empleo; Isabel Celáa como ministra de Educación; Carmen Montó con la controvertida cartera de Sanidad.
 Luis Planas como ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, fuera de la órbita de corrupción susanista es buen conocedor del sector agrícola nacional y europeo. La ministra de Industria Comercio y Turismo procede la Asamblea de Madrid. Y los últimos fichajes estrella, junto al sorpresivo Pedro Duque y Borrell, son el periodista y escritor Maxim Huertacomo ministro de Cultura y Deporte y el juez, excepcional e intachable,  Fernando Grande-Marlaska como eficaz ministro de Interior según su excelencia curricular.
 Por último la sombra de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles, se cierne sobre una presunta trama muy sucia de robo de bebé que denuncia una madre con pruebas documentales.
 Es un Gobierno de transición, hecho para calmar los ánimos. Parece que ha preponderado la búsqueda de una fiabilidad personal en los candidatos, para minorar los errores y excesos cometidos hasta llegar al Gobierno y así brindar a priori una confiabilidad aceptable y tranquilizadora.
 Pedro Sánchez debería vigilar los gastos propios con la medida impopular que su primera dama ha tomado con un gasto de 500.000 euros para reformar La Moncloa, o ser prudente al anunciarse como presidente con un currículum falseado donde aparece un master inexistente. Cuestiones de confianza  perdida en los inicios del mandato ilegítimo deberían obligarlo a ser tan prudente como consciente de que millones de ciudadanos no lo consideran presidente de España sino un usurpador temporal por las deficiencias de un sistema que le permiten habitar el Palacio de la Moncloa sin habérselo ganado. Todo lo que salga bueno de su Gobierno, se considerará una proeza porque lo malo le acercará aceleradamente a l final de su corto mandato en cuanto se abran los colegios electorales.
 ¿Y dónde queda el compromiso adquirido con decenas de partidos independentistas y radicales  que esperan ser satisfechos, después de apoyar una rastrera moción de censura? Misterio
 El experimento Frankenstein ha comenzado.
Ignacio Fernández Candela