"Guarros son los que hacen guarradas", diría Forrest Gump. Aparentemente honorable, ¿El Imparcial.es es un antro de explotación carente de moral y decencia? Escritos 90 artículos en casi dos años, posicionados en primeros lugares sin cobrar ni un euro, me echan después de estar sometido a un sutil y despreciable mobbing. Busco ética elemental en Anson; ¿alguien digno en El Imparcial.es? Pasen y conozcan la hipócrita condición de estos explotadores y aprovechados sin conciencia.
GUARRADA
guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española
lunes, 14 de diciembre de 2015
Subo precio de mis columnas a 6.000 euros
Dado el carácter doloso de alguna gente en un periódico que engaña del modo que estoy denunciando; que avasalla con marcado carácter de indecencia moral; que explota e intenta humillar a quien ha aportado integridad, honradez y competencia leal, he calculado que unas columnas posicionadas en primeros lugares de Google son un rendimiento evidente que contrasta con la chulería, el desagradecimiento y el mal hacer de los que han actuado con ruindad sin haberles dado motivo.
"No se puede dar perlas a puercos no sea que se revuelvan e intenten destrozarte", decía Jesús. Desconocía ese carácter traidor y parasitario de cuantos he tratado confiadamente, pero ahora están identificados según sus sucias actuaciones.
Todo esto tiene un precio moral que pienso cobrármelo con la Justicia de la vida que da a cada cual lo suyo, pero también hay un valor monetario que cifro en 6.000 euros. 60 euros de mierda por cada 90 de las columnas sobresalientes, más un suplemento ínfimo para lo que he aguantado de tan ejemplares profesionales especializados en acoso y explotación. O eso o el respeto que merezco y las disculpas pertinentes por esta guarrada, por este atropello infame e inmerecido.
Se pueden reír los necios, pero ya sabiendo con quién estoy tratando habrá que diseccionar las entrañas morales de ciertos personajes en cuyos actos, y no en la apariencia falsa de la dignidad, están verdaderamente reflejados.
En consecuencia, también me dirigiré a los incautos anunciantes para que comprueben con quién se juegan los gastos. Tanta publicidad, por cierto, ralentiza el servidor y los anunciados de modo tan desordenado y apelotonado se convierten en molestias visuales para el lector. ¿No han echado un vistazo para marearse con tanto anuncio consiguiéndose la aversión de quien sufre el bombardeo descarado de un medio al que se nota de manera poco elegante la falta de recursos para subsistir?
Ahora que empieza a haber dinero, según me dijo Anson, me temo que la codicia es el embrión de futuras disputas entre los asociados a la espera de dar el bocado... seguro.
Porque , para qué nos vamos a engañar ahora que se han quitado la máscara y se muestra una usura salvaje: la cultura, la información, es lo de menos. Lo que importa es la pasta a tan acendrados espíritus de la civilización. Manda huevos la kultura esa.
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