Vaya lo de furcios por la tan cacareada igualdad de género. Que nadie quede fuera del gallinero.
Se les ve en el careto: hay elementos que no ligarían una mierda si no dispusieran del dinero que roban para contentar a furcias que de buen grado ignoran de dónde sale el botín. A individuos repulsivos, oscuros, de mirada roedora y sin valor personal digno de mención que cuando dirigen un piropo a una mujer podría ser considerada la intención como agresión sexual, se les consiente todo porque son los miserables que roban sin conciencia; algo que atrae a putas de todo pelaje incluso para embutirse en un traje de novia.
Se les ve en el careto: hay elementos que no ligarían una mierda si no dispusieran del dinero que roban para contentar a furcias que de buen grado ignoran de dónde sale el botín. A individuos repulsivos, oscuros, de mirada roedora y sin valor personal digno de mención que cuando dirigen un piropo a una mujer podría ser considerada la intención como agresión sexual, se les consiente todo porque son los miserables que roban sin conciencia; algo que atrae a putas de todo pelaje incluso para embutirse en un traje de novia.
Luego casados e inservibles en el catre conyugal a algunos en la decrepitud se les ve babear ante la presencia de cualquier falda, como si el instinto reproductor se les pusiera a flor de piel aun guardando poca hombría tras la bragueta. Las mujeres trinconas se conforman con vivir del cuento mientras los adefesios de los maridos siguen asegurándose el infame botin que la falta de ética les permite y se meten entre las piernas de las rameras que se ponen a tiro. Siempre hay alguna dispuesta a escalar profesionalmente tratando el asunto en el despacho improvisado de una cama.
Más lengua que verga no hay masculinidad pero tampoco vergüenza; sueltan el fajo de billetes del que se apropian por un trabajo ajeno no pagado, de la sustración por medio político, de la trampa financiera o de los paraísos fiscales, verbigracia, y salen, imbéciles sin honra, con la cabeza alta. Cuánto ejemplo de dignidad muestran tantos recios matrimonios de conveniencia en los que cada uno va a lo suyo. Corruptos, falsos cónyuges, impecablemente arreglados en fiestas de gala, de misa de Domingo, tan podridos por dentro, hipócritas.
Más lengua que verga no hay masculinidad pero tampoco vergüenza; sueltan el fajo de billetes del que se apropian por un trabajo ajeno no pagado, de la sustración por medio político, de la trampa financiera o de los paraísos fiscales, verbigracia, y salen, imbéciles sin honra, con la cabeza alta. Cuánto ejemplo de dignidad muestran tantos recios matrimonios de conveniencia en los que cada uno va a lo suyo. Corruptos, falsos cónyuges, impecablemente arreglados en fiestas de gala, de misa de Domingo, tan podridos por dentro, hipócritas.
Ignoro los atributos de algunos y la previsible incapacidad para cortejar, anulado todo encanto por esos rostros imposibles de la fealdad y las misérrimas capacidades amatorias que se deducen de la apariencia, pero la fémina que se deja seducir por gente así o debe de estar muy desesperada o buscar con ahínco algo inspirado por una ambición personal sin escrúpulos e inmune al asco.
Las mejores mujeres de España no van agarradas del brazo con esposos tan respetables como abyectos. Son nobles y sencillas, incapaces de mostrar tanta hipocresía como esas elegantes alimañas que se pasean requiriendo aplausos. Monos en un escaparate.
En esta Babilonia hispánica las rameras malditas y los "rameros" visten lustrosos trajes y smokin.
Las mejores mujeres de España no van agarradas del brazo con esposos tan respetables como abyectos. Son nobles y sencillas, incapaces de mostrar tanta hipocresía como esas elegantes alimañas que se pasean requiriendo aplausos. Monos en un escaparate.
En esta Babilonia hispánica las rameras malditas y los "rameros" visten lustrosos trajes y smokin.
Dinero llama a furcias y eso es algo que sabe bien el que las compra, robando al prójimo; algo tan generalizado en este país de sinvergüenzas. España está llena de putas de alto nivel que no preguntan de dónde sale el dinero que les compran las joyas o los tratamientos de belleza. Es ese poder interesado de la seducción que hace proliferar repugnantes señores de las aberraciones morales que hunden cada vez más este país sin norte.
Si quieren saber dónde desfilan las guarras del solar patrio, observen al rufián de turno que las acompaña en eventos culturales o de estado, aunque todavía la UDEF no lo haya pillado. Fácil intuirlos. Según lo conocido, estoy seguro de que las ratas más insospechadas podrían salir de cualquier grieta financiera, empresarial, periodística, cultural e institucional en cualquier momento. En este país hay poca vergüenza y mucho desalmado disimulado tras la apariencia de la honra.
Si quieren saber dónde desfilan las guarras del solar patrio, observen al rufián de turno que las acompaña en eventos culturales o de estado, aunque todavía la UDEF no lo haya pillado. Fácil intuirlos. Según lo conocido, estoy seguro de que las ratas más insospechadas podrían salir de cualquier grieta financiera, empresarial, periodística, cultural e institucional en cualquier momento. En este país hay poca vergüenza y mucho desalmado disimulado tras la apariencia de la honra.
Para colmo son alimañas que paren, como plagas, nuevas generaciones para sembrar las mismas inmundicias parentales. España necesita una limpieza radical de tanta basura esparcida durante la democracia, pero solo parece posible si se la llevan en camiones a los vertederos. Literalmente.
1 comentario:
Te deben disculpas y el dinero ganado con tu sudor. Están quedando fatal a la vista de todos, es absurdo que sigan con esta pasividad y no den la cara como deberían de hacer, les honraría .
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