GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

jueves, 27 de octubre de 2016

El Imparcial.es sin ética, ni lectores


 (Gráfico comparativo de Alexa con mucho mayor tráfico en Las nueve musas-Semanario Cultural del que soy consejero editorial y jefe de sección-Opinión, que edita y dirige D. José Rico-que en El Imparcial de Luis María Anson). Qué cosas.

  Joaquín Vila es un agujero negro en la economía de El Imparcial.es. No hay lectores a pesar de la apariencia que sigue engañando a los tontos que se publicitan tirando el dinero a la basura.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/los-incautos-que-contratan-publicidad.html 

 Antes cualquier especulador con listeza podía comprar rotativas y hacer grandes tiradas de papel para inundar un mercado de fácil acceso al lector potencial. Un director con dinero disponible bien podía ser un mediocre camuflado. 

  Hoy en día en lo digital solo se ve la calidad de los verdaderos profesionales en igualdad de condiciones. Obviamente, sin trampa ni dineros, Joaquín Vila queda en evidencia con su mediocridad y vulgaridad personal a merced de la competencia que lo arrasa. Pagado por los despistados anunciantes tendrán para sus copas, algún vicio y algo más en el club de los solemnes decrépitos de la Fundación Ortega-Marañón... También espero que para pagar la nómina de los sufridos trabajadores, que me consta que lo son, sufriditos, con un ambiente digamos que enrarecido
  La subdirectora María Cano Ezcurra-ahora lo digo bien que escribía Ezcorría; un lapsus- parece que ha abandonado el barco para irse de directora a Madrid Diario. Resulta significativo que en una entrevista de medios profesionales no haya tenido ninguna mención de agradecimiento hacia Anson. Me temo que no habrá salido demasiado contenta. 

  No voy a decir aquello tan manido de que cuando se hunde un barco las ratas lo abandonan... porque El Imparcial.es no es un barco, aunque flote a duras penas, intuyo. Cae en picado mes a mes.


  A las pruebas me remito que Las nueve musas, Semanario cultural multidisciplinar donde ejerzo de consejero editorial y jefe de sección-Opinión está muy por delante en ranking de El Imparcial.es. Siendo solo de temática de artes, ciencias y humanidades.

  O que se publiciten en el diario dirigido por D. Enrique de Diego: Rambla Libre-donde escribo y he hallado la solidaridad con mi causa de JUSTICIA, contra la guarrada que llevo denunciando desde hace casi un año-que cuadruplica en número de lectores al misérrimo El Imparcial.es.

  En vista de la evidencia, sugeriría a las empresas que se promocionan en el periódico de Anson que revisaran sus cuentas y comprobaran si les es rentable seguir pagando una publicidad que apenas nadie está captando; porque o están engañados por sus responsables de contratar los anuncios, o es que son rematadamente tontos del bote.

  Si quieren mayor rentabilidad a la inversión sugiero que contacten con Las nueve musas, con imparable ascensión de lectores únicos e influencia por la red social, como se puede fácilmente comprobar.

  No solo somos todos más profesionales, sino que además contemplamos inexcusablemente la ética para realizar un limpio trabajo con absoluto respeto a los derechos humanos.

sábado, 15 de octubre de 2016

Se avecina crisis pública de ética y decencia en El Imparcial.es



  El oscuro pasado de un Luis María  Anson que labró triunfos a través de oscurantistas estrategias, emerge después de sus muestras de inhumanidad e hipocresía aprovechándose vilmente del trabajo ajeno.



  No fui el único sometido al mobbing de Vila consentido por Anson. Por el camino encontré perjudicados que sufrieron las mismas guarradas. Damnificados como Enrique de Diego, actual Director-Editor de Rambla Libre.com quien resultó vitalmente dañado por el mismo modus operandi del perverso hasta lo aberrante Joaquín Vila; recién casado y con un niño de nueve meses víctima de mobbing por un desalmado. Pero tarde o temprano estas criminalidades regresan a cuantos las cometen, así pase el tiempo porque estipulado en el destino está el día de la recogida de las siembras para sus abyectos orquestadores.

  Desde que empecé a escribir este blog hace menos de un año los logros han sido sólidos y demoledores, con el fin de dar una lección a estos falsarios de virtudes en la apariencia y obras demostradamente rastreras en cuanto a la ética y la moral que han olvidado embriagados de vanidad y estulticia, despreocupados de la integridad personal.

¿Sabían que en 1982 Luis María Anson fue acusado de estafa y engaños varios pidiéndose inhabilitación y prisión contra él? Suma y sigue más de treinta años después.

  Sé que en esta farsa de país nuestro, estoy trabajando una proeza de defensa contra el abuso sin precedentes. Consciente de la hipocresía silenciosa de un grupúsculo de gentuza que comanda los medios de comunicación como testigos cobardes y corporativistas que buscan el beneficio importando tres mierdas la moral, la decencia y el sentido común. Cobardes que han permitido grandes injusticias y la crucifixión de no pocos inocentes. Mi lucha es una proeza y esos mierdas afamados no me llegan a la altura de mis empeños ni de mi integridad personal. No me rindo pese a la inmundicia imperante.

  Parece ser que el periódico se está sumiendo en un desprestigio que hiede a cadáver  todavía sin enterrar. A la suma de las mezquinas estrategias que tantos periodistas conocen y silencian se suma el abuso cuando antes hubo hasta acusaciones de estafa. Algo que no es sorprendente siendo una mezquina estafa parasitaria lo provocado contra mi persona y trabajo. 


  En aquellos años una dimitida vicesecretaria de la Asociación de la Prensa que presidía Luis María Anson le cantó las cuarenta y lo despachó severamente dejando al aire los trapos sucios de este intrigante ventajista, según se colige de las declaraciones y de los muchos testimonios que he escuchado durante este año con personas que se pusieron en contacto conmigo para ilustrarme sobre el verdadero Anson que se pretende solapar tras el espejismo de los reconocimientos y los premios; meros disfraces con una teatralidad dignificada de cara al público engañado. Él y la comparsa que le acompaña no representan la honorabilidad que obras de tanta bajeza desmienten. 

  Parece ser que los anunciantes se están espantando en el periódico digital menos algún despistado que sigue tirando su dinero sin saber que El Imparcial.es carece de un número digno de lectores que compense la inversión. Incautos, siguen anunciándose en un espacio fantasma donde se procura ganar dinero sin escrúpulos, abusando de los colaboradores y con una carencia ética vergonzosa que preside el periodista venido a menos y edita la Fundación Ortega-Marañón con graves problemas de credibilidad en su didáctica labor docente con moral de charanga y pandereta.

  Por otro lado, ya no aparece en el cuadro de Dirección la subdirectora María Cano Ezcurra que ahora dirige un periódico de Madrid dejando vacante su plaza. ¿Abandonado el barco por los que se huelen el naufragio?


A ver si voy a ser un excelente y justo adivino...

  Me creían en indefensión y Vila me dio por un caso cerrado después de asfixiarme durante meses para darme un puyazo final; tal cual hizo treinta años antes con Enrique de Diego al que destrozaron temporalmente la vida siendo un joven recién casado y con un hijo de pocos meses. Joaquín Vila, el frustrado segundón,  es un ser muy suyo; a tenor de sus actos maliciosos,  igual proviene de esas grietas donde apesta a azufre. 

   Se equivocó el mezquino abusador conmigo.  Yo solo pedía legítimamente una disculpa y un justo pago-meramente simbólico si así se disponía- después de infligirme el daño que parece volverse en contra de tan crueles aprovechados. 

  Creo cuestión del destino mi encuentro con D. Enrique de Diego para unirnos en la misma fuerza de compensación moral desenmascarando un mal destructivo. 

   Ahora busco JUSTICIA con la perseverancia tenaz e indignada para alcanzarla. En la batalla por la vida no hay que dejar que nadie nos pisotee y nos trate como a una mierda... antes bien, me quito a Anson, Vila y compañía  de la suela de mis zapatos. 


viernes, 14 de octubre de 2016

Segunda entrevista en Rambla Libre: Fernández Candela: “Anson no es diablo por viejo sino por diablo”




 

 http://ramblalibre.com/2016/10/14/fernandez-candela-anson-no-es-diablo-por-viejo-sino-por-diablo/

Fernández Candela: “Anson no es diablo por viejo sino por diablo”






Luis María Anson. /Foto: YouTube.com.
Enrique de Diego

El mobbing es uno de los grados extremos de la condición humana por parte de quien lo ejecuta. He aquí un mobbing contado en primera persona perpetrado por el fracasado Joaquín Vila, director de El Imparcial, y Luis María Anson, poli malo, poli bueno. Ignacio Fernández Candela les quita las caretas con singular maestría y valentía, como aquellos hidalgos españoles que tenían en mucho su honra y su dignidad.





Ignacio Fernández Candela. /Foto: lasnuevemusas.es.

  • Bueno, Don Ignacio tenemos un punto en común: ambos hemos sufrido un mobbing y de la misma persona: Joaquín Vila. Usted ha tenido la valentía que yo no tuve: lo ha hecho público, lo ha denunciado…
Ni usted ni yo somos desavisados que no sepamos defendernos de la canalla. Cuando Vila le sometió a mobbing los tiempos eran otros así como sus circunstancias personales, don Enrique, recién casado usted y con un hijo de nueve meses. Si Vila intentó infligir daño antes y después  fue por el carácter acostumbrado del abuso, una característica afín a los seres incompletos que obtienen satisfacción profesional con escasos méritos personales adquiridos. A traición además. Los mediocres que viven de la sopa boba se cuidan mucho de que nadie les haga sombra. Viven en una paranoia no diagnosticada capaz de crueldades absolutas sin atisbo de equilibrio moral.
Desde esa suerte de lo vulgar viven acomplejados y juzgan como una amenaza al prójimo, siendo desconocedores de los valores implícitos que conlleva demostrar la valía profesional en honesta lid competitiva. Quien es un mal criado, acaba siendo un insulto a la decencia que otros observamos en el ámbito social y laboral.
Entonces no tuvo modo de iniciar una defensa contra las traicioneras trampas de Vila, pero los tiempos cambiaron. En mi caso lo he denunciado, dado el carácter rastrero de la actuación de Joaquín Vila y la indiferencia por los valores éticos de Luis María Anson, aprovechando el tiempo de las comunicaciones instantáneas que posibilita la red informática, perfecto instrumento para propalar una injusticia que puede desembocar en un juzgado.
Otra cuestión es ese carácter indiferente ante la infamia; la mezquina hipocresía de un país que se ha labrado un nefasto destino como consecuencia de sus cobardías, negligencias y pasividades que han perdurado durante décadas hasta las consecuencias e incertidumbres de hoy en día.
  •  El mío fue en 1993. Ya se ve que Joaquín Vila no ha cambiado…
¿Cómo va a cambiar un ser que no ha pasado por el estadio de la construcción moral que significa ser consciente del esfuerzo personal para valorar el ajeno? Arrimado durante décadas a Anson se han complementado a la perfección con esa pauta intrigante que ha propiciado tantos beneficios a ambos a cambio de muchos males causados.
Quien se dirige por la vida reforzando su posición mediante métodos trampeados y la jugada sucia, está condenado a ser él mismo sin miramientos, a sembrar inmundicia sin consciencia de la fetidez que deja como un rastro inequívoco de iniquidad y, en mi caso, de parasitismo aprovechándose del trabajo al que jamás le ha dado valor con propia honestidad. Es un ser desperdiciado por la indiferencia que contrajo como enfermedad, provisto de vida fácil y poco meritoria. Un ser vacío  constituido de instinto y depredación. Una lástima sin redención en lo reflexivo, sin virtud posible como así demuestra la bajeza de sus actos.
No hay cambio posible en semejante desperdicio de una existencia, arrollando los derechos elementales del prójimo.
  •  Y Luis María Anson, que es uno de los grandes fiascos, de las grandes estafas personales, permite, consiente, hace de poli bueno para desarmar a la víctima…
Luis María Anson no solo es diablo por viejo sino por diablo, a tenor de sus sospechosas y sostenidas intrigas que se han convertido en la sombra acrecentada del servilismo a cualquier precio en un país plagado de corrupción que cuando no se ha encubierto se ha halagado, jugando a todas las bandas posibles que la estrategia del beneficio personal ha permitido.
No conozco a este humanista tan premiado una sola obra constructiva que no sea dirigida al ensalzamiento personalista y a la adoración ególatra por la identidad ansoniana. Un necio ejemplo más de talento desperdiciado con una ceguera de espíritu inherente a seres vacíos que viven de la idolatría de la influencia y del dinero conseguido con un, digamos,  flexible concepto de la ética.
Puedo decir por experiencia que carece de la dignidad del cumplimiento de la palabra dada. Su honra por el compromiso personal es baladí, una pose sin fondo, un gesto obsceno contra el honor en la promesa.
Me entrevisté con él en su despacho después de escribirle una carta narrando lo sucedido durante esos meses de desprecios continuados; le dejé sobre su mesa un libro mío con las columnas de El Imparcial.es publicadas durante el 2014; me comentó que lamentaba la situación y que no me preocupara por nada: él se encargaría de arreglar la injusticia pues consideraba de calidad mi trabajo para el periódico.
Me habló de que se pagarían las colaboraciones y que contaba conmigo para esa nueva etapa, después de escribir sin remuneración pero con la perspectiva que hubo siempre de cobrar por esta labor. Me acompañó con amable deferencia cuando me iba, abriéndome la puerta de la calle y la del ascensor para despedirme con un “hasta pronto, Ignacio”. Al poco actuó miserablemente el director con la aquiescencia de Anson que me escribió un correo comentando que me tenía en la más alta consideración y que debía atenerme al criterio y la decisión de Vila. Se despedía con un fuerte abrazo.
La traición de Guillermo Luca de Tena
  • En nuestra primera entrevista, usted dejó caer que Guillermo Luca de Tena murió considerando a Anson como un traidor. Supongo que es porque se va de Abc y monta La Razón para hundir a ABC.
A raíz de todas estas irregularidades propias de una impudicia moral tan detestable y al tiempo que escribía el blog La Guarrada de El Imparcial.es. Ética según Anson -que consiguió dejar en evidencia al periódico posicionándose permanentemente en los buscadores junto a este-, me documenté sobre la trayectoria de los personajes no obstante se acercaron a mí otras personas que habían sido dañadas, como usted en 1993, don Enrique.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/
Con los testigos directos de esas barrabasadas complementé las informaciones que han circulado sobre el daño que Anson provocó sobre Guillermo Luca de Tena y que el mismo damnificado corroboró hasta el momento de morir. Una de sus hijas sostuvo el criterio de su padre defendiendo su memoria que ni el propio Anson pareció honrar. Puede haber distintos prismas para considerar lo sucedido pero está claro que el dueño del periódico no se quejaba de vicio y fue consciente de ciertas maniobras oscurantistas durante la gestión. Muchos achacan la creación de La Razón al desmantelamiento de ABC.
Por otro lado, si nos remontamos a 1982, nos encontramos por internet con una querella criminal por presunto delito de estafa y otros engaños contra Luis María Anson, interpuesta por Antena 3 de Radio y Cadena de Prensa y Radio (CAPYRSA) cuando era Presidente de la Asociación de Prensa. Se solicitaba al juzgado de instrucción el procesamiento y la prisión del demandado. En oposición a las actuaciones del periodista bajo sospecha, dimitió la vicesecretaria de la asociación profesional. Algo me dice que tal vez no debió de tener un futuro fácil ni regular.
Quizá desde ese momento Luis María Anson tuvo la determinación, para lavar su imagen,  de compilar premios y reconocimientos a cambio de los grandes favores que prestó, entre despachos, por la democracia tan bien avenida que hoy en día disfrutamos libres de toda corrupción.
  •  Donde otros callamos, usted se ha rebelado. ¿De dónde ha sacado fuerzas?
Del coraje y por los antecedentes como batallador nato enfrentándome contra todo tipo de injusticias contra mí o contra personas inocentes que pasan por el calvario de los abusos. La afilada navaja de Ockham I y II fueron mis dos primeros libros que dieron cuenta de ese carácter luchador que caracteriza mi vida. Los diez restantes no se quedan a la zaga de esa impresión batalladora.
Durante el tiempo de desgaste que practicó con el mobbing Joaquín Vila y compañía, se me fueron acumulando sin saberlo las fuerzas que imprimí en mi propósito de desenmascarar la oscura concepción de la ética que practican farsantes de fácil perorata y nula capacidad de discernimiento moral por el ejemplo de las obras.
  •  El mobbing no es una cuestión laboral, sino una sentencia de muerte civil. Es un abuso de poder y entraña ensañamiento.
El mobbing de siempre es el asesino silencioso del siglo XXI, extendido como una plaga a propósito de los tiempos de crisis donde el depredador laboral se manifiesta cuanto más competitivo obliga a ser la sociedad. Es la oportunidad de los guarros, de los que prescinden del código ético para mantenerse o ascender; o simplemente para los que acostumbran al abuso e ignoran los principios éticos por los que otros procuran regir sus vidas.
Consiste en un método de asfixia de la autoestima, por lo que uno es y por sus expectativas personales, atentando contra el trabajo, la confianza personal y el desarrollo del crecimiento en todos los ámbitos, con especial y deleznable énfasis del acosador en exterminar la resistencia y la fe en las posibilidades por la práctica de la superación personal.
Hay que ser muy malnacido para practicar el mobbing con tan cobarde y sistemático acoso y derribo. Puede decirse que en España esa degeneración está muy extendida. Somos un país con mucha basura acomodada,  viviendo demasiado bien a costa de personas honradas incapaces de estas repugnancias.
  •  Usted tendría relación con otras personas de la redacción de El Imparcial. ¿Cuál fue su reacción?
Aquí la gente en general va a lo suyo, don Enrique: fue a lo suyo con el 23 de febrero con ese golpe de estado consumado que llevó a Felipe González al poder para mangar a destajo y beneficiar a amigachos y arrimados; a lo suyo cuando se expolió delictivamente, a un hombre declarado inocente en 1996, un patrimonio valorado en 18.000 millones de euros y que nos costó dos billones a los españoles; a lo suyo con otro golpe de estado consumado del 11-M que trajo los retorcimientos zapateristas que ahora padecemos; a lo suyo va cada uno en este país hasta que le toca de cerca la injusticia… y ni así.
En mi caso hay quien va a lo suyo y quien mirando por lo suyo se ha interesado en saber qué sucedía conmigo. Mantenemos comunicaciones por las redes sociales como si actuaran infiltrados con el enemigo. Dignos son los que consideran enemigos de la honradez a quienes cometen estas inmoralidades que a cualquiera pueden afectar. Basta un capricho psicopático de un aprovechado ejerciendo de jefe para saber qué es lo que comporta el mobbing. Los compañeros lo son menos, arredrados tras el oportunismo de la supervivencia.
  •  Recuerdo que en la redacción de Abc nadie, salvo uno, querían que se me viera con ellos. Es un daño personal muy difícil de describir.
Ese uno valía por toda la redacción del Abc, don Enrique, incluido Luis María Anson. Encontrar un valiente, un justo, un temerario amante de la equidad moral, es toda una proeza rodeado como estaba usted de parásitos que no se dignaron a interesarse por su estado personal.
Afortunadamente, Joaquín Vila es el que recoge sus siembras y nosotros los que le conocemos bien. La experiencia me dice que no acabará bien sus días terrenales y tampoco iniciará con buen pie la transmutación de sus vilezas mundanales cuando atraviese la negra cortina que le espera con el reflejo de sus viles intransigencias.

 Joaquín Vila, un mal hombre


  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  Echo la mirada atrás, y mi conclusión es que Joaquín Vila es un pobre hombre.
Por lo que a mí respecta es un mal hombre. Pobre lo será cuando llegue el momento de recoger sus siembras. Para entonces será un polvo olvidado: tóxico pero olvidado.

  • Dicen que los masai para pasar a la edad adulta salen solos al campo para matar a un león. Un periodista para ser tal tendría que haber buscado y dado una noticia. Joaquín Vila no lo ha hecho nunca. Es un mantenido frustrado.
Ser un mantenido por los intereses ocultos de un hombre público es toda una frustración. Seguro que le ha devengado todo tipo de beneficios a la par que iba acumulando las frustraciones que han ido degenerando en el ser abusivo y acomplejado que muestran aquellos que son incapaces de asimilar sus limitaciones personales.
Las cuatro esquinas donde se mueve Vila, cuando no están difuminadas por un estado alterado de la conciencia moral, son exiguas, ofensivas para su espacio vital de ser a medio hacer. Si no se comprende la trascendencia del esfuerzo es imposible la valoración, la identificación con el mérito, la independencia del honor sin vivir arrastrado a costa del de otros.
  • ¿Y qué será de Joaquín Vila cuando Luis María Anson muera?
Seguro que le recorren sudores fríos por la cara granítica pensando en ello, porque en el gremio todo el mundo sabe que agarrado a las faldas de su mamá profesional se ha etiquetado como inútil ante los verdaderos trabajadores del periodismo independiente.
El Ibex 35 acude a El Imparcial.es en ayuda de Anson por aquello de la influencia sostenida, a duras penas pero sostenidas. Sin embargo Vila se sostiene en todos los sentidos a expensas de las migas que le caen de la mesa de su anciano señor a su vez sostenido. Si el amo muere, el fiel le sigue; tarde o temprano, sin sustento se muere de asco contemplando en verdad la identidad que la dependencia solapó.
  •  Es lamentable que el nombre de este personaje esté produciendo tanto daño a la memoria de José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.
En realidad el desprestigio de la Fundación Ortega-Marañón no parece diezmar a sus farsantes directivos. Insensibles a las emergencias sociales siguen conculcando la moral básica aprovechándose del trabajo ajeno y echando las redes para pescar un alumnado tan sectario en la ignorancia como pretenden serlo los maestros ignorando las vergüenzas éticas que arrastran. Vivimos tiempos en que los farsantes todavía son considerados. Llegará el momento en que la farsa se acabará con las desvergüenzas públicas al descubierto.
Quienes van así por la vida acaban recogiendo siembras. La Fundación vive del lucro consentido y subvencionado. Aún así ya se sabe lo bien que se llevan entre despachos buscando los bocados a cualquier precio.
Cualquier día se lanzan todo contra todos  a la yugular desentendiéndose Ortega y Gasset de Gregorio Marañón y viceversa.
  •  Estoy siguiendo con mucho interés su serial sobre José María Ruiz Mateos, al que está reivindicando, él está ahora con Dios al que amaba. Es un serial muy importante y de fondo que le agradezco que esté publicando en Rambla Libre. Rumasa es cuestión importante y me gustaría hablar con usted de ese tema cuando concluya el serial.
En principio lo iba a llamar “Desenterrando a Ruiz-Mateos” por concitar la atención del potencial lector pues en estos artículos me dispongo a contar todo lo sucedido estos últimos años de vida de José María Ruiz-Mateos, con quien conviví intensamente en la resistencia atrincherada de las traiciones de familiares y amigos sumadas a las ya sabidas que dieron lugar al expolio de 1983. Un título que alude que si su alma descansa otros creen que enterrando su cuerpo ocultan con alivio sus vergüenzas. Siendo literalmente vergüenzas, es una aberración enterrarlas con quien se responsabilizó injustamente de lo sucedido con el Grupo Nueva Rumasa.

Formulo todas las preguntas con respuestas de una realidad que supera a toda ficción que la opinión pública desconoce.

Sirva de ejemplo curioso y asombroso-me cuesta creer al día de hoy que pudiera vivir tanto a su lado- cuando, acosado por los embargos, el empresario me pidió que consiguiera dinero para vender lo poco que no había sido embargado, gestionándolo yo y tratando con gitanos de tramoya que compilaron en Alondra, 2 las pertenencias para negociarlas y conseguir liquidez en una situación tremendamente difícil por la situación judicial.

Muchos son los vídeos inéditos de estos años y las fotografías de reuniones y momentos cotidianos  intentando solventar la situación de los Inversores.

Aterricé en la vida de D. José María, cuando me pidió encarecidamente que me implicara en ayudarle,  para sumergirme en un inmenso nido de ratas del presente de entonces y de su pasado. De esa experiencia he sacado más conclusiones que las  manifestadas por mí hasta el momento. Considero que por una cuestión de justicia, digamos universal, es tiempo de desvelarlas:

¿Quién fue el máximo responsable, junto a otros,  de la quiebra del Grupo Nueva Rumasa y la emisión de los pagarés? ¿Qué fue lo que pasó de verdad entre las paredes de Alondra, 2, o en las múltiples reuniones en casa de Begoña Ruiz-Mateos y Antonio Biondini donde pretendían manipular al empresario? ¿Quién es quién pese a las apariencias? ¿Cuál fue la relación con sus hijos? ¿Cuántas peleas hubo entre hermanos y broncas mayúsculas con el padre?¿Qué sucedía antes y después de  mis intervenciones, presionado, ante los medios de comunicación?¿Quién pretendió dirigirlo todo por encima de la voluntad del propio empresario ?¿Quién manipulaba a la prensa para dar a entender que el empresario estaba senil y demente cuando no era verdad?¿Bajo qué interesadas presiones pretendían que actuara yo ante los medios públicamente?

¿Cómo era Teresa Rivero con su marido? ¿Le torturaba psicológicamente desgastando la salud del empresario?¿Qué comía, estaba asistido higiénica y alimentariamente?¿Qué pensaba y callaba de Antonio Biondini?¿Se sentía abandonado de todos incluso de quienes decían quererle mucho ante las cámaras? ¿Cuántas iniciativas con la gran banca se tomaron, cuántas reuniones, con quién buscando soluciones? ¿Alguno se libra de ser un miserable en ese antro conformado personal y profesionalmente alrededor de Ruiz-Mateos? ¿Por qué desconfiaba de sus abogados? ¿Es la familia Ruiz-Mateos merecedora de vivir en paz y sin tragedias después de los muchos perjuicios causados a miles de personas? ¿Qué esconden unos y otros? ¿Quiénes mataron moralmente al empresario? ¿Qué pasó con los intensos trabajos realizados para pagar? ¿Quiénes se ocultan ruinmente detrás de mí, sin dar la cara sobre los trabajos que se emprendieron en España con múltiples firmas del empresario que conseguí a contrarreloj y con sentido de urgencia vital durante agotadores años para un proyecto internacional capaz de pagar a los Inversores?

 ¿Quiso la familia pagar a las víctimas de la estafa de Nueva Rumasa? ¿Qué trapos sucios de Antonio Biondini y Begoña Ruiz-Mateos descubrí casualmente en el 2013 y que me costaron el acoso y derribo público y rastrero del italiano manipulador y de juego sucio? ¿Pueden atentar al día de hoy contra la familia que debe casi quinientos millones de euros? ¿Cuáles fueron las verdaderas intenciones de Antonio Biondini y Begoña Ruiz-Mateos respecto a los Inversores? ¿Fue tan buena hija como la dramática Begoña Ruiz-Mateos aparentó ante los medios? ¿Qué pensaba el empresario de sus hijos y que dejó por escrito? ¿Qué sabía de Antonio Biondini y Begoña que fingía no saber? ¿Quiénes le abandonaron después de sacarle todo el dinero que pudieron durante la bonanza económica? ¿Dónde puede estar el dinero de los Inversores y quiénes dicen estar implicados en el ocultamiento? ¿Le importaba al empresario pagar a los Inversores por humanidad? ¿Qué se escondía tras la apariencia que no se captaba públicamente durante los últimos años de la vida del empresario?

Muchas gracias, don Enrique. Hasta la próxima cuando usted guste.
 

jueves, 6 de octubre de 2016

De haber sido Anson y Vila honrados...



Este artículo publicado en Las nueve musas-donde ejerzo de consejero editorial y jefe de sección-Opinión-, podría estar en El Imparcial.es de haber encontrado honradez en Luis María Anson y decencia humana en Joaquín Vila. Mis artículos son muy leídos y valorados. No hay ningún guarro que borre las preferencias lectoras por las redes sociales.

Así sucede con los publicados en Rambla Libre con gente muy interesada en saber qué hay detrás de la apariencia pulcra en las formas de Luis María Anson que se comporta de manera pútrida en cuanto a los fondos éticos y morales. Cuestiones que están conformando una serie de publicaciones en busca de cierta justicia elemental contra la hipocresía más lacerante practicada por estos impresentables ejemplos de caduca honorabilidad, definidos por sus actos.

http://lasnuevemusas.com/not/9762/golpe-a-pedro-sanchez/

Ante la prudencia electoral
GOLPE A PEDRO SÁNCHEZ

Los políticos no advierten la inteligencia de los electores en este inmenso tablero de ajedrez donde las dos españas están confrontadas frente a las urnas.
Contienden inteligentemente, imponiendo una voluntad de criterio que sobrepasa el análisis de la situación que los partidos políticos pervierten buscando intereses proselitistas, mientras los ciudadanos observan y deciden la estrategia que sus representantes han de llevar a cabo.
  
   ¿Es inteligente mantener un país sin dirección gubernativa? Lo es tratándose de la voluntad soberana de un pueblo al que no convencen sus representantes políticos. Lo cierto es que esta situación de hastío se ha convertido en una decisión madura de unos electores que representan democráticamente la traducción institucional de esta complicada Torre de Babel donde tantas lenguas pretenden imponer una comunicación que satura políticamente. Y esto no es un castigo divino sino el resultado de dar rienda suelta y alimentar los intereses dispares de cada cual hasta el extremo de que múltiples codicias pretendan llevarse el mejor bocado de un conjunto nacional que se resiste para no sucumbir en el embate del todos contra todos. Se defiende este país por sus electores, siendo la voluntad popular fiel reflejo de una intención que trata a sus políticos como si fueran títeres. Pura sabiduría.


   El pueblo está sacando los colores a sus representantes. No a los rivales sino al conjunto político, a la sazón los culpables de las miserias del país.


Vota sin convencimiento pero firmemente enojado, con la prioridad de la crítica antes que la del consenso. Busca plasmar democráticamente la constancia de los descontentos sin dejar de poner a prueba a los candidatos. No es un voto inamovible sino susceptible de cambio así como lo es también la decisión de votar en blanco. La ciudadanía está probando y no deja de observar.
  
   Las antes inevitables elecciones generales  iban a conllevar más decisión práctica y menos vacilación, buscando reflejar la insatisfacción pero en la apuesta por levantar el castigo a los causantes de los males, así remediar peores incertidumbres. Lo de Galicia no es casualidad ni un capricho temporal, sino una oportunidad sin que se pueda decir que hay un gesto de confianza. Es la listeza del ciudadano que no tensa más la cuerda sabiendo lo que se juega por las novedades de tintes bolivarianos en unión con los múltiples partidos que pretenden la escisión del territorio español.

   Ceder no significaría dejar de tener la sartén por el mango. El pueblo ante las urnas cocina a sus políticos y, si es menester la antropofagia para sobrevivir, se los fagocita. Tal cual sucede con los perdedores de estas últimas  elecciones autonómicas que son las marionetas de lo que verdaderamente mueve enérgicamente los hilos: la hartura de una soberana voluntad popular.
 

  Los ciudadanos de derecha e izquierda tienen muy claro cuál es el percal político existente y con quién se están jugando los cuartos de sus ahorros y de sus vidas enteras. Ellos mandan y si hay que poner al político a hacer el pino lo obligarán a dar su discurso boca bajo. Es la realidad inteligente de un país que no traga a la clase política pero sabe muy bien lo que arriesga y hasta cuánto puede apretar la soga del inconformismo sin llegar a estrangularse.

  Dos elecciones generales, otra que parecía en ciernes antes del golpe de mano contra el díscolo Sánchez,  y antes las municipales brindando la alternativa a los aficionados populistas, los ciudadanos no han dado el brazo a torcer exhibiendo la ineptitud de quienes los representan. Pero hay cambio de ritmo. Unas autonómicas en Galicia y País Vasco dirigen el timón con orientación previsiblemente resolutiva,  después de navegar en círculos y con la calma chicha de la aprensión hacia las promesas políticas.

  En este barco los grumetes son de la clase política, porque lo que marca el norte socio político del país con este inédito estadio de indecisión para formar un Gobierno estable, es la actitud de los electores frente a la política nacional.  Están representados todos según una percepción anímica que es lo que trasciende diáfanamente para comprender la duda y el hartazgo de la calle como primordial motivación a la hora de depositar un voto.
 

   Las últimas elecciones en Galicia y en el País Vasco aclaran aparentemente el panorama y despejan las incógnitas de la indecisión que ha regido el horizonte político estos últimos meses, cuando hasta anteayer parecíamos  abocados a una nueva cita electoral para intentar dirimir el vacío de poder cuyos perjuicios son evidentes e insostenibles sin atisbo de solución. Aclaran solo aparentemente.
  
  El triunfo del PP está condicionado por el hartazgo de los gallegos que quisieron probar suerte con las mareas populistas. No es una reconciliación del electorado del Partido Popular sino una decisión de supervivencia para evitar que influyan en sus vidas peores condicionamientos socio políticos de extremismos que se saben ya dañosos después de mostrar las intenciones. Los gallegos han dejado de echar el pulso al partido que nos les convenció para evitar peores males del radicalismo independentista, entre otros. La deriva separatista no hace patria gallega que parece estar incondicionalmente unida al destino de la España conjunta.

  Las bases militantes del PSOE han dejado patente su desilusión sin cejar en el empeño de seguir retando al partido de Pedro Sánchez que no parece estar en consonancia con los deseos electorales de sus seguidores. Al no perder mucho por no jugarse nada, los gallegos y los vascos han querido puntualizar el descontento  prolongado mostrando la evidencia de falta de liderazgo que pretendía imponer de manera caciquil el ya ex secretario general que, como respuesta a los nefastos resultados, se enfrentaba a los críticos con chulescas actitudes, no obstante se jugaba la supervivencia personal a costa de un desgastado socialismo incapaz de contraponer una alternativa.

  El bipartidismo, nos guste o no,  es el objeto del reto siendo satélites y factores complementarios las demás fuerzas políticas. La prueba condicional a los políticos sigue concentrándose en los partidos de la casta. Ciudadanos no convence en esa difícil posición de ser la bisagra que cuando contenta a unos pierde las simpatías de otros. Un inmaduro Rivera todavía no ha aprendido que no se puede intentar satisfacer a todo el mundo, en vez de posicionar un credo que aun siendo versátil debería ser inequívoco para no sembrar la confusión.
   
Todos parecen saber cuál es el sitio donde les pone el votante. Todos menos el ególatra Pedro Sánchez que a otrora simpatizantes como a detractores de siempre los puso de acuerdo para contemplar indiferentes cómo se colgaba de la soga de su ineptitud y necedad personales. Él mismo ha apretado el nudo y ya nadie tiene interés en mirar cómo se quiebra el cuello de la ambición, porque no se recuerda peor parasitación personalista, a cuenta de la política nacional, vendiendo a todos los suyos. Con Comité Federal o sin él,  Sánchez había dado un salto al vacío donde no cabía la marcha atrás. Los crujidos se escucharon el sábado evitándose el heterodoxo gobierno del cambio que habría acabado con el PSOE siendo testigo interesado la complacencia podemita. 

  El bloqueo puede darse por finalizado con la caída del insurrecto ex secretario general que estaba dispuesto a venderse gobernando junto a un totum revolutum de socios intrigantes e imprevisibles. Pero es solo una estrategia de supervivencia en un partido que espera su oportunidad si Rajoy no aprende la lección de la deslealtad en cuanto al compromiso electoral.

  Con esa simuladora corrección política que tanto nos ha dañado por sus hipócritas ocultaciones, las espadas están en alto que no los cuchillos entre los dientes. Esto torna a parecer un duelo entre caballeros de la política, aunque ya nadie confíe en los principios de los contendientes ni en la utilidad de los candidatos. 

Encorajinados, otros tendrán que seguir sin izar el pabellón pirata aun tan cerca como han estado del abordaje de España.