De los pareceres no discuto ni cuando creo llevar la razón. Siempre he comprendido que cada uno argumenta su pensamiento en función de sus características personales y circunstancias. Respeto los criterios que estén originados desde la inteligencia y la honradez. Otra cuestión es la ignorancia, cómplice de la injusticia, peor es la falta de escrúpulos para ejercer la malignidad sin miramientos. Entonces me declaro partidario de las soluciones drásticas, sin concesiones ante los canallas que de modo maligno manifiestan la intención de perjudicar prescindiendo de un código de honor y de moral.
Las injusticias del mundo han de ser combatidas radicalmente. De hecho, la tónica contra la injusticia siempre ha sido la rebelión y la defensa contundente frente al agravio de los desaprensivos abusadores. Ahora vivimos en sociedades demasiado amañadas por la influencia de los sinvergüenzas, protegidos por una amalgama de canallescos caciques que creen estar por encima del bien y del mal. Los tiranos se combaten como al despotismo de los miserables que creen poder pisotear los derechos de las personas.
http://sobreelfuego.blogspot.com.es/2009/11/es-mejor-sufrir-una-injusticia-que.html
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Cuando unos rompen la regla del juego limpio se ha de colegir que la intención rastrera no obedece sino a intereses espurios e inspirados por la iniquidad. Entonces hay que regirse por principios sólidos y drásticos basados en la eterna lucha del bien contra el mal. A estas alturas de la historia de la humanidad es muy sencillo identificar a los que encarnan ese mal contra el que defenderse.
Yo poseo recta conciencia e integridad personal, lo que no quiere decir que me deje avasallar por miserables que creen poder destruir por antojo la vida de las personas honradas.
Contra los injustos solo cabe el coraje en la defensa tal cual se confronta contra las alimañas. Ese tipo de gente sobra en el mundo; ellos, sus máscaras y las obras ponzoñosas sobre las que erigen un bienestar personal basado en la deshonestidad y la explotación.
Gracias a Dios, no soy ni por asomo como los hipócritas y aprovechados que convierten en una inmundicia este orbe descompensado.
Gracias a Dios, la gentuza no dura eternamente y en algún sitio dan cuenta de sus chulerías aquí impunes. Gracias a Dios esos son como son y yo les aborrezco. El mal lo representan ellos y repugnantemente. Apestan y yo los desinfecto, en justicia.
1 comentario:
Obrar con justicia es sencilla y honradamente la actitud que estás teniendo ante esta " guarrada" gran mérito el tuyo de crear este blog y llamar a las cosas por su nombre. No es para nada normal que te hayan engañado diciendo que ibas a percibir un dinero por cada columna publicada y en vez de esto te despachen también con mentiras.
Indigna a cualquiera cuando se quedan con lo que es tuyo y te pertenece.
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