Debe de serlo porque en un reciente artículo sobre Ruiz-Gallardón, el presidente de el Imparcial ha admitido, con pesarosa reflexión autocrítica, que lejos de lo que pudiéramos creer él no es tan perfecto como daba a entender en sus artículos y académicos discursos. Admite tener sus defectos:
"Alberto Ruiz-Gallardón tiene sin duda defectos, como los tenemos todos".
No pretendo ironizar. Es un buen inicio de reflexión sobre esos asuntos no tan perfectos de su vida y que pueden incluir algunos matices sobre la ética profesional y los dislates morales que conlleva la explotación del trabajo ajeno. Si Anson es sabio de verdad, puede rectificar. Jamás merecí el trato que me han dado y solo pido lo estrictamente justo y a su criterio. También una disculpa, aunque sea somera, por los daños causados.
Es paradójico que lo que más me defrauda de Luis María Anson es la ausencia y el silenciamiento que no su presencia del todo grata desde cuando le conocí en persona y todas las veces que hablé con él. Pero con mayor razón quien está presto a la ágil palabra para criticar y corregir los devaneos inmorales de nuestra sociedad, ha de ser igual o más escrupuloso con su conciencia en los temas propios que además le brindan la ocasión de predicar con el ejemplo de la rectitud.
Carta abierta, masticada, sobre ética a Anson.
Es paradójico que lo que más me defrauda de Luis María Anson es la ausencia y el silenciamiento que no su presencia del todo grata desde cuando le conocí en persona y todas las veces que hablé con él. Pero con mayor razón quien está presto a la ágil palabra para criticar y corregir los devaneos inmorales de nuestra sociedad, ha de ser igual o más escrupuloso con su conciencia en los temas propios que además le brindan la ocasión de predicar con el ejemplo de la rectitud.
Carta abierta, masticada, sobre ética a Anson.
El verbo sin obra es una vana intención, y solo me mostró intenciones que fueron diametralmente opuestas a la realidad de los hechos que conllevaba el incumplimiento del compromiso y la inanidad de una palabra dada. De nada sirve una buena impresión si no se acompaña de honestidad, sinceridad y formalidad.
De igual modo que percibo con absoluta noción de surrealismo esta situación de contienda indeseada en defensa de mis derechos elementales y con la legítima resistencia de no dejarme avasallar de modo tan ruin, Luis María Anson debe de advertir el absurdo de estas circunstancias que se ha acrecentado manteniendo un silencio poco acorde a su posición profesional y carácter que muchos asocian inexcusablemente a la integridad personal.
La Guarrada de el Imparcial.es. Ética según Anson, surgió de una visceral indignación cuando Joaquín Vila, el inefable-todavía no encuentro palabras adecuadas para describirle-pretendió darme una puntilla final en la desmoralización personal y profesional después de haberme sometido a un execrable mobbing durante meses.
Como los falaces argumentos del facineroso explotador de mi trabajo, estribaban en la escasísima calidad de mis columnas que todo el mundo valoraba de excelentes, y que no me leía nadie, procedí a demostrar las mentiras consiguiendo posicionar este blog acompañando a el Imparcial.es permanentemente. La idea consistía en dejar en evidencia la maldad de Vila así como a la hipocresía de los responsables que habían permitido un exabrupto moral incalificable.
Sigo en defensa de mis derechos y no tengo límites en mi convicción indignada. Tal vez Anson reflexione sobre estas "cosas" suyas pendientes y en justicia contemple lo inadmisible de la guarrada que se me provocó y por la que me vi obligado a defenderme severamente.
Si analiza el conjunto de las circunstancias, podría reflexionar y deducir que esta brutal injusticia exige una solución ecuánime, equilibrada y compensatoria porque los terribles daños que se me han pretendido infligir a otros menos fuertes le habría ocasionado una profunda depresión con tendencia final hacia el suicidio. Intentó ejecutarse contra mí las mismas guarradas que acaban en el mundo con miles de personas. Quizá no contaban con que soy mucho más resistente, experimentado en duras forjas del espíritu batallador, que ellos con sus vidas fáciles y abusivas.
Anson habla mucho de actuar con rigor, justicia y eficacia; en su conciencia no hay necesidad de matices para quedarle muy claro que es una aberración inhumana la injusticia que se ha cometido, de manera traicionera y del todo injustificada, con mi persona y mi excelente labor aportada al periódico que él preside y Vila mal dirige. Vila es, precisamente, la raíz de muchos de sus males; su inconsciencia al respecto es lamentable.
No se puede actuar de manera tan rastrera y no esperar consecuencias de ello. En este caso es una cuestión de Honor lo que está en juego y el mío, por actitud personal y honradez, está en el sitio que le corresponde. No bajo la guardia.
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa).
1 comentario:
Sin duda, este daño que te han causado lo sufre otra persona débil y del bajón que siente, porque no es para menos no levanta cabeza. Es un tema serio cuando te tratan sin escrúpulos como si nada hubiera pasado, afortunadamente tu entranamiento en el batallar de tu vida te da fuerzas para defenderte a capa y espada como lo estás demostrando, nada ni nadie va a callar tu defensa ante la explotación y el menosprecio. Con esto no contaban.
Con lo fácil y sencillo que es ser honrado, si se es honrado, claro. Vila no parece tener solución. Anson, quizá. Demostraría muy poco de toda su vida si deja que algo así turbe su trayectoria. TU justicia le perseguirá cuando se vaya. Y no será para menos.
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