(Avance).
Salmos 144:4
El hombre es semejante a un soplo; sus días son como una sombra que pasa.
Oh, ínclito Anson:
Vanidad de vanidades y todo vanidad, como decía el sabio Predicador en el Libro del Eclesiastés... ¿De qué sirve llegar tan alto después de toda una vida, para caer tan bajo en un instante?
Vas a disculparme si te tuteo pues tu actitud personal conmigo ha desnudado la parafernalia de la distinción social. Veo como eres sin adornos ni excelentísimo. Te veo.
Después de tantas honras disfrutadas y honores acumulados, en un momento demostrada tanta carencia. Será que la apariencia engaña hasta que en Justicia se desvela la realidad que es la cosecha de los actos. Tus actos.
Como dirías con académico y abracadabrante estilo: "portando la cachicuerna de la traición en ristre, desde el trono curul de la moral imperturbable en la Presidencia de El Imparcial.es, el acometedor de humanidades por mor de principescos premios contempla impávido la indecencia". Indecencia contra mí, Luis María...
(continuará)
1 comentario:
La integridad de las personas, las hace grandes sin ésta son mediocres, merecedores de pastar en los restos de los estelcoleros, Nacho es una persona íntegra pese a quien pese. Usteded basurs
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