Quién nos lo iba a decir que el sábado 19 de Marzo se ratificaría el proverbio de que el mundo es un pañuelo. ¿Encontrar a alguien, por aparente casualidad, que supiera de las miserias personales y profesionales de Joaquín Vila arrimado a Luis María Anson? Asombroso.
Ni Vila ni Anson, tal para cual, recibieron un solo comentario positivo de quien les ha conocido muy bien durante décadas.
En una localidad del norte de Madrid mi novia y yo nos acercamos a una fotocopistería para sacar en papel los más de 500 folios de este blog y numerosas copias con el fin constructivo de mandarlas a ciertas personas interesadas en la cuestión.
Entregué el pendrive donde estaba el archivo al encargado de la tienda y en la gran pantalla del ordenador quedó reflejado el título de este blog La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson, de modo que también pudiera verlo quien estuviera frente al mostrador si miraba hacia su derecha. Durante el tiempo en que las máquinas trabajaban un cliente realizó alguna observación en voz alta, mirando detenidamente el título, que nos llamó la atención.
Interesante, muy interesante, repetía el hombre con quien iniciamos una conversación. Dijo con satisfacción haber leído mis columnas de El Imparcial.es. Él se presentó como periodista jubilado que demostró conocer muy bien a Joaquín Vila-al que llamaba con tono sarcástico "Joaquinito"- corroborando mi firme convicción de que alguien que obra tan guarramente no puede ser ni fue trigo limpio para muchos. Lo llamó el perro faldero de Anson, el arrimado que no se habría comido una rosca de no haber adulado hasta lo repugnante al académico, y narró el fondo sucio de actuaciones personales y profesionales propios de un arribista de vida fácil y acostumbrado a pisotear a la gente.
Nos contó cómo se le subieron los humos cuando se hizo una encuesta entre mujeres y quedó en la tercera posición como uno de los hombres más atractivos del lugar-la leche-, y cositas sobre la hija de Guillermo Luca de Tena, Catalina, así como cuestiones varias que me conformaron un perfil más exacto de ese alguien sin escrúpulos capaz de obrar tan suciamente conmigo. Al parecer no he sido el único que se ha encontrado tamañas cerdadas. Larga es la siembra de insolemnidades que este hombre bien conoce desde los años ochenta sobre Joaquín Vila.
Nos habló de los tiempos del ABC trabajando allí, con el Vila más pelota arrimado a Anson consiguiendo ser el subdirector más joven de España; de los tejemanejes que dieron pie a la traicionera fundación de La Razón nutriéndose parasitariamente del trabajo de otros y hasta la oportunidad de Televisa, malograda en última instancia, acaso recularan los responsables al saber dónde y con quién se estaban metiendo. De la A a la Z sobre las sombras de un personaje con cara de mala persona porque, tal y como así nos lo confirmó, era ya mala persona.
Sorprendidos de cómo habíamos conocido a un muy culto y carismático gran conocedor de los asuntos de Luis María Anson y Joaquín Vila desde hace décadas, no pude menos que presentarme para contar someramente mi indeseable experiencia con los personajes y nos emplazamos a llamarnos para hablar largo y tendido hasta de esa tal Catalina, hija de Guillermo Luca de Tena; en definitiva, hacer un balance de situación sobre el carácter trepador de muchos y la permanente sombra de la sospecha en el juego sucio y nada digno de personajes de la etapa democrática que se nutrieron tramposamente de las oportunidades, un tanto deshonestas, con las que se encumbraron tantos hipócritas y malos elementos con falseada apariencia de honorabilidad.
En espera de tomar ese café, estoy seguro de que Gonzalo va a ilustrarnos mucho sobre la verdadera esencia de un Joaquín Vila cuyas acciones residuales y acumuladas definen perfectamente el fondo moral que parece caracterizarle desde hace décadas.
2 comentarios:
¡Joder! Que casualidad jaj
Quien lo diría...como el que no quiere la cosa; vas a uno fotocopisteria y te encuentras con un buen conocedor de ese personaje.
No si...esta claro que cierta gentuza por donde pisan dejan huella.
Así fue. Atraído de manera extraordinaria por lo que el periodista vio en la pantalla del ordenador, no pudo contenerse y después de que exclamara " muy interesante" nos contó que después de haber pasado años con los señores que de sobra sabemos a los que nos referimos, no podía hablar bien de ellos precisamente y no quedando sorprendido por ello.
Esto no se puede permitir, el robo de lo ajeno para beneficiarse ellos.
Indigna a cualquiera, si se es honrado y trigo limpio. Qué vergüenza.
Basta ya.
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