GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

martes, 12 de junio de 2018

El antipolítico Donald Trump o cómo acertar en el análisis periodístico-Artículo en Rambla Libre


Ignacio Fernández Candela.
Nota previa del editor: desde Rambla Libre nos felicitamos por la excepcional intuición de nuestro analista sociopolítico Ignacio Fernández Candelaquien a contracorriente del periodismo nacional e internacional y de las apariencias que suponían una escalada de tensión nuclear, hace ocho meses supo deducir la estrategia de Donald Trump para conseguir el acercamiento con Kim Jong-un y  Corea del Norte que hoy se ha materializado con el encuentro de los dos estadistas.
Este fue el artículo escrito el 13 de noviembre de 2017-publicado en Revista de artes, ciencias y humanidades ~ Las nueve musas donde es consejero editorial y jefe de sección de Opinión-que acertó con esmerado análisis sobre todo cuanto ha sucedido ocho meses después, cuando entonces nadie apostaba por la resolución del conflicto.
Ignacio Fernández Candela es uno de los mejores columnistas de España quien con singular destreza intelectual y literaria, analiza con acierto y a diario  la actualidad nacional y del mundo.
Enrique de Diego 
El antipolítico Donald Trump
El republicano Donald Trump está demostrando tener cintura para esquivar los ataques del exterior, como si el marasmo de las relaciones internacionales pudiera templarse con una gestión al modo empresarial, sin considerar los gravosos antecedentes de los conflictos políticos y económicos.
A pesar de actuar de modo contrario aparentemente, como magnate no ignora que las mejores oportunidades surgen de las más profundas crisis, y aunque con esos parámetros de conflictividad nada hay seguro parece saber que siempre se encuentra un método de resolución de problemas, por muy arriesgados que sean.
En su agenda secreta como presidente está resolver el problema coreano con una puerta abierta a negociación, en cuanto haya el menor resquicio de transigencia. Donald Trump es un innovador y sobre todo será una oxigenación si consigue llevar a cabo sus planes de pacificación mundial. Pues a pesar de los trepidantes ritmos de la radicalización de amenazas contra Corea del Norte, que secunda Kim Jong-un devolviéndolas  contra Corea del Sur, Japón  y el propio Estados Unidos, su función diplomática está siendo más determinante con acercamientos a China y Rusia que desde el punto de vista meramente político no tendrían tanta influencia para apaciguar el conflicto. Trump comercializa consenso y sabe cómo buscar aliados y dónde agradarlos facilitándoles beneficio.
Del duelo presidencialista  en las alturas, esgrimiendo la amenaza nuclear, se ha pasado al insulto personal en este patio de recreo donde el líder coreano ha transformado sus beligerancias armamentísticas, en una observación del contrincante y una guerra psicológica y propagandística menor. Twitter se ha transformado en una oficina diplomática de acceso directo a la cúpula norcoreana. Trump deja caer que algún día quizá se hagan amigos Kim Jong-un y él. No existe improvisación en alguien que conoce perfectamente con quien trata en todo momento.  Y ese es el riesgo, no entenderle la jugada hasta conseguir el objetivo. En tanto su osadía es tomada como insensatez, alguien que crea una fortuna por sus medios personales, está preparado para asumir la falta de fe en su credo pragmático.
Trump también parece entretejer el futuro comercio mundial integrando a China en el multilateralismo, en tanto finge autoexcluir a Estados Unidos de la competencia con medidas proteccionistas basadas en tratados puntuales con cada país. No admitió el elevado coste que supuso el Acuerdo Transpacífico de Colaboración Económica, pero lo cierto es que su decisión saliendo de él ha impulsado una política aperturista en China que permitirá beneficiarse a países en desarrollo, con inversiones internacionales. La negativa de Trump incluso ha impelido a que otros países obtengan acuerdos comerciales dinámicos y participativos.
Al muy singular  Donald Trump se le puede denominar de muchos modos en función de su caricaturesco carácter que seguramente implica su propia esencia del poder, a sabiendas de la promoción adicional que implica el recurso psicológico en permanente funcionalidad, así observar las reacciones de quienes reciben su mensaje; pero en absoluto es elemental. El alcance de sus decisiones se proyecta más allá de la apariencia y el factor sorpresa a medio y largo plazo, es una estrategia para mantener la dirección de lo ideado tanto en política interna como exterior.
La ambición globalista de Donald Trump parece que pasa por la intención de relanzar el comercio a escala mundial dejando que los participantes tercien en las batallas y los acuerdos, potenciando la sana competitividad donde no parece importar pasar el testigo a una China que monopoliza las transacciones comerciales masivas, China interpreta la globalización como tendencia histórica irreversible y toma el testigo del liderazgo con renovada mira universalista. Los planes del republicano Trump son medidos con voluntad cortoplacista en la inminencia de sus declaraciones que esconden otras intenciones a medio y largo plazo. Pudiera decirse que con capacidad visionaria, Trump quiere implicar al mundo en su etapa presidencial, ampliar las miras de una comercialización universal al alcance de su influencia, dejando que cada cual asuma su papel protagónico e impulsen todos un plan de relanzamiento comercial que no dejaría de estar tutelado por Estados Unidos que puede ser el maestro que cambie de táctica llegado el momento de alcanzar otros objetivos encubiertos pero propicios para todos los integrantes del orden mundial económico.
Del mismo modo, el acercamiento a Vladimir Putin es revelador de que no ignora la Administración norteamericana el rol primordial que desempeña Rusia en el equilibrio de la geopolítica del mundo.
En Twitter deja entrever esas planificaciones que no pueden desbrozarse con claridad meridiana por los múltiples factores que inciden sobre las decisiones, pero hay una declaración de intenciones en su lacónica expresión:
“When will all the haters and fools out there realize that having a good relationship with Russia is a good thing, not a bad thing. There always playing politics – bad for our country. I want to solve North Korea, Syria, Ukraine, terrorism, and Russia can greatly help!”.
“A ver cuándo se dan cuenta los ‘haters’ y los locos de ahí fuera que tener una buena relación con Rusia es bueno, no es mala cosa. Siempre están jugando a hacer política. Eso es malo para nuestro país. ¡Quiero resolver la situación en Corea del Norte, en Siria, en Ucrania, el terrorismo y Rusia puede ayudar enormemente!”
Trump no es un político antes bien guía la presidencia de EEUU como un zorro de las finanzas y de las relaciones personales ahora extrapoladas al mundo y a los dirigentes de Estado. No parece importarle los antecedentes políticos y seguir la cuerda de la conflictividad como algo inamovible o susceptible de enquistarse. Busca soluciones e interacciona los poderes mundiales para favorecer a su país manteniendo una visión global del mundo al que influye con sus decisiones operativas tal cual fueron sus tácticas empresariales. Por eso llama locos a los que juegan a la política como un lastre para la resolución de las adversidades.
O eso en un presidente mucho más tenaz de lo que finge ser y que da miedo por sus maneras poco ortodoxas que sin embargo parecen resultar, o estamos ante un loco que sin considerar los antecedentes de la política histórica, terminará por desencadenar una confrontación que hará temblar el mundo; no obstante se ha enfrentado con el Partido Republicano obteniendo apoyo de los demócratas contradiciendo la marcha natural de la política norteamericana. ¿Qué no esperar en otras áreas territoriales más extensas y menos previsibles?
A Trump le van las estrategias arriesgadas y juega para ganar. Un jugador de riesgo que sabe mucho de amagar y dar, hasta ahora sin que se desmorone el panorama político que ha incluido en su estrategia empresarial del más alto nivel como presidente de EEUU.

No hay comentarios: