Recordemos las acepciones de estos neologismos a propósito para describir la hipocresía de los insignes moralistas:
-gansón: alude a quien siendo personaje influyente, prescinde de la ética en el ejemplo aun presumiéndola en sus comunicaciones habladas o escritas.
-gansonada: toda comunicación academicista y solemne que se pronuncia sin la demostración de ética elemental que pueda avalar moralmente a su autor.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/04/el-renombrado-luis-maria-ganson_25.html
Luis María Anson no se da por aludido acerca de sus chanchullos explotadores y camina impávido, con la cabeza alta y la tripa baja, cada vez más rellena de banquetes, homenajes, más banquetes y pantagruélicas comilonas, con ese bamboleante y cansino andar de quien lo ha hecho todo y lo ha aprovechado no importa el modo... pero pesando ya los octogenarios años. Pobre protagonista de lo mundano, en realidad no se es nada.
Sobre las cuestiones éticas propias, de las de estar por casa bien repantingado ausente de obligaciones morales, está mudo como un muerto; con la conciencia exánime al parecer pero el ego vibrante y solícito para engrandecerse, si cabe aún más, hasta que lo rellene como un globo a punto de estallar; tal cual con la oronda barriga que luce en tanto se le merma la salud física. La sanidad moral es otro cantar, blindada y a prueba de piadosa reflexión.
Así que el pajarillo entona sus primaverales gorgojeos, aduladores con él mismo por ser conocedor de ese amplio espectro de los ilustres de España y del mundo, muchos enterrados, de los que loa su amistad incondicional y profunda ahora que muchos no pueden replicar bajo tierra.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/04/luis-maria-anson-amigo-de-et.html
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Afamados empresarios, financieros, cineastas, artistas, cantantes, literatos, toreros, políticos, periodistas, actores... todos sus amigos del alma de los que habla para describirse él mismo, pues necesita entronizarse como el rey de todo lo conocido, el señor de la España ansoniana, el único e irrepetible Luisma; leído, aplaudido en su país de las maravillas hecho a la medida de su impenitente egolatría.
El académico no sabe decir nada de sí mismo-sobre valores y principios éticos secundados por el ejemplo, verbigracia-, sin referirse a tantos ilustres que empequeñecen el famoso yo quiero tener un millón de amigos cantado por Roberto Carlos. Anson es el amigo imaginario de tantos, que no cabe en su imaginación más lealtad a sus fantasmas de la vanidad con los que convive, arrimado a la fama de los demás para ser él mismo.
En esta ocasión la gansonada trata sobre Pedro Almodóvar. Dice el inigualable académico que España es país cainita y arremete contra los que han criticado al cineasta al aparecer en los papeles de Panamá. Aduce que ante todo está la obra del gran director al margen de anécdotas fiscales (sic).
Comprendo que la hipocresía de Almodóvar como baluarte izquierdista contra la opresión social del capitalismo-bien cínica- satisfaga a otro esforzado de la escalada social con no menos tintes de cinismo y doblez.
Anecdótico para Anson es la aberración de su ética corporativa y personal, como la falsedad de los principios morales usados a conveniencia para criticar los trapos sucios y ajenos.
Comprendo que el cine de Pedro Almodóvar le parezca una genialidad. A muchos nos parece zafio, oportunista y hasta un ejercicio sobre la dimensión de la mamarrachada. El mundo es como es de hipócrita para dar cabida a gente como Almodóvar, o al mismo Anson según el parecer de muchos colegas periodísticos.
No hace falta ser un Anson para cultivar íntegridad,
honestidad y limpieza de conciencia dando a cada cual valor a su
trabajo; más bien todo lo contrario. Así que comprendo muy bien que tenga esos gustos pajilleros. A mí no me han llamado baboso y tampoco he tenido necesidad de adular a las mujeres con no se sabe qué galantes intenciones. Él es Anson con todo lo que conlleva que se pueda ver o se quiera esconder. Normal que se idolatre él mismo siendo el inesperado e irrepetible explotador de mi trabajo con modos vergonzosos para cualquier persona honrada menos para él.
De ahí la previsible gansonada periódica que seguiremos con absoluta atención.
De ahí la previsible gansonada periódica que seguiremos con absoluta atención.
1 comentario:
Confíamos en las personas porque parece que puedas hacerlo y luego para qué, te tratan como bastardos siendo ellos los indeseables, que les cuesta ser ¿ normales?
Pagaaaaarrrr es de personas normales cuando has trabajado para ellos y siguen obteniendo beneficios a costa de uno. No hay por dónde cogerlo. Qué daño hacen, no es así, tengan cuidado siempre se vuelve en contra, al tiempo.
Mejor actuar bien y tu vida te reconforta igualmente.
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