GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

martes, 27 de septiembre de 2016

Fracaso de El Imparcial.es en lectores (Rambla Libre)




 Fuente: Rambla Libre.
 
http://ramblalibre.com/2016/09/27/el-imparcial-rotundo-fracaso-periodistico-extrano-exito-publicitario/

El Imparcial: rotundo fracaso periodístico, extraño éxito publicitario






Luis María Ansón. /Foto: YouTube.com.
Miguel Sempere

El 21 de septiembre, El Confidencial Digital publicó los datos de un estudio comparativo del contador Comsore sobre cuatrocientos digitales, en los que El Imparcial, de Luis María Ansón y Joaquín Vila, salía en los puestos de cola con 36.000 usuarios únicos.

Tratándose de un digital puesto en marcha en 2008, con un equipo cuantitativamente nutrido, se trata de un rotundo fracaso periodístico, que muestra la decadencia, en todos los sentidos, de Luis María Ansón; la pérdida de interés e influencia del citado, y también la incapacidad completa de Vila para generar un producto mínimamente competitivo. Esto representa un claro descrédito para la Fundación Ortega-Marañón que avala este digital irrelevante: José Varela Ortega es su editor.

Sin embargo, y mostrando que en España la publicidad no funciona por criterios objetivos sino por amiguismo y solidaridad de casta, El Imparcial parece la guía del Ibex 35. Algunos de los anunciantes de un digital que anda en el furgón de cola son: Movistar, La Caixa, Abertis, Gas Natural Fenosa, Iberia, El Corte Inglés, Vodafone. Además, de publicidad corporativa de la Fundación Ortega-Marañón y el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.

(Esta noticia ya llevo anunciándola hace mucho tiempo. Los que se publicitan en El Imparcial.es no se enteran del engaño).

Y para más inri son unos aprovechados sin ética personal ni profesional. Es fácil augurar problemas corporativos para estos simuladores de la moralidad.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/los-incautos-que-contratan-publicidad.html 

jueves, 22 de septiembre de 2016

ENTREVISTA EN RAMBLA LIBRE.COM. La primera...


 http://ramblalibre.com/2016/09/22/luis-maria-anson-es-el-paradigma-de-formas-muy-pulcras-asociadas-al-cinismo-en-un-fondo-putrefacto/

“Luis María Anson es el paradigma de formas muy pulcras, asociadas al cinismo, en un fondo putrefacto”




Luis María Anson, el cinismo putrefacto. /Foto: YouTube.com
Joaquín Vila, la mediocridad resentida.
Enrique de Diego
Donde otros callan y se pliegan, Ignacio Fernández Candela, brillante escritor, prestigioso crítico literario de amplia sabiduría, artista de éxito, ha decidido seguir la senda de la dignidad y denunciar a dos personajes sin escrúpulos morales, Luis María Anson y su lacayo Joaquín Vila. Hablamos de un hecho muy grave, de un mobbing, de un delito, que probablemente la Justicia tendrá que depurar. Ignacio Fernández Candela, con la verdad por delante, en una entrevista que no tiene desperdicio, muestra que aún que queda dignidad en España, que aún hay caballeros españoles y que aún hay salvación en esta putrefacta selva de hipocresía, cinismo y mendacidad.

  • Es un placer poder charlar con usted, Don Ignacio. Con La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson ha quitado usted la máscara a algunos personajes falsarios como Luis María Anson y Joaquín Vila. A través de su historia ha habido aspectos de mi vida que he podido asumir y clarificar. Lo que usted describe es muy grave, se llama mobbing.

Encantado, Don Enrique, es un placer charlar con usted y comprobar que todas las injusticias poseen rastros inherentes que, tarde o temprano, implican en responsabilidad a los causantes de perjuicios contra sus semejantes.
Me satisface corroborar que mi empeño por desenmascarar las apariencias de dignidad de Anson y Vila es legítimo e inequívoco, sabiendo que no soy el único damnificado y que usted también ha resultado dañado por los tejemanejes inmorales de gente con tacha… pero muy disimulada. La única semblanza distinguida que ha de existir por encima de todo reconocimiento es la de la decencia personal. Algo comprobable si existe ética y moral; de lo contrario nos encontramos ante un fraude.

Ignacio Fernández Candela. /foto: 
 
lasnuevemusas.es.
El mobbing es un asesino silencioso causante de muchos suicidios y una práctica cobarde y desalmada que usted y yo hemos experimentado coincidiendo con la causa.
  • El mobbing, en efecto, es el intento de destrucción profesional y civil de una persona y no tiene una motivación objetiva, pero sí me gustaría que contara los hitos del acoso profesional por parte de Joaquín Vila.
En Marzo de 2014 conocí personalmente a Anson y después de departir unas horas con él pedí que examinara un libro mío con una compilación de artículos periodísticos. Me asignó como colaborador en El Imparcial.es mandando una columna no remunerada cada semana, con la expectativa de pagarla cuando el balance económico lo permitiera.
En principio todo fueron melosas amabilidades por parte de la responsable Carmen de la Vega, pero al cabo de unos meses advertí que mi columna era ubicada permanentemente en última posición. Al indicarlo se me dijo que si buscaba más prestigio siempre podría irme a escribir a otro periódico. Los desprecios se fueron multiplicando e incidían en mi trabajo y la interacción en las redes sociales borrándose, en dos ocasiones, miles de me gusta de Facebook o valoraciones de Twitter, sin disculpa ninguna. Se daba la circunstancia de que mis columnas, como siguen al día de hoy, estaban posicionadas en los primeros lugares de buscadores como Google y la interacción con redes sociales de artículos de Vila, Anson y la subdirectora, María Cano, eran insignificantes. De ahí los recelos callados pero tangibles en las acciones que tomaron contra mi labor.
Cuando había entregado cerca de noventa columnas, llegó la comunicación de una reestructuración que implicaba el envío de una cada quince días y la expectativa de mayores cambios que se transmitirían  personalmente en su momento. Comprobé que la reestructuración solo me afectaba a mí y se  rechazaron columnas puntuales que no servían para nada cuando me tocaba publicar por haber quedado desfasadas en temática. Así fueron minando la moral hasta que advertido de la intención infame me entrevisté con Luis María Anson, quien me comunicó que lamentaba lo sucedido y que contaba conmigo ya que a partir de Enero de 2016 estarían considerando  la posibilidad de pagar colaboraciones.
Al poco, Joaquín Vila en un correo personal dijo que prescindía de mis aportaciones por la “escasísima” calidad de mis columnas y porque no me leía nadie.
Anson me escribió un correo lamentando la situación y pidiéndome que acatara la sucia intención de Vila.
Cualquier intelectual puede ratificar la calidad de mis textos, incluidos doce libros publicados, para refutar la vileza del director que no dudó en llamarme analfabeto. En Google está la permanente huella de mis columnas punteras. Al día de hoy buscando “pablo iglesias el imparcial.es”, verbigracia, se puede comprobar que mi artículo “El único Pablo Iglesias” continúa, desde el 2014, siendo lo más leído sobre Iglesias de todo lo publicado en el digital.
La realidad fue otra que cristalina  y profusamente explico en La Guarrada de El Imparcial.es. Un título de blog cuidadosamente seleccionado para concitar la atención sobre esta aberrante actitud más que indecorosa de Anson y Vila.
  • Joaquín Vila es un personaje muy frustrado, porque nunca ha hecho nada real, nada por sí mismo, siempre ha sido el tiralevitas de Anson. No sé si eso ha seguido así en El Imparcial.
Desde que Vila actuó con semejante desprecio hacia la ética elemental e inicié la redacción de La Guarrada de El Imparcial.es-que está posicionado permanentemente junto a El Imparcial.es en buscadores como Google-mucha gente me ha ido informando sobre las innúmeras vilezas practicadas por este reconocible segundón, cuya frustración reside en la mediocridad que compensa con una absoluta falta de escrúpulos, a decir de muchos; una virtud deleznable muy a propósito para cumplir los designios intrigantes de Luis María Anson.
Sus proyectos profesionales han sido un fracaso así como su condición personal que no es ignorada en el gremio que le respeta poco y mal, disimuladamente por la influencia ansoniana, sin cuya perenne presencia Vila sería un absoluto fracasado; además, en la frustración absoluta habría sido, más que imprevisible, un incontrolable trasegador de ruinas propias y ajenas.
  • Usted, don Ignacio, decide resistir, se rebela.
Por supuesto, sin concesiones. Envío unas respetuosas misivas a Anson sin que responda y colijo que no trato con trigo limpio por muy Anson que se apellide el señor de las aranas. Esa infamia que pretenden impune se transforma en un leit motiv para desenmascarar a quienes compruebo que son seres sin ética ni moral elementales que tanto pregonan. Lo tomo como una cuestión de Justicia y me propongo, demostrar las falacias de Vila posicionando el blog al lado de El Imparcial.es en los buscadores y dejando en evidencia la vergonzosa hipocresía de estos farsantes, poseedores de conciencias personales y sociales falsarias que además se erigen como consejeros de la moral en España.
No hay peor desprestigio que sus actos encubiertos. Todo pasa porque sean conocidos.
  • Si me permite un inciso, Luis María Anson no es un periodista; es un manipulador dedicado al tráfico de influencias y a la corrupción, con su hermano Rafael, y propiamente un cortesano.
Luis María Anson es el paradigma de formas muy pulcras, asociadas al cinismo, en un fondo putrefacto. El oportunismo rige sus designios profesionales impulsados por una ambición sin freno que procura enmascarar tras las distinciones y premios que aglutina como principal favorecedor de las miserias de poder; los que tocan en cada tiempo en que él se procura los beneficios inherentes al arribismo desde las más altas instancias.
Favorecedor de gestiones es el hombre invisible que traspasa las paredes de los despachos sin dejar rastro de cadenas. Un fantasma silencioso presto a escudriñar los secretos más convulsos e influyentes y arrendarse las ganancias arengando con discursivas moralinas incapaz, por pura y necia vanidad, de predicar con el ejemplo.
Es un prohombre inflado, creado en la artificiosidad de los méritos y oculto tras las sombras de su verdad que no conviene que sea conocida. Una verdad tan poco digna como su indiferente inhumanidad desentendiéndose de injusticias como las provocadas contra usted, contra mí y contra tantos. Es un desfase moral muy premiado; paradigma del engaño español en que ha desembocado la actual degeneración de valores en espectros de la Transición con mucho cerebro y poca alma.
De su hermano Rafael nada puedo decir, aunque sí me han hablado del dúo. Un perfecto equipo de señores de los que puede sentirse muy orgullosa la madre, si es que en las metas personales de sus hijos se contemplaba llegar a la cima sin prestar mucha atención al modo de la escalada. Ejemplares, sin duda, no sé si para bien o para mal, pero ejemplares.
En cuanto a lo de cortesano dice bien. Mi padre fue Jefe de Gobierno de la Casa Real y conocedor de los personajes y estrategias que cada uno llevaba bajo el brazo cuando visitaban Zarzuela con un programa de favores y correspondencias que seguramente implicaban posteriores reconocimientos, dádivas y distinciones. Es extraño que el Príncipe de Asturias no tenga marquesado; quizá le faltó juventud y menos senilidad para no pasar a un segundo plano donde ni pincha ni corta,  sosteniéndose a base de aprovecharse del trabajo ajeno y otras improvisaciones.
  • He saltado a algunos puntos, pero siento curiosidad por saber cuándo empezó usted a tener relación con El Imparcial.
Conocí a Luis María Anson en marzo de 2014. Aquella visita de cortesía hacia la persona para la que yo ejercía una labor de director de comunicaciones y portavoz, trajo consigo una agradable charla con él de horas. Al despedirse le solicité escribir en el digital, dándole unos libros de muestra para que los valorara y decidiera al respecto.
A los dos días recibí un correo de la responsable de colaboraciones pidiéndome una fotografía y una semblanza personal para incorporarme al periódico. Sin paga ni contrato, pero con la expectativa de cobrar en el futuro.
–  El mobbing tiene algo de satánico –usted insinúa con sabia ironía que Joaquín Vila es un hijo de satanás- porque inocula un veneno que nunca sana, se vive con él.
Existe una ponzoña que no se diluye con el tiempo y que se acrecienta cuando un ser frustrado no toma medidas para mejorar en lo personal, degenerando en actitudes de vileza que dañan al prójimo de manera sistemática e irreflexiva.
El mal no comprende sino el objetivo de los daños que pretende. Es una corta mira de necedad provocada por el extravío de la condición humana, un acicate del que se alimenta quien está envenenado de sí mismo. Una malicia sin conciencia es un seguro daño contra los semejantes que acaba repercutiendo en quien la sustenta.
La ironía a veces es insuficiente para dejar constancia de una realidad maligna de la que hay que cuidarse y advertir sobre sus efectos. Pero no hay otro modo de expresar sutilmente  lo que nos inspira asco.
  • Joaquín Vila y Luis María Anson han gozado de un prestigio social inmerecido, con el que conviene acabar ya. Por dinero, Anson es muy capaz de vender a España y me consta que lo ha hecho.
Las realidades que oculta Anson son las mismas que silencian otros tras esas paredes del poder en que muchos se han beneficiado del oportunismo en nombre de una excelsa patria. La mentira influyente se ha convertido en la verdad al descubierto de una corrupción que pulula sin freno después de extenderse durante décadas.
La hipocresía ha sido y es la premisa de los que con aparente virtuosismo han maniobrado  a espaldas de los españoles, manipulando con picaresca  y falta de escrúpulos,  aprovechando el juego sucio que ha brindado una España en transición y con aparente devenir democrático.
El prestigio de Anson, manteniendo a mamporreros a su lado, es una pose sin veracidad, un espejismo irreverente de la moralidad en este país nuestro del que se han lucrado tantos a cambio de exponernos a las incertidumbres ya pergeñadas por las codicias que durante años han circulado sin freno, de despacho en despacho, enrareciendo la vida social y política. El colmo es que constatando los perjuicios de esta pantomima sin ley encima haya que alabar a los causantes de los daños.
Luis María Anson sabrá lo que ha vendido o dejado de vender. En mi humilde y aberrante caso ha prostituido la ética profesional y la decencia personal. ¿Vender a España? Quizá el precio que pagamos sea el panorama que nos brindaron tan insignes prohombres de nuestro pasado y presente.
  •   Vila es simplemente un mediocre.
Así lo considero yo, en cuerpo y alma. No puede considerarse ninguna aptitud en quien prescinde de la ética profesional para ejercer su trabajo como director de un periódico; tampoco hay calidad personal en quien se dirige personalmente por la vida con manifiesto desprecio a la humanidad. Todo discurso, mediocre o no, queda envilecido por quien demuestra ser un vulgar abusador y aprovechado del trabajo ajeno.
  •    Una de las razones que explica su comportamiento es su alcoholismo ya muy acusado en tiempos tempranos.
No es usted la primera persona que me lo comenta, D. Enrique. Lo colegí cuando recibí un correo que parecía estar escrito en estado de embriaguez.
Correo que tengo como prueba de esa ineptitud personal-cuánto más la profesional siendo director de un periódico digital- en que me llamaba, nada sutilmente, hijo puta y me tildaba de analfabeto. Ciertamente que la ironía es humor para inteligentes. Un correo que debió escribir aporreando el teclado y sumergido en rábica saliva después de leer una elegante carta abierta que le dediqué.
No son pocos los episodios que me han narrado mencionando la afición; algo que me importa poco salvo si influye para comportarse con esa crueldad generalizada contra el prójimo.
  • Me ha animado usted a contar mi historia. Hay, por ejemplo, están las relaciones de Joaquín Vila con Catalina Luca de Tena que tuvieron mucha importancia en la vida de Abc, hoy en franca decadencia, y que conozco de primera mano. Espero que cuando las publique le puedan interesar, Don Ignacio.
Delo por seguro, D. Enrique. Usted es un referente y testigo de las sombras que empequeñecen una labor polémica que Anson desempeñó contra el propio interés del  dueño del periódico; este, en su lecho de muerte, quiso dejar constancia del sentimiento de engaño que experimentó con Luis María Anson.

Catalina Luca de Tena. /Foto: primaverablanca.es.
Catalina Luca de Tena. /Foto: primaverablanca.es.
Otro periodista del ABC de entonces, llamado Gonzalo, me puso al corriente de la rocambolesca maniobra de control que propició ladinamente Anson respecto al periódico que dirigía. Joaquín Vila es el comodín de Anson que igual juega a carta descubierta o se saca un as de la manga. En este caso el tahúr parece que fue el segundón  y la incauta Catalina le siguió el juego para los mejores auspicios pecuniarios del mago Anson, siempre con el conejo escondido en la chistera. Prestidigitador de altos vuelos y rasantes estrategias.
Será un placer leer su publicación e ilustrarme sobre lo sucedido en un periódico emblemático y tan suculentamente  aprovechado en el pasado.
  • No le importará que muestre mi extrañeza respecto a la presencia con estos falsarios de la Fundación Ortega-Marañón. ¿Cómo ha podido caer tan bajo esa Fundación?
El editor de El Imparcial.es es José Varela, quien a su vez es presidente de la Fundación Ortega-Marañón. A esa fundación doné recortes de artículos originales -publicados en el Periódico de la época El Sol– por Ortega y Gasset, desde 1918 hasta el levantamiento de 1936. Una joya de documentación histórica de la que se han apropiado estos hipócritas enseñantes de humanidades que, además de robar mí trabajo, se apropiaron mezquinamente  de esas muestras históricas que di en confianza para después soportar lo indecible.

José Varela Ortega. /Foto: laopiniondezamora.es
José Varela Ortega. /Foto: laopiniondezamora.es
Anson es señor de tentáculos influyentes y aunque los vaya perdiendo por la senilidad que ya le hace chochear, según comentan los lectores de sus artículos, siempre hay codicias cómplices que se avienen a negociar con la expectativa pecuniaria.
  • ¿Cuáles han sido sus relaciones, siendo usted un prestigioso crítico literario, escritor, un artista y un hombre culto con esa Fundación? ¿Cree usted que son conscientes de que su relación con Vila y Anson les desprestigia en grado sumo?
Desgraciadamente, para la cultura de España esta Fundación es un antro de hipocresía que al igual que Anson predica mucho sobre las humanidades y muestra nulo ejemplo de dignidad en tan elementales premisas como son los derechos humanos.
Una experiencia ingrata en un reducto de codicia y vanidad que está envenenando la cultura y la sociedad españolas, con reclamos de enseñanza que ocultan la realidad exponencial de una carencia de valores en sus directivos. El discurso sin ejemplo es una larga letanía de inutilidades sin vergüenza.
Son indiferentes a los perjuicios morales contra lo ajeno mientras no les afecte al bolsillo. Fariseos del siglo XXI que usan como cebo a Ortega y Gasset y Gregorio Marañón como insignes pretextos para lucrarse sin miramientos, como es mi caso.
Pobre juventud, qué bajo cae la docencia con tan vulgares precursores del abuso. Todo se contagia.
  • Hemos estado viendo datos de El Imparcial y la desmerecida audiencia a la que le ha llevado Joaquín Vila no justifica la publicidad de empresas del Ibex, de El Corte Inglés, suena a tráfico de influencias de Luis María Ansón.
No sería de extrañar que en un futuro próximo la incomodidad laboral que planea en el periódico aflorara contundentemente, habida cuenta de la manera tan ruin de explotación que han llevado a cabo conmigo y que es susceptible de extenderse a otros trabajadores.
En el 2012 El Imparcial.es tuvo graves problemas de financiación que estuvieron a punto de hundir el digital. El mismo Luis María Anson me comentó con un onomatopéyico soplido de alivio sobre las graves complicaciones que habían atravesado.
Sin duda que los remanentes de influencia ansoniana mantienen un periódico fracasado que está nutriendo, supongo que de modo muy desigual, las arcas de los gerifaltes. Aunque no sería tampoco extraño que surgieran desavenencias internas si continuara la bajada de lectores que un periódico dirigido tan hipócritamente se merece.
Los anunciantes de un periódico así son cómplices de mobbing, de la desatención humanitaria, de la violación de los derechos laborales y humanos. Ignorantes del abuso aportan una financiación rastrera para mantener fórmulas de explotación tan ruines como denunciables. Seguro que algún anunciante retiraría su aportación si supiera del percal consentido que Anson preside con implícita  falsedad personal y profesional.
  • Una última cuestión: Ansón es un personaje gastado, sin ninguna influencia, que lo mejor que haría sería jubilarse.
La senilidad sin autocrítica, prescindiendo de la reflexión que conlleva contemplar un balance de la vida, contradice las ideas y envanece la actitud hasta rozar la estulticia.
Anson sigue teniendo luces -aunque no la moralidad deseable en un Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades- pero está supeditado  a los sombrajos de sus oportunismos pretéritos,  mendigando la posición que nunca más tendrá  y esperando las migas del poder al que influenciar como antaño.
Puede haber luces para seguir discurseando y aleccionando moralmente desde su poltrona, pero ha perdido el norte de la perspectiva personal; ha extraviado la consideración de la dignidad por el ejemplo de las obras. Alguien que ha entumecido la humanidad hasta no sentirla debería retirarse a reflexionar sobre lo que ha hecho real en la vida sin el reflejo prefabricado del éxito a cualquier precio. Así descubrirse, por primera vez, a sí mismo.
Muy agradecido D. Enrique. Un placer charlar con usted sobre esas verdades que algunos desearían ocultas.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

MAÑANA BOMBAZO INFORMATIVO EN RAMBLA LIBRE.COM. Me entrevistan: la primera de otras...



 Letras de alguien muy especial que me acompaña desde el primer momento en que sufrí esta gran guarrada que caracteriza la hipócrita condición de sus ejecutores:


 Me alegro enormemente, tú lo sabes. Creaste tu blog después de que arremetieran sin piedad y sin escrúpulos con la intención de destruite personal y profesionalmente, sin pensar en las consecuencias. Aquí están. Gran mérito el tuyo. 

Tanto Anson como Vila tienen que entender que jugar sucio se paga y han jugado durante mucho tiempo a él y todo en esta vida pasa factura. Siempre has defendido lo justo, contra toda injusticia. siempre. Admiro tu tesón y gran profesionalidad. Esta entrevista va a ser sonada, si, y es solo la primera. HAZ JUSTICIA. 
Te abrazo y te felicito.

lunes, 19 de septiembre de 2016

La cruz de Cela y el fariseo Anson


Artículo en Las nueve musas por Ignacio Fernández Candela.  

http://lasnuevemusas.com/not/9656/la-cruz-de-cela-y-el-fariseo-anson/

Trabajar con gente honrada, honesta, íntegra, ética y con decencia moral es una excepcional compensación después de tratar con las execrables honorabilidades de parásitos y caraduras que roban el trabajo ajeno y abusan repugnantemente de personas honradas.

 Ser consejero editorial y jefe de Opinión de un semanario multidisciplinar de artes, ciencias y humanidades, conlleva una insoslayable misión de desenmascarar a truhanes cuyas obras y actitudes personales no están en consonancia con la ética elemental que deberían mostrar.

Mi artículo de este lunes trata del plagio de Cela y de la jeta que se gasta el insigne Anson robando de manera bastante guarra el trabajo de los demás. Joaquín Vila, director de el chapucero El Imparcial.es,  es un ser abyecto y singular según sus actitudes ampliamente referidas en este blog ajustadas a la verdad, de cara granítica y pocos escrúpulos para parasitar del trabajo de otro e intentar destruirlo moralmente. 

Ambos no están retratados por mí en La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson que arrasa por las redes sociales y buscadores, sino por ellos mismos. Constato el repugnante engaño durante décadas en este país,  ese fétido hedor de lo falsario con tantas apariencias de dignidad que ocultan sangrantes hipocresías. Así nos va con gente encumbrada, referentes morales, Dios nos asista,  como Anson y compañía.

Mi artículo de este lunes en Las nueve musas:


Ignacio Fernández Candela
Consejero Editorial-Jefe de Opinión
Domingo, 18 de septiembre de 2016

Un pelota con clase

La cruz de Cela y el fariseo Anson

La cruz de Cela es sin duda la de San Andrés con la que ganó amañadamente el Premio Planeta en 1994. Con la cruz novelada implícitamente se conocieron las sombras y el deshonor del plagio.
Hay pedestales que no se soportan sin desenmascarar al farsante que se encaramó a él con malas artes disimuladas. En el caso del ingenioso y orondo escritor un trazo grueso de rúbrica con la tinta desbocada emborronó el mérito del prolífico creador, pero como él no hay pocos farsantes en la dignidad que no hayan proliferado durante décadas en democracia siendo favorecidos por intereses especulativos con carácter de engaño. Cela tan solo siguió la corriente sinvergüenza que ha recorrido España durante décadas, encumbrando estafadores con sacrosanta apariencia de honorabilidad.

  Carmen Formoso, la autora verdadera de la novela, aún tuvo que aguantar los desplantes y descalificaciones del Nobel cuando este se vio al descubierto con una maniobra tan execrable de abuso que se ideó bajo los auspicios del propio José Manuel Lara Bosch. Una historia rocambolesca de rufianes como paradigma de los miserables entresijos que el público ignora sobre el submundo de la cultura al más alto nivel.

  Don Camilo José Cela tiene perdón porque fue Nobel de Literatura y además dejó que le dorase la píldora Marina Castaño, señora de reconocido prestigio acorde a su esmerada habilidad para enredar al autor y hacerse un hueco por nada, pero bien arrimada. Figuras crecidas al amparo de notoriedades artificiosamente construidas en un país donde nada fue genuino, a no ser por la legitimidad del engaño con que muchos han creído tener derecho para trepar y apoltronarse en los tronos de la fama.

  España no está pútrida por casualidad. Los personajes que han servido como paradigma moral están al descubierto como sus miserias ocultas durante tanto tiempo.


   Así es explicable que un Felipe González, el saqueador del 10% del PIB durante sus años de presidencia, sea considerado honorable benefactor patrio  en tanto en cuanto legitimó actuaciones presuntamente delictivas acaparando las influencias jurídicas al más alto nivel y beneficiando a poderosos amigos para asegurarse una jubilación impune y enriquecedora. En un país corrupto no es extraño que se glorifique a los causantes de sus males. Sigue esos designios del destino en que los tiranos son reverenciados y glosados como si las obras más execrables fueran motivo para interpretarlas como gestas. Siempre hay muñidores comprados y ruines vendidos dispuestos a negociar, magnificando al miserable y denostando a los críticos del señor que paga el servicio mercenario.

    Luis María Anson, verbigracia,  es un loador paradigmático; un pelota con clase; un distinguido acólito de la tribu de los halagadores que arrastrando la lengua puso las babas al servicio de los señores que mejor supieron pagar sus condicionales y farragosos ditirambos, a decir público de muchos. Fariseo motivado que no motivador-los beneficios de su fingida humanidad son para él mismo-es un adorno sin alma que aprovecha la sociedad para lucirse. No da más de sí. Vanidad de vanidades y solo vanidad.

   Más trovador que prosista, Anson hizo sonar sus cascabeles visitando  los despachos del poder. Consiguió que se familiarizasen con sus cabriolas intelectuales y le rieron las bufonescas gracias cuanto prócer de la patria advirtió que se le daba bien la profesión de fontanero antes que la de periodista. Algunos abrieron la fosa séptica para ventilarla y confundir los hedores con ese ambientador andante en que se constituyó el ambicioso merodeador. Siempre cercano a las miserias del poder hizo grandes a no pocos truhanes en un cambalache de distinciones, negocios y premios  que al día de hoy exhibe para encubrir actitudes que dicen poco de su ética personal y profesional.

  Si existe disposición en ciertas personalidades para prescindir de la ética y la dignidad excusándose en el éxito y la posición, es lógico pensar que algo huele mal en el rastro biográfico. Porque si estando en la cima se obra tan suciamente, ¿qué no se habrá hecho durante la escalada? La respuesta está en el desfase y la degeneración moral que dirigen este país desde tantos aspectos y perspectivas,  en lo que puede considerarse el declive de cuarenta años de democracia con acusada fase de extinción.

  No puedo estar de acuerdo con Luis María Anson en sus loas al premio Nobel que fue Camilo José Cela. No porque disienta del criterio acerca de su excepcional Literatura que legó a la humanidad sino porque las escribe Luis María Anson; carente de credibilidad como de ética en sus actuaciones profesionales,  siendo capaz de aprovecharse del trabajo ajeno sin mínimo atisbo de vergüenza personal; el mismo que entroniza a los tunantes y exhibe ufano sus muchos premios y distinciones —como es un Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades— mostrando con absoluta simpleza la esencia moral que rige sus criterios profesionales; el mismo que elogia al presidente que saqueó España con total impunidad asegurándose estar por encima de la Justicia; el mismo que roba trabajo de un colaborador y se lucra con el esfuerzo ajeno… ese mismo carente de credibilidad por el testimonio de sus misérrimas actuaciones sigue aconsejando sobre la salud moral de España. Tanta integridad como la de Cela plagiando una novela para embolsarse unos cuantos millones de pesetas en un plan urdido por el insigne Lara.

   Al menos Cela fue premio Nobel y el otro está muerto. Anson, sin ser lo uno y esperando lo otro,  sigue disimulando.

Ignacio Fernández Candela

jueves, 15 de septiembre de 2016

A Raúl Hernández Díaz-Regañón (Recortador).



Frente a la cobardía, hipocresía, falsedad, deshonra e indignidad de los que van por la vida como grandes de España, la inmensa valentía y sencillez de un grande al que vilas ni ansones le llegan a la suela de las zapatillas con las que corre Raúl hacia las astas de un toro.

 http://www.azperiodistas.com/a-raul-h-diaz-reganon-recortador/1324

lunes, 5 de septiembre de 2016

De no ser Anson y Vila ruines aprovechados...



  Los artículos que publico como Consejero Editorial y Jefe de Opinión en Las nueve musas.com, estarían en El Imparcial.es de ser Anson digno humano acreedor de tantos premios a saber con qué excelsas y públicas virtudes ganados. 

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/05/carta-abierta-masticada-sobre-etica.html 

  Aunque me alegro de la falta de integridad profesional y personal de Luis María Anson que se demuestra en mi denuncia siendo un mangante del trabajo ajeno y un abusador laboral de baja estofa, junto a la comparsa de la Ortega-Marañón y el abusador sin escrúpulos Joaquín Vila. Cada cuál en el sitio que les corresponde siendo capaces de guarradas como robar el trabajo intelectual de los demás y beneficiarse como parásitos sin alma.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/el-imparciales-aconsejar-sobre-el-paro.html 

  Las nueve musas es de edición más profesional, elegante y repele la gentuza hipócrita desgranando verdadera cultura y humanidad. 

  Este es mi artículo de este lunes que, por cierto, está siendo leído masivamente en la Red.¡Qué lejos me queda el hedor de semejantes elementos, hipócritas y cínicos, que lleva como lastre esta engañada España nuestra! 

Ignacio Fernández Candela
Viernes, 2 de septiembre de 2016

Sánchez e Iglesias

Aspirando suciamente a la gobernabilidad

Nos hemos acostumbrado a lo rastrero, con ese relativismo que hasta cuestionó nuestra identidad como país cuando gobernaba el nefasto Zapatero.
La ingenuidad es uno de los pecados que esta democracia nuestra ha desarrollado en la ciudadanía, mientras unos pocos avispados se encargaban de suplirla con una buena dosis de cinismo político e hipocresía social. Muchos son los listos que se han criado bajo las sombras acomodaticias del proselitismo y han afianzado posiciones de ventajismo previendo las halagüeñas disposiciones que conlleva la res pública. Así, durante décadas de esta democracia que se mostró eficaz en tanto conviniese a las minorías que guiaban aborregados mansurrones, nos hemos plantado en esta España donde la política tabernaria de múltiples  intereses prepondera por encima de las necesidades sociales e institucionales. Y no es casualidad que hoy sea zancadilleada la voluntad popular impidiendo una formación de Gobierno. Tal cual los parásitos depredadores esperan a que el rey de la selva termine su banquete,  demasiados esperan a picotear los restos.

  El león en España es su resignada gente que regresó a las urnas en segunda ocasión para intentar dirimir la situación que nefastos representantes políticos son incapaces de arreglar. Aunque los buitres y las hienas son secundarios, esperan a obtener la pieza entera que brinda el trabajo hecho por otros. Del mismo modo actúan PSOE y PODEMOS aguardando a que sea inviable una investidura de Rajoy para justificar la formación de un gobierno-lo dicen progresista, tal cual lo es el chavismo en Venezuela que en España nadie ha legitimado.

  El erario público es la barra libre de estos caraduras que deberían estar al servicio del pueblo bajo el yugo de la carestía y el altruismo sacrificado; pero claro, de ser así no habría clase política sino gestores honrados sin el motor de la ambición insaciable. Gestores como no son Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias a la espera de una pirueta de toco mocho político para encaramarse como monos al árbol de la presidencia española. ¿Eso es política ? Sí, en su más puro instinto de estafa sin disimulo, sin duda.

  Obstaculizar una gobernabilidad expresada por una mayoría de votantes no es cuestión de estrategias,  sino las consecuencias de institucionalizar ese carácter sinvergüenza y generalizado que el tiempo ha forjado durante generaciones.


Poco importan los perjuicios causados contra las gentes desgobernadas, porque esa desintegración moral y ética demostrada es conveniente para la desvalorización de la identidad y de los valores históricos de nuestro país. Gente sin lugar ni voluntad, dispuesta a pagar impuestos sin protestar. Así nos quieren dirigidos por codicias personales y proselitistas.

  Solo en España es posible un espectáculo tan patético e incoherente demostrando un todo vale sin sentido del ridículo. Con las ambiciones particularistas de partidos políticos que pretende desbancar una voluntad popular, se fragiliza un país para devorarlo sin resistencias y abismarlo en el relativismo que hoy hace posible una desintegración nada casual de una identidad española múltiplemente amenazada. Se aspira a convertir una unidad vital en el insano oportunismo de los reinos de Taifas; las intenciones históricamente repetidas que suelen desembocar en una convulsión acrecentada con desastrosas consecuencias.

  Sánchez e Iglesias son ante todo egocéntricos, sumisos a las inspiraciones de la vanidad e instruidos para alcanzar los propósitos que históricamente avasallaron los derechos civiles de muchos países bajo el yugo de las autocracias. Son germen de un mal mayor,  proclives a la necedad y al endiosamiento. Precursores de la desintegración histórica que tanto daño ha hecho a la voluntad constructiva de la humanidad pese a las muchas adversidades sufridas. Advertirlo no está demás. Se aliarán con lo que sea y a conveniencia.

  No aprendemos. Siempre lo que implica insolidaridad acaba siendo demolido por la codicia y el intrínseco carácter de las ambiciones sin freno. Primero aspirando al todo para desgranarlo en partes y luego terminando por devorar las partes escindidas del todo. En esta España decadente no hay otro interés que la vanidosa concurrencia de la ambición y la exclusión en cuantos instigan para desorganizar en busca de otros órdenes previsiblemente desastrosos.

  Pedro Sánchez y Pablo Iglesias callan ladinamente y dejan que el rival político se consuma con los vanos intentos de que se posibilite una investidura. Parece que no se cruzan saludo por la calle, pero follan en la misma cama. A escondidas, con la prudencia silenciosa del buitre que ronda el banquete volando en círculos antes de aterrizar. Avisando al resto de que hay suficiente para picotear. Aunándose con las hienas en incómoda compañía pero pacificados los unos y las otras con la expectativa de llevarse su parte. Así es la relación exitosa de los oportunistas, de los amantes prohibidos, de la parasitación a expensas de un país consumido.

  Con Sánchez e Iglesias sexo y parasitación se unifican en una misma intención escabrosa, desviada. Callados placenteramente, con los picos y los colmillos prestos para hincar en el poder las ganas de nutrición personal, devorando una sociedad presa de proselitismo enfermo; son estos dos secuelas de un crecimiento democrático con raíces ponzoñosas y que hoy demuestran lo retorcido que nos creció el árbol.

  Hoy en día las urnas posibilitan, por la insana moral extendida sin vergüenza, que políticos fracasados manguen la gobernabilidad de un país. Juego sucio y depredador, cierto. Pero ya se sabe que en la cama todo está permitido con el consentimiento de dos. Son esas permisivas aberraciones con politicastros de turno que si se salen con la suya terminarán dando a todo, disculpen la expresión, por saco. Puro masoquismo, consentido, de esta democracia nuestra tan mal aprendida.

Ignacio Fernández Candela

jueves, 1 de septiembre de 2016

Aberración política como alguna periodística

 
  Los antibióticos combaten un mal y son beneficiosos pero el abuso de la dosificación puede conllevar que ese mal combatido se transforme en resistente o socave el sistema inmunológico, siendo peor el remedio que la enfermedad. La bacteria del totalitarismo de alta resistencia en nuestra democracia proviene, triste paradoja, de cuantos remedios se han practicado intentando equilibrar la balanza de las libertades de pensamiento político, incluso arriesgando nuestra razón de ser e identidad como país.
  
 El abuso de la intención en el entendimiento, acogiendo el pensamiento de lo minoritario, ha perjudicado el interés general de la convivencia pacífica hasta el punto de horadar las bases de lo que parecía un sólido Estado de Derecho hoy amenazado por método de implosión desde las propias instituciones. La mal entendida permisividad para con las minorías se ha transformado en la ejecutora de los básicos derechos del conjunto mayoritario. No deberíamos haber llegado a estos extremos de resignación por mal entender el concepto de la libertad sin protegernos de sus enemigos.
  
 En nuestra democracia el sistema electoral ha demostrado que se ha excedido en el empeño de respetar los derechos de los minoritarios, pagando un injusto precio la voluntad mayoritaria que está supeditada a los partidos políticos cuya representación es ínfima y que, sin embargo, por el aglutinamiento de fuerzas menores, han conseguido llegar al poder por el que nadie los eligió. Eso no es democracia sino una aberración surgida del celo por el respeto de las formaciones inferiores que ha degenerado en la violación intrínseca de la verdadera voluntad popular. Existen casos de bandolerismo como fue el de Murcia donde las fuerzas minoritarias han intentado arrebatar el poder al Partido Popular que estaba a un solo escaño de la mayoría absoluta. Los murcianos poseían todo el derecho a indignarse asistiendo a tan indeseables espectáculos de sectarismo sin escrúpulos. Una cuestión es la democracia, la elección en libre disposición de que la ciudadanía decida quién ha de gobernar, y otra los cambalaches sectarios que permite una injusta Ley Electoral no acorde a los tiempos que vivimos. Urgía reformarla para evitar que millones de ciudadanos fueran regidos por ínfimas representaciones crecidas mediante coalición, cuando por sí solas son de inapreciable influencia.
  
 Asistir al aglutinamiento de pequeñas células políticas para vulnerar la selección genuina de los votantes ha sido aberrante, no respetándose la lista más votada ni el criterio selectivo de las mayorías. Para evitar tal calado de injusticia no basta la sugerencia sino la decisión reformista. Si además esas pequeñas células unificadas provienen de un radicalismo desaconsejable para cualquier elemental evolución sociopolítica, esa aberración se convierte en un grave daño dando cancha de poder a cuantos no lo merecen por sufragio universal, por mucho que se finja seguir las reglas del juego democrático cuando en realidad se aprovechan de sus fisuras para intentar exterminarlo.
 
 Ahora el futuro depende, por tercera  vez salvo milagro del próximo viernes,  de la inteligencia del votante que habrá de apartar, de cara a que haya Gobierno, la protesta y la contrariedad si no desea caer en peor abismo que el del incumplimiento de un programa electoral de los populares. Dependemos de nosotros mismos para evitar mayores y futuribles problemas. Dudo de que exista esa inteligencia electoral conjunta que nos libre de peor destino que el que augura un Rajoy ensimismado y sin darse por aludido con lo que está en juego. No existe estímulo pero ello no debería abstenernos de evitar un oscuro horizonte de extremismos minoritarios gobernando España.
  
  No hay cambio liviano en el PP que subsane los actuales riesgos a los que estamos expuestos. Al día de hoy no habría existido mejor gesto de hombre de Estado que la dimisión de Mariano Rajoy con la cabeza bien alta y adaptándose a las circunstancias por el bien común del país que gobierna ahora en función  perpetua. Un extraordinario gesto de generosidad responsable que habría facilitado una regeneración del liberalismo español y la victoria por mayoría absoluta del Partido Popular en las primeras generales, resarcido el peligro de una hecatombe que el sistema electoral puede consentir con la alianza de lo minoritario contra la voluntad de un pueblo soberano. Algo falla cuando ganándose las elecciones no hay posibilidad de gobernar. Incongruente, contradictorio y muy arriesgado.
  
  Hoy la España incoherente está gobernada en las autonomías y municipios por presidentes, alcaldes y concejales que muchos ciudadanos, por voluntad mayoritaria, no eligieron. Es el resultado de aplicar lenitivos democráticos para acoger a cuantas corrientes ideológicas pululan por el solar patrio, desatendiendo aspectos básicos de auto conservación que son la garantía de nuestra existencia en democracia; la misma que se intenta dinamitar usando las debilidades propias de un sistema que elige a sus gobernantes de manera tan imperfecta como poco práctica a efectos de la legítima justicia social.