"Guarros son los que hacen guarradas", diría Forrest Gump. Aparentemente honorable, ¿El Imparcial.es es un antro de explotación carente de moral y decencia? Escritos 90 artículos en casi dos años, posicionados en primeros lugares sin cobrar ni un euro, me echan después de estar sometido a un sutil y despreciable mobbing. Busco ética elemental en Anson; ¿alguien digno en El Imparcial.es? Pasen y conozcan la hipócrita condición de estos explotadores y aprovechados sin conciencia.
GUARRADA
guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española
jueves, 31 de diciembre de 2015
FELIZ AÑO NUEVO 2016 A MIS AMIG@S Y A LAS PERSONAS HONRADAS. Gracias por vuestra solidaridad
A los de comportamientos innobles, deshonestos y sucios solo les deseo JUSTICIA, la verdadera.
Que recojan sus siembras este Año que llega 2016. Basta desearles algo tan justo para que la vida les devuelva las guarradas que perpetran sin atisbo de civilizada conciencia.
Las perlas no son para los puercos, bien que lo decía Jesús, esos que se revuelven ingratos y traicioneros e intentan destrozarte. Codiciosos, vanidosos, soberbios, aprovechados, hipócritas... de todo hay en esas porquerizas del mundo que otros han de soportar, pero me consta que existen buenas personas... para ellos toda la Felicidad merecida.
El Imparcial.es: sinvergüenzas del pagaremos más adelante...
Depende de quien lo proponga haces menos caso o más. Anson parecía honesto y serio. Era del todo inexplicable que mostrara unas actitudes que solo se esperan en gentes de baja moral e integridad personal inexistente. Pero resultó que traspasó los límites, allá donde muchos aborrecerían ciertos comportamientos deshonestos.
Después de conocernos personalmente, el presidente del periódico, Luis María Anson, me incorporó como colaborador hace dos años para escribir semanalmente mis columnas que siguen posicionadas en primeros lugares de buscadores como Google como lo más leído por temáticas en El Imparcial.es, artículos y noticias incluidas. Aquella incorporación implicaba una valoración de mi trabajo que resultó quedar a expensas de un mañana no muy lejano.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/las-zancadillas-de-anson-por-ser-mas.html
Después de cumplir con un trabajo destacado, al cabo de esos dos años, un director de dudosa moralidad dice que me echa esgrimiendo las falacias-desmontadas en este blog- de una "escasísima" calidad de mis artículos que no leía nadie. Todo después de un execrable mobbing durante los últimos seis meses.
Anson, el que decía que no me preocupara porque él se encargaría de arreglar las irregularidades que estaba soportando, me escribe a continuación para sugerirme que acepte los criterios y acciones de Vila que me echa sin percibir ninguna compensación y con un intento de humillación que puede meterse, esto lo digo yo, por donde le quepa.
Al final han mostrado la cara de lo sinvergüenza tras la fachada de una honorabilidad inexistente.
Los parásitos que se aprovechan del trabajo de la gente honrada son una lacra que debería extirparse con afilado bisturí de nuestra sociedad tan castigada por desaprensivos y caraduras. Se puede esperar de todo por parte de gentuza sin moral, pero fue del todo inesperado encontrar este modus operandi de desvergüenza e impresentable parasitismo en El Imparcial.es dirigido por el infausto Joaquin Vila y presidido por Luis María Anson.
CONTENIDO DEL VÍDEO
“Ahora mismo no podemos pagarte, pero si empiezas a trabajar con nosotros te tendremos en cuenta para cuando facturemos más”.
“Para esto en concreto no nos han dado nada de presupuesto, pero ganarás visibilidad al estar tu nombre en público como autor del trabajo”.
“El primer trabajo es de prueba, y si nos gusta seguro que te llamaremos en el futuro para más encargos”.
Este es muy nteresante vídeo para dejar en evidencia a los CARADURAS Y SINVERGÜENZAS que te propongan trabajar gratis diciéndote que ya te pagarán cuando se pueda; tal y como discurseó Anson hace año y medio durante la presentación de El Espectador en la Fundación Ortega-Marañón. Tan distinguidos todos ellos.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
El ejemplo imposible de Anson sobre la honestidad
Cualquier persona con decencia que asista al lamentable espectáculo de explotación y abuso practicado contra mí por el infausto director Joaquin Vila, con la aquiescencia de Anson y los mandamases de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón (qué bajo proceder de los herederos de tanto tesoro del conocimiento verdadero que representaron los dos), diría que el ejemplo que dan algunos es una muestra de falsedad tan superlativa como vomitiva.
Ochenta años son muchos para saber de qué va lo de ser honorable, no solo parecerlo por interés personal o sectario. La conciencia es mucho más que una pose o un teatrillo de honores y ensalzamientos. Es curioso observar cómo gente que cree que ha aprendido hasta la última lección de la vida, se quedó sin saber nada de las elementales sobre el respeto hacia sí mismos.
La desvergüenza que está practicando Anson y los secuaces del engaño moral de El Imparcial.es y la Fundación Ortega y Gasset -Gregorio Marañón, eludiendo dar una respuesta coherente y justa a mis exigencias-no puede ser de otro modo confrontando con estas guarradas- de trato humano, se posiciona en lo más bajo de una sociedad donde la hipocresía de los que lanzan discursos moralistas condicionaron el presente y futuro de un país engañado.
Quien no paga por un intenso trabajo con expectativa de valorarlo y echa una cara pétrea y nauseabunda pretendiendo humillar a quien lo ha hecho durante dos años cumpliendo con sobresaliente empeño su cometido, es un malnacido según todos los cánones sociales de cualquier país del mundo.
No digo que Anson lo sea pero sí que actúa como un aprovechado y su silencio le enaltece muy poco, por mucho premio que se presuma de su labor periodística y cultural. La palabra sin obra es baldía y ridícula. Esta insensibilidad no debería permitírsela una conciencia que alardea de premios tan humanitarios como un Príncipe de Asturias. ¿Pareciera que los premios fueran a justificar las irregularidades profesionales y personales que en cualquier ciudadano serían consideradas de bajeza moral? Ejemplos así solo conducen al desequilibrio social y a la exclusión sin escrúpulos contra las personas honradas.
No debemos engañarnos contemplando este totum revolutum de intereses políticos, preguntándonos cómo hemos llegado a estos extremos. Lean los artículos anteriores y los que siguen publicando en el periódico Anson, Vila, Cano Ezcorría, Varela etc, y luego superpongan las acciones repulsivas que denuncio. Advertirán muy indignados el tufo de la hipocresía en cuantos aconsejan sobre el devenir político y social de España y del mundo. Así estamos.
Durante décadas los que han guiado un país y han sido ejemplo en el que fijarse para progresar, en realidad han sido los tahúres que han roto las reglas del juego con trampas que nos han costado la justicia social hasta los límites que acusamos. Solo se importan ellos, enriquecerse sin miramientos pretextando mirar por el bien común. Mentiras. España está como está después de ser sometida al engaño de gente sin escrúpulos que dice ser honrada y se alaba entre ella... que dice y no demuestra nada.
Ya no es solo la repulsión moral que inspiran los hipócritas de un calado tan desvergonzado que no pagan las deudas para embolsarse más a sus cresos presupuestos de parásitos sin alma, sino también las consecuencias de seguir respetando a quienes deberían ser objeto de escarnio público por la elemental falsedad de sus conceptos de dignidad y conciencia desbaratados por los hechos de la deshonestidad que indican realmente lo que son.
Hay mucho cínico, emperadores desnudos en España que alardean de elegancia. A estas personas entronizadas en la estupidez que contagia la fama y el encumbramiento sin valorar normas de dignidad, hay que explicarles, como si se tratara de niños, el porqué de sus falsedades y las consecuencias. Sus mentes complejas son proclives a justificar cualquier aberración sin indagar sobre la naturaleza de sus actos que parecen haber sido tan sucios como continuados y aceptados. Mucha indulgencia se conceden a sí mismos los necios.
Observando el teatro esperpéntico de los aprovechados que aspiran a ser respetados por sermonear, solo sermonear con discurso vacío, más les valdría atarse una rueda de molino y tirarse a un río, por representar el fariseísmo del que abominó Jesús durante su tortuoso paso por la Tierra para dejar en evidencia a los indignos de respeto que son tantos demonios del mundo que dicen mucho y no hacen nada. Ni obran en lo básico decente ni en lo más excelso, a no ser que sea para publicitarse ensoberbecidamente como salvadores de patrias. Pobre mundo este con estos salvadores de pacotilla.
Durante estos últimos cuatro años he conocido y tratado de tú a tú a insignes octogenarios de este país que me han hecho palidecer por vergüenza ajena. Son niñatos malcriados jugando a ganar en la vida, como sea.
Si con ochenta años no se ha aprendido sobre la decencia, poco queda por aleccionar a quienes han desperdiciado su vida para ser enterrados con la grandeza efímera de sus vanidades. Son como niños que cuando causan algún mal acostumbran a no ser corregidos ya que acumulan una gran cantidad de desmanes en sus existencias al no haber nadie que les corrija o los enderece. Saben que son poderosos y que pueden hacer lo que les dé la gana. Pero eso no es así cuando se les afea la conducta y se aplica el correctivo enfrentándoles a las miserias que dejan como rastro de un proceder nada ejemplar. Si no en la Tierra, pagarán las cuentas pendientes allá donde vayan, cuentas muy caras en comparación con lo que se me debe por un trabajo íntegro que he realizado confiando en gente de la que no debería fiarse nadie.
No aprenden, pero hay que decirles lo que son. Así que próximamente voy a explicarles, como si fueran párvulos-pues en realidad lo son en cuanto al aprendizaje del respeto hacia lo demás y hacia ellos mismos- por qué esas guarradas solo pueden provocarlas seres involucionados en el conocimiento práctico, aconsejable y beneficioso para ellos mismos, de las buenas siembras personales.
martes, 29 de diciembre de 2015
Preocupadísimo por la salud moral de Anson
Ay Anson, me preocupa tu salud moral. ¿No comprendes que aquí eres el rey del mambo pero allá se te habrán acabado las lisonjas y las juergas?
En lo mundano puedes callar, esconderte detrás de tu honorabilidad y dejar que otros hagan el trabajo sucio, pero en tu conciencia sabes bien lo que es correcto y lo que no. Obrar con esta codicia evitando la actitud de integridad no es inteligente ni práctico a tu edad. Donde habrás de marchar no hay simulación que valga.
Te será incómodo y hasta doloroso que no se vuelva a doblar una cerviz a tu paso o te lustren con la lengua los zapatos, pero al menos comprende que hay que irse con la cabeza bien alta. Lo que se ha provocado contra mí es simple y llanamente de caraduras. Aquí y en Pernambuco. Aprovechados infestos hay en el mundo entero. No creo que tú seas de esos pero tampoco lo desmientes con tus obras ahora, silenciado ante la evidencia de lo vergonzante.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/el-trabajo-se-respeta-se-paga-y-no-se.html
Si en la evidente y elemental moralidad que nos define más allá de los discursos no lo haces bien, no te imagino dando cuenta de los actos llegado tu momento. Estás cometiendo un garrafal error contra ti mismo, pero ni en la cuenta atrás aprende el sabio que cree saberlo todo. Vanidad de vanidades y todo vanidad.
Manifiéstate con valentía y honor sobre esta injusticia propia de los más bajos fondos personales y profesionales. Es lo que se esperaría de cualquier persona honrada y bien intencionada, qué menos de ti.
lunes, 28 de diciembre de 2015
Respuesta de un muy digno Anson a mis tres cartas abiertas, su padre..
Si hay decencia...
Presidente de El Imparcial.es presidente@elimparcial.es
Para
Ignacio Fernández Candela
Querido Ignacio:
He leído con mucho interés las cartas abiertas que me has mandado y comprendo tu indignación. También he repasado tu blog. La manera de expresarte es muy severa pero entiendo que es por lo que sientes después de todo lo vivido. Reconozco que has soportado algo de difícil explicación.
Cuando te envié el anterior correo diciéndote que debías aceptar la acción y los criterios de Joaquín Vila desconocía los argumentos para prescindir de tu trabajo. Me consta que eres un excelente columnista con acertada capacidad de análisis, resuelto y con calidad profesional. Es algo que nadie puede rebatir si se usa tanto la lógica como la evidencia con honrado parecer.
Además he comprobado personalmente que tus artículos están situados en primeros lugares, de lo que se deduce que has sido leído y mucho demostrando las inexactitudes del director al respecto.
Me parece justo que reivindiques tu derecho a ser tratado con humanidad y, por supuesto, tu derecho inexcusable a cobrar por el trabajo que has aportado en El Imparcial.es. Te pido disculpas por el trato incorrecto que has aguantado. Ignorar tus justas protestas sería una actitud no ya inadecuada sino deshonrosa para toda mi trayectoria personal. No soy así y tengo un sano y recto concepto de la justicia.
Estaré encantado de reunirme contigo para enderezar esta situación que se ha producido ajena a mi voluntad. Por favor, llama a asistencia de presidencia donde he dejado instrucciones precisas para que te traten con absoluto respeto que mereces. Te sigo teniendo en la más alta consideración y lamento las confusiones que hayas tenido respecto a mi persona. Soy honrado y honesto en mis actitudes y quiero que disipes toda duda acerca de ello.
Un fuerte abrazo
Luis María Anson
(Aclaración: de haber escrito Luis María Anson un correo así, ético, normal, honesto y digno, habría sido de celebrar. Desgraciadamente el señor calla ante esta aberración que denuncio. La carta está escrita, con carácter de sarcasmo, por mí un día 28 de Diciembre de Santos Inocentes. Por lo tanto, obviamente no es de Anson. Ya habría sido noble y honrado gesto).
¿Solo de los políticos, Anson?
domingo, 27 de diciembre de 2015
3ª Carta abierta al escondido Anson
Jeremías 22:13. Ay del que edifica su casa sin justicia y sus aposentos altos sin derecho, que a su prójimo hace trabajar de balde y no le da su salario.
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Hola, buen hombre, Anson:
Hermosa es la apariencia que conlleva un premio de humanidades, pero no tiene por qué haber falsedad en su receptor. Nada es lo que parece.
Siendo así que la apariencia engaña me tienes muy preocupado. Un humano insigne e inteligente como tú no puede parecer tan atrofiado en el conocimiento de las dilectas vertientes de la moral y la dignidad; recuerda, esas siembras humanitarias que revierten en beneficio de la sociedad que aleccionas con tus palabras en tu columna diaria de El Imparcial.es. Si pareces ausente en algo tan básico, probablemente es que te están ocultando la guarrada que aquí describo estando yo interesado en que manifiestes tu maestro parecer. A lo mejor no sabes de la misa la media y querrías enterarte de qué coño te hablo.
Hoy, 27 de Diciembre de 2015. "El único pablo Iglesias", primero por delante de las casi medio millón de búsquedas sobre lo publicado en El Imparcial.es acerca de Pablo Iglesias, noticias y artículos incluidas. Lo mismo que sucede con muchas de mis columnas posicionadas en lugares punteros.
Vuelvo a ponerte al corriente: después de 90 columnas entregadas semanalmente durante casi dos años con la legítima expectativa de ser pagadas "en un futuro", soportando los últimos seis meses un execrable, cobarde, desgastador y sutil mobbing, el director esgrime falazmente que prescinde de mi trabajo por su escasísima calidad-de por sí una maldad tan incalificable como cínica- y porque no lo leía nadie. Mentiras que desmonto aportando pruebas que muestran mis columnas en primerísimos posicionamientos de buscadores como Google, siendo las más leídas por delante de noticias y artículos editados en El Imparcial.es. Es decir, ¿que me expulsan mediocres de espíritu por puro y puto recelo inspirado por la envidia? En el colmo de la desvergüenza y la caradura, después de aprovecharse de mi intensa labor, no hay mención a una justa y decente valoración monetaria por lo aportado durante casi 24 meses. La guarrada solo puede estar a la altura, la bajeza, de un miserable concepto de la honradez.
Me vas a permitir el breve silencio durante la Navidad pues, después de estas putadas incalificables por las que algunas víctimas se suicidan y a otras les da por matar, escayolada mi mano que me ha impedido el impulso de ir a visitaros, decidí apaciguarme al calor de la familia, amigos, y con el apoyo de mi pareja evitando los nauseabundos métodos y defecadas respetabilidades de la falsedad que he conocido recientemente, por sorpresa, como si en tu periódico hubieran abierto la tapa de un inodoro que conecta con las cloacas infinitas de la infamia en conexión con el mismísimo infierno... de las desvergüenzas. Algunas caras que te rodean no pasan desapercibidas, no.
Es obvio que en ese váter para conciencias diarreicas se sientan culos que gustan olerse entre ellos por ser de la misma condición hipócrita. Apestan a instinto depredador pero perciben aromas de ambrosía por cada ventosidad que dejan escapar, intentando disimular con gran dificultad el decoro y la decencia que no les pertenece ni pertenecerá jamás, salvo en el espejismo de la forma humana y las opiniones vertidas en un periódico como si jamás hubiesen roto un plato, angelitos ellos. Pero no hay colonia ni desodorante que minore el tufo de la traición y el parasitismo por abuso. Lo que denuncio no es de condición humana, sino un desvarío innatural. Una crueldad tan pestilente no existe en la zoología terrena sino en el inframundo de los demonios que van por la vida con apariencia de animales racionales.
He conocido a tu gente y no me gusta. Te juntas con amigos poco aconsejables, acaso ellos también. No sabes, excelente Anson, cómo ventea el mundo a duras penas estas inmundicias porque a pesar de ser muy grande no deja de ser un pañuelo donde se encuentra fácilmente esa muestra de nuestras involuciones civilizadas que es la maldad sin vergüenza. Porque ya basta hasta la repulsión soportar guarradas, pero encima no tomarse la molestia de disimularlas es una guarrada multiplicada. Tanta porqueriza y tantos despachos llenos... Con sabrosa razón dicen que del cerdo se aprovecha todo, aunque es distinto decir que los cerdos se aprovechan de todo. Distinto.
Espero que no me hayas echado de menos abrazado a tus seres queridos, tú que eres, así lo presumo, de conciencia recta. Los míos son íntegros desde las raíces. Ignoro de qué se alimentan otros desde los orígenes pero está claro que mi proceder es más digno que el de esos cuyos actos repudio con violentado asco, por las formas empleadas y por una náusea vomitiva que inspiran algunos elementos con actitudes muy semejantes a la psicopatía. Son sobrantes de la existencia y no se reciclan.
Por eso has de disculparme que haya dejado de pensar un tiempo en estos casos repugnantes de la vida que algunos acentúan con guarros comportamientos y disfrutara de la paz del hogar, de mi novia que siente visceral asco por las bestias sin entrañas y de esos seres queridos que opinan que hay mucho hijo de Satanás suelto.
La experiencia me dice que hay gentuza que apesta en cuanto se la ve; el instinto advierte cuando nos hallamos ante seres sin decencia. Mira que fui a la presentación de El Espectador y vi algún bicho a mi izquierda que enrarecía el ambiente histórico y solemne de la biblioteca del Ortega-Marañón. Pero hay que vivir con la mejor de las intenciones y construir aunque uno se mueva entre escorpiones y serpientes de muy baja calaña. Eso procuré tratando con amorales oportunistas.
En fin, querido académico, quería participarte que no me olvido de ti, de tu grandeza ganada a pulso por el método Anson; método que te confieso a estas alturas desconocer pero que por lo observado tampoco estaría interesado en saber a tenor de este concreto ejemplo que pareces estar dando. Prefiero mi sencilla conciencia que no traspasa ciertos límites porque creo en la humanidad, en la integridad personal y en la obra que se siembra en buenos campos procurando aportar algo edificante y justo a este mundo de mentiras tan hipócritamente ensalzadas. Aunque siempre cabe la posibilidad de que aún no te hayas enterado de esto que te participo y quieras saber ahora de qué coño estoy hablando.
A estas alturas dudo de que ignores tan indigna guarrada, pero la apariencia puede engañar. Si fuera así, si por fin supieras sobre estas inmoralidades que encierran los despachos de tu periódico, te recomendaría dar menos palique de solemnidad y más ejemplo de rectitud solventando esta cuenta pendiente conmigo que cualquier persona con dignidad asumiría al mirarse en el espejo. Máxime si no se han olvidado los principios de humanidad por los que tú fuiste premiado.
Ignacio Fernández Candela
jueves, 24 de diciembre de 2015
Columnas EN PRIMERA POSICIÓN EL 24 DE DICIEMBRE: Vila, el embustero
EVIDENCIA DE LA SEGUNDA MENTIRA QUE ESGRIMÍA EL INDIGNO DE CREDIBILIDAD JOAQUÍN VILA, SOBRE QUE NO ERA LEÍDO POR NADIE:
"HACIA LA CONTIENDA CIVIL", ARTÍCULO DE CORTE SARCÁSTICO QUE SE PUBLICÓ EN JUNIO DEL 2014, SIGUE OCUPANDO PRIMEROS LUGARES POR ENCIMA DE MÁS DE 500.000 BÚSQUEDAS.
PRIMEROS LUGARES EN INTERNET BUSCANDO TEMAS GENÉRICOS, POR ENCIMA DE LA WIKIPEDIA, LIBRO, ARTÍCULO O NOTICIA, DE CUALQUIER MEDIO DE COMUNICACIÓN, POR LA RED. EN VARIOS BUSCADORES. La realidad es que echarme de El Imparcial.es fue por todo lo contrario. Mis columnas les hacían sombra e interactuaban por las redes sociales; de ahí que se borraran sin previo aviso más de 1.000 Me gusta de Facebook hace meses. La envidia de los vulgares siempre es traicionera.
LA PRIMERA MENTIRA DE LA "ESCASÍSIMA" CALIDAD DE LAS COLUMNAS ES DE UNA INFAMIA REPULSIVA, ESTANDO LA CALIDAD DE MI ESCRITURA REFRENDADA Y CONTRASTADA POR MEJORES PROFESIONALES QUE ÉL.
Visto el silencio después del maltrato miserable, el abuso apestoso y las mentiras que han procurado horadar mi dignidad profesional y personal, mis columnas aportadas durante 2 años suben precio a 9.000 euros.
El abuso y la explotación, como esta guarrada incalificable que denuncio, deberían ser erradicados de cuajo de esta sociedad consumida en el colmo de la paciencia.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Otra carta abierta a Anson y si acaso a la conciencia
Ínclito y eximio Anson:
Ah, Luis María, qué jodida es la conciencia, ¿verdad? Toda la vida corriendo raudo para atesorar los premios en lo que parecía una larga carrera de fondo, y con el paso efímero de los tiempos te sobra oxígeno que has acumulado en honores pero te falta pista para seguir destacando. Cuántos debieron caer a tu alrededor a saber si por inconscientes o inevitables zancadillas. Porque la vida es competencia depredadora para quienes escalan las cumbres con el objetivo de permanecer invictos... pero he aquí que la muerte ronda al final de las horas y es jodido el sudor frío que le recorre a uno sin saber qué ha atesorado de riqueza espiritual para irse calmo a esos lados ignotos que parecían, siquiera hace 20 años, tan lejanos.
Viendo cómo te conduces en estas etapas cruciales en que la conciencia regurgita las obras y el pensamiento, no quiero imaginarme en qué consistió tu competitiva existencia sin parecer haberte movido del sitio. Los méritos que se exigen allá no requieren de honras mundanas, tan equivocadas y banales.
En realidad no puedo admirarte sino apenarme por la tortura de tus sentidos humanos que se apagarán sin poder apoyarte en el báculo de la fama para que no te traqueteen demasiado los huesos cuando viajes al eterno espacio del incierto regreso... hacia una existencia en que no serás nadie, solo cadáver. De cuerpo seguro, espero que no de alma y lleves poco lastre contigo, no te vayan a arrastrar las profundas aguas del lago de la muerte donde nadie sabe nadar.
Lamento haberte reconocido por la apariencia para luego mostrarme la verdad de tu condición humana, tan distante al premio de humanidad que te ha distinguido ¿para vivir de las rentas de la insensibilidad? Vanidad de vanidades y todo vanidad. Yo pasaría miedo cada amanecer que se me restara de la vida si no tuviera muy seguro presentar algún óbolo del espíritu para pagarme un pasaje de calma y reconciliación en la balanza de mi existencia. Sin premios, ni grandezas, sin lujos ni aplausos. Si es solo ambición lo que te llevas deberías aterrorizarte pero espero que también cargues con sacos de decencia, la misma de la que has prescindido haciendo caso omiso a la elemental llamada a tu integridad moral.
Pido lo que es mío: respeto y humanidad en el trato, así como el justo pago a mi labor de la que ha parasitado El Imparcial.es durante dos años. El trabajo, no solo el tuyo, se respeta, se paga y no se borra.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/carta-abierta-al-angelical-joaquin-vila.html
Espero por tu bien que no hayas orquestado una canallada así y solo te hayas callado por natural soberbia. Lo segundo sería una circunstancia atenuante, cobarde pero atenuante, más fácil de entender que lo primero. No habría explicación para tanta necedad vomitada contra ti mismo. Tan pulcro hay que ser en la palabra como en el hecho, porque de lo contrario no deja de apestar la intención y no hay discurso que lo oxigene.
En todo caso te deseo la calma de conciencia y pocas noches en blanco, a estas alturas espero que no te sea demasiado tarde.
D. Ignacio Fernández Candela
Ah, Luis María, qué jodida es la conciencia, ¿verdad? Toda la vida corriendo raudo para atesorar los premios en lo que parecía una larga carrera de fondo, y con el paso efímero de los tiempos te sobra oxígeno que has acumulado en honores pero te falta pista para seguir destacando. Cuántos debieron caer a tu alrededor a saber si por inconscientes o inevitables zancadillas. Porque la vida es competencia depredadora para quienes escalan las cumbres con el objetivo de permanecer invictos... pero he aquí que la muerte ronda al final de las horas y es jodido el sudor frío que le recorre a uno sin saber qué ha atesorado de riqueza espiritual para irse calmo a esos lados ignotos que parecían, siquiera hace 20 años, tan lejanos.
Viendo cómo te conduces en estas etapas cruciales en que la conciencia regurgita las obras y el pensamiento, no quiero imaginarme en qué consistió tu competitiva existencia sin parecer haberte movido del sitio. Los méritos que se exigen allá no requieren de honras mundanas, tan equivocadas y banales.
En realidad no puedo admirarte sino apenarme por la tortura de tus sentidos humanos que se apagarán sin poder apoyarte en el báculo de la fama para que no te traqueteen demasiado los huesos cuando viajes al eterno espacio del incierto regreso... hacia una existencia en que no serás nadie, solo cadáver. De cuerpo seguro, espero que no de alma y lleves poco lastre contigo, no te vayan a arrastrar las profundas aguas del lago de la muerte donde nadie sabe nadar.
Lamento haberte reconocido por la apariencia para luego mostrarme la verdad de tu condición humana, tan distante al premio de humanidad que te ha distinguido ¿para vivir de las rentas de la insensibilidad? Vanidad de vanidades y todo vanidad. Yo pasaría miedo cada amanecer que se me restara de la vida si no tuviera muy seguro presentar algún óbolo del espíritu para pagarme un pasaje de calma y reconciliación en la balanza de mi existencia. Sin premios, ni grandezas, sin lujos ni aplausos. Si es solo ambición lo que te llevas deberías aterrorizarte pero espero que también cargues con sacos de decencia, la misma de la que has prescindido haciendo caso omiso a la elemental llamada a tu integridad moral.
Pido lo que es mío: respeto y humanidad en el trato, así como el justo pago a mi labor de la que ha parasitado El Imparcial.es durante dos años. El trabajo, no solo el tuyo, se respeta, se paga y no se borra.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/carta-abierta-al-angelical-joaquin-vila.html
Espero por tu bien que no hayas orquestado una canallada así y solo te hayas callado por natural soberbia. Lo segundo sería una circunstancia atenuante, cobarde pero atenuante, más fácil de entender que lo primero. No habría explicación para tanta necedad vomitada contra ti mismo. Tan pulcro hay que ser en la palabra como en el hecho, porque de lo contrario no deja de apestar la intención y no hay discurso que lo oxigene.
En todo caso te deseo la calma de conciencia y pocas noches en blanco, a estas alturas espero que no te sea demasiado tarde.
D. Ignacio Fernández Candela
Felices Falsedades a la comparsa del descrédito
Repugna ver a quien felicita la Navidad y celebrar las Fiestas después de haber sido lo contrario al espíritu de nobleza que inspira en estas fechas a las personas honradas de verdad. Muchos son los que no tienen nada que celebrar en este mundo, mientras los hipócritas brindan porque les vaya mejor después de pisotear las elementales reglas de la moral cada año de sus despreciables vidas..
Una vez que se identifican en esta Tierra a los que con bonitos discursos camuflan la fealdad interior, las palabras suenan a gruñidos y la pestilencia es insoportable.
Solo puedo desear a tan destacados representantes de la insensibilidad, de la deshumanización y la falsedad:
Que la hipocresía oculta sea la huella pública de vuestras vergüenzas en el próximo año 2016.
Carta abierta al escondido Anson
El hombre es semejante a un soplo; sus días son como una sombra que pasa.
Este es el correo con el que Anson me pide tragar la humillación injustificable de Vila y el intento de aplastarme después de someterme a un mobbing execrable durante meses para darme después la puntilla final con la expulsión sin cobrar un euro ni dar yo motivos para esta guarrada.
Dicho correo es toda una muestra de hipocresía que no me esperaba de este señor.
- Para
- 'Ignacio Fernández Candela'
Cuerpo del mensaje
Querido Ignacio:
Recibo tu carta, que he leído con el mayor interés. Te tengo en la más alta consideración
y siento mucho lo que me dices. La labor sustancial del presidente de un periódico es
respetar la acción y los criterios del director. Tienes que hacer un esfuerzo y procurar
respetar la acción y los criterios del director. Tienes que hacer un esfuerzo y procurar
mantener la relación adecuada con Joaquín Vila.
Un fuerte abrazo,
Luis María Anson
---------------------------------------------http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/es-anson-patidario-de-la-explotacion-y.html
Oh, ínclito Anson:
Vanidad de vanidades, todo es vanidad, como decía el sabio Predicador en el Libro del Eclesiastés... ¿De qué sirve llegar tan alto después de toda una vida, para luego caer tan bajo en un instante?
Vas a disculparme si te tuteo pues tu actitud personal conmigo ha desnudado la parafernalia de la distinción social. Veo como eres sin adornos ni excelentísimo. Te veo.
Después de tantas honras disfrutadas y honores acumulados, ¿en un momento demostrada tanta carencia? Será que la apariencia engaña hasta que en Justicia se desvela la realidad que es la cosecha de los actos. Tus actos.
Como dirías con académico y abracadabrante estilo: "portando la cachicuerna de la traición en ristre, desde el trono curul de la moral imperturbable en la Presidencia de El Imparcial.es, el acometedor de humanidades por mor de principescos premios contempla impávido la indecencia". Indecencia contra mí, Luis María.
Lo que me lleva a preguntar: ¿cuántas honestidades en apariencia, culminadas en la cúspide del orbe están aupadas sobre los cadáveres de gente honrada, pisada por la falta de escrúpulos y la carencia de básica moralidad?
Pues es solo eso, la ruin apariencia, la insigne muestra de una vergüenza escondida por la que muchos son personajes aclamados que solo son esperpénticas sombras de sí mismos; así no se vea el ser que se oculta tras el engañoso esplendor de las glorias mundanas, siendo ese mismo ser misérrimo valedor de escasas garantías espirituales que no acompañan para, en la ausencia de ellas, poder triunfar terrenamente. Pero... ¡cuánta insensatez de necios pensar que no hay juicio si no hay testigos!
Allá tú con la conciencia. Algo me dice que te arponea cuanto más se acentúa la cuenta atrás para ir hacia el camposanto. No necesito tu aprecio cuando tú tampoco necesitas el mío, percibiendo en tus cariñosas palabras la hipocresía con que se me ha tratado tan injustamente y de modo tan vergonzantemente oportunista. No necesito que me distingas con alta consideración cuando yo siquiera puedo considerarte en la más elemental credibilidad.
Juzga en soledad los últimos años de tu vida, que no te engañe la sublimación del halago con que te alimentas cada día... ¿De qué sirve ser Premio Príncipe de Asturias de las Humanidades y honrado con la exclusividad del reconocimiento público, si luego has sido en privado tan poco fiel a tu palabra e indiferente ante las guarradas inmorales de tus subordinados? Faltaría que fuesen de tu factura.
Después del deleznable trato recibido por el Imparcial.es, pido un trato humano y el justo precio a un trabajo. Dos cuestiones en las que no parece que estés versado si te silencias ante asuntos harto evidentes de honor y respeto por uno mismo ante los demás.
Vanidad de vanidades y solo vanidad... Si es verdad que en este mundo por la marcha definitiva se ha de abandonar la gloria que aplauden los hombres, ¿cuánta del espíritu has acumulado para validarte durante el silencio eterno? Sudores fríos tendría si disfrazara con honor y dignidad otras frivolidades mundanales.
Desde tu pedestal donde no te rozan las brisas de la necesidad humana, me preocuparía severamente al leer las palabras de Jesucristo, quien decía: " Ay de aquellos que sean aclamados por el mundo, porque ya habrán obtenido su recompensa".
Ten por seguro que sé reconocer el valor de la grandeza de los pequeños detalles como el detalle de la miseria personal con que me topo durante este caminar por el submundo de las hipocresías, así sea hasta expuesta la falsedad por la más alta identidad; la persona escondida, la que no se reconoce de tanto que muchos se cuidan de no mostrarla, pues llevo tratando un tiempo con la flor y nata de esta sociedad engañada donde nadie es quien parece ser. Ni siquiera, me temo, Luis María Anson.
Allá con tu conciencia. En mi caso, me has mostrado prescindir del reconocimiento al trabajo ajeno. No esperes que yo reconozca el tuyo sin saber ahora la legitimidad moral de tus éxitos. Conmigo no te has portado nada bien tomándote por paradigma de respetabilidad. Eres un fracaso como ejemplo.
Allá pues tú con tu solitaria conciencia, la que te conoce realmente lejos de los escenarios halagadores, si es que tanto refulgente brillo personal permite verte en el espejo tal cual hoy te contemplo yo, oscuro y falseado. Qué decepción visceral en un instante, tras tanta honra acumulada por una vida.
Vanidad de vanidades y solo vanidad. El tiempo es efímero y cercano el momento de la marcha; con la muerte tras la esquina de tu mañana, decisivo. Espero que hayas podido acumular otro tipo de riquezas menos presumidas; esas más humildes que sí podrás llevar contigo y te mostrarán el verdadero y más válido beneficio de tu existencia. Si no es así te compadezco, porque allí el engaño se sacude al entrar por las puertas de la verdadera realidad.
Allá el traje, aunque te entierren con él, no disimulará una vida demasiado bien aprovechada. Tú, como todos, sabrás cuánto y a costa de quién. Por mi parte, mi sospecha de que nada es lo que parece me la has convertido en vergonzante certeza... para ti.
P.D. Espero que tu falaz director, el de "operaciones indecentes", juzgue de calidad este escrito. No quisiera defraudarte con la "escasísima" calidad de mis columnas, ya borradas de El Imparcial.es; esas que no leía nadie aun estando posicionadas en primeros lugares de Internet que van descabalgando técnicamente para no dejar pruebas...
D. Ignacio Fernández Candela
Luis María Anson en el País de las Maravillas
Soy muy intuitivo, siempre lo fui. El 11 de Noviembre del 2013, mientras batallaba por erradicar el drama de los Inversores a petición de José María Ruiz-Mateos ( y a fe mía que luché pública y privadamente por sembrar un trabajo más que honrado-EN REALIDAD UNA PROEZA SACRIFICADA, POCO COMPRENDIDA Y HARTAMENTE DENOSTADA por muchos hipócritas, ignorantes y malintencionados y codiciosos) cuya cosecha no está perdida, dependiendo de otros que la han trabajado fuera de España también-,
http://laverdadocultadenuevarumasa.blogspot.com.es/2015/10/el-origen-del-drama-de-los-pagares.html
http://laverdadocultadenuevarumasa.blogspot.com.es/2015/02/mi-respuesta-al-banquero-del-proyecto.html
...escribí este artículo tratando la tibieza de Luis María Anson para no comprometerse con temas escabrosos que podrían haber perjudicado su raudo ascenso social.
Esto es lo que dije entonces, quizá previendo lo que me sucedería después con él al tratarlo en persona; a él y a su séquito de falsedad que habita en El Imparcial.es.
ANSON EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
En esta España vilmente dañada,
nefasto es el perjuicio que se ha sufrido a manos de maleantes como la
indolencia de los testigos acobardados ante los males padecidos durante más de treinta
años. Algunos de esos testigos han
creado una especie de realidad paralela,
tan academicista como falsaria, que sólo se la cree quien está al margen
moralmente de lo que verdaderamente los ciudadanos están padeciendo.
En este país hay muchas medias tintas que encubren una situación escabrosamente desintegradora, conformismos alimentados por intereses personales que se desinteresan de la verdad por si fuera tan arriesgada como para atraer enemigos poco fáciles de controlar. La tibieza es un arma de supervivencia en lo cobarde y algunos la usan para flotar en medio de un naufragio mientras lucran sus carreras profesionales… pero el flotador de la demagogia termina siempre pinchando.
Ansón puede parecer el reputado hombre sabio de una democracia que después hemos descubierto hecha de mentiras; nada es lo que parecía siendo entonces esa sabiduría una falacia hecha a medida de los grandes beneficiados que han ejercido un poder omnímodo desde las sombras. Porque Luis María Ansón pertenece a la oscuridad de una realidad paralela que los españoles no viven en el día a día, siendo ya más de tres décadas de embustes que no se sostienen ni con canelas finas ni discursos falaces que no se identifican con la penosa realidad de España.
Antes colaba el discurso de la honorabilidad de un país construido desde el espíritu de la Transición, pero ahora ese espíritu se ha develado como una excusa para robar a manos llenas ese país hasta convertirlo en una ruina que el socialismo ha provocado de manera sistemática. No cabe defensa de forajidos viendo las consecuencias de tantos destrozos.
Cuando Ansón pregona la honradez de Felipe González, dan ganas de saber qué impulsa a una mente tan poco dada a pronunciamientos incondicionales para ensalzar a quien se compró la impunidad de sus delitos vendiendo la seguridad económica de todo un país.
http://www.elimparcial.es//a-espana-le-conviene-un-psoe-robusto-130537.html
Después de la Conferencia Política, Ansón aboga por un PSOE fuerte al estilo del gobierno liderado por Felipe González, el capaz ladrón que salió ensalzado después de robar el 10% del PIB español, Rumasa incluida con la que se lucraron intereses particulares pasando factura de dos Billones de pesetas a la ciudadanía. No pierde la oportunidad de arrimarse a la influencia, de restregarse solícito ante la misma flor y nata que ha envilecido un país, ante el orquestador de que la influencia política ganara la mano a la independencia judicial de la que carecemos en este fingido estado de derecho, sólo posible en los magines de un fantástico cuenta cuentos como Luis María Ansón.
Basta no profundizar en los entresijos de acontecimientos que han ocasionado las malignidades que tantos sufren, para ser escurridizo en lo arriesgado pero enaltecido en lo previsible. Ansón se procuró un respeto, callando la verdad que no le convenía dar a conocer. Porque en tanto algunos pretenden que un país aniquilado se remonte a los años antes de la matanza del 11-M, como si jamás hubiera existido, otros, la inmensa mayoría de la población, deducen que nada es como parece y que si la corrupción hoy campa a sus anchas fue porque siempre lo hizo, sólo que entonces de manera solapada, inadvertida y disimulada.
Desmerecido respeto se ha profesado a tantos que han permitido el expolio permanente y las estrategias ocultas que han abandonado a la deriva un pueblo de continuo explotado y que paga de su bolsillo los desaguisados políticos. Se complació una cohorte de arribistas que se repartieron el tinglado social y económico, mientras se plantaban las bases de corruptelas que décadas después no sostuvieron el complejo entramado de una deficitario país, de amoralidad inconfesable, donde primó el interés particular hasta desfondar la economía nacional.
España se inició en el delito aceptado por sectarismo jurídico con el latrocinio de Rumasa y pasó a mayores envergaduras de criminal corrupción con el golpe del 11-M y su posterior enterramiento en los tribunales.
Luis María Ansón escribe como hace veinte años. Se sacude las migas del pastel envenenado que hicieron comer a los españoles y aboga por la creación de un horno donde seguir produciendo esos dulces pasteles democráticos que terminarán aniquilándonos. ¿Un PSOE fuerte que robe o pacte secretamente con los enemigos del país? Plausible el disimulo del periodista para ignorar los daños y dar por bueno lo nefasto.
No son válidas esas líneas argumentales de continuidad sobre la Transición democrática, cuando los hechos han demostrado que fue un espejismo en tanto se pergeñaba este infierno de codicias e intereses ocultos de la actualidad. Ese averno fue posibilitado cuando el felipismo politizó la Justicia para que cualquier criminalidad fuera pasada por el tamiz de sectarios tribunales normalizando el delito, continuado y aceptado.
Ansón sigue escribiendo sus columnas con una credibilidad rayana en lo vergonzante, porque decir que Felipe González fue un hombre honrado hasta considerarle un benefactor patrio, es de un descaro fabulado que roza lo indecente.
La Historia de España contemporánea se ha escrito con plumas de algunos beneficiados que durante las tragedias se han mantenido al margen de pronunciamientos taxativos, repartiendo críticas y ditirambos a partes iguales y cuidándose mucho de no desestabilizar la balanza de la conveniencia personal. Porque ser honrado a ultranza en España no es buen consejo para la especulación. Amontonar beneficios con una neutralidad efectista es una buena filosofía de ganancia en lo personal, aunque pierda lo colectivo. Lo importante es mantenerse en la brecha contentando a unos y a otros, asegurándose un estatus y ganándose el respeto de lo interesado.
España se ha construido, durante su extraña historia constitucional, con encubiertas tramas que hoy afloran y que demuestran el pútrido cariz de los protagonistas que la hicieron posible, para desembocar en este laberinto de incertidumbres donde todo puede pasar en el futuro.
Ignorarlo puede parecer una necedad siendo ya tan evidente, pero también la pose perfecta para librarse de la quema y ser testigo privilegiado, y a salvo, de la destrucción que otros han de sufrir.
En este país hay muchas medias tintas que encubren una situación escabrosamente desintegradora, conformismos alimentados por intereses personales que se desinteresan de la verdad por si fuera tan arriesgada como para atraer enemigos poco fáciles de controlar. La tibieza es un arma de supervivencia en lo cobarde y algunos la usan para flotar en medio de un naufragio mientras lucran sus carreras profesionales… pero el flotador de la demagogia termina siempre pinchando.
Ansón puede parecer el reputado hombre sabio de una democracia que después hemos descubierto hecha de mentiras; nada es lo que parecía siendo entonces esa sabiduría una falacia hecha a medida de los grandes beneficiados que han ejercido un poder omnímodo desde las sombras. Porque Luis María Ansón pertenece a la oscuridad de una realidad paralela que los españoles no viven en el día a día, siendo ya más de tres décadas de embustes que no se sostienen ni con canelas finas ni discursos falaces que no se identifican con la penosa realidad de España.
Antes colaba el discurso de la honorabilidad de un país construido desde el espíritu de la Transición, pero ahora ese espíritu se ha develado como una excusa para robar a manos llenas ese país hasta convertirlo en una ruina que el socialismo ha provocado de manera sistemática. No cabe defensa de forajidos viendo las consecuencias de tantos destrozos.
Cuando Ansón pregona la honradez de Felipe González, dan ganas de saber qué impulsa a una mente tan poco dada a pronunciamientos incondicionales para ensalzar a quien se compró la impunidad de sus delitos vendiendo la seguridad económica de todo un país.
http://www.elimparcial.es//a-espana-le-conviene-un-psoe-robusto-130537.html
Después de la Conferencia Política, Ansón aboga por un PSOE fuerte al estilo del gobierno liderado por Felipe González, el capaz ladrón que salió ensalzado después de robar el 10% del PIB español, Rumasa incluida con la que se lucraron intereses particulares pasando factura de dos Billones de pesetas a la ciudadanía. No pierde la oportunidad de arrimarse a la influencia, de restregarse solícito ante la misma flor y nata que ha envilecido un país, ante el orquestador de que la influencia política ganara la mano a la independencia judicial de la que carecemos en este fingido estado de derecho, sólo posible en los magines de un fantástico cuenta cuentos como Luis María Ansón.
Basta no profundizar en los entresijos de acontecimientos que han ocasionado las malignidades que tantos sufren, para ser escurridizo en lo arriesgado pero enaltecido en lo previsible. Ansón se procuró un respeto, callando la verdad que no le convenía dar a conocer. Porque en tanto algunos pretenden que un país aniquilado se remonte a los años antes de la matanza del 11-M, como si jamás hubiera existido, otros, la inmensa mayoría de la población, deducen que nada es como parece y que si la corrupción hoy campa a sus anchas fue porque siempre lo hizo, sólo que entonces de manera solapada, inadvertida y disimulada.
Desmerecido respeto se ha profesado a tantos que han permitido el expolio permanente y las estrategias ocultas que han abandonado a la deriva un pueblo de continuo explotado y que paga de su bolsillo los desaguisados políticos. Se complació una cohorte de arribistas que se repartieron el tinglado social y económico, mientras se plantaban las bases de corruptelas que décadas después no sostuvieron el complejo entramado de una deficitario país, de amoralidad inconfesable, donde primó el interés particular hasta desfondar la economía nacional.
España se inició en el delito aceptado por sectarismo jurídico con el latrocinio de Rumasa y pasó a mayores envergaduras de criminal corrupción con el golpe del 11-M y su posterior enterramiento en los tribunales.
Luis María Ansón escribe como hace veinte años. Se sacude las migas del pastel envenenado que hicieron comer a los españoles y aboga por la creación de un horno donde seguir produciendo esos dulces pasteles democráticos que terminarán aniquilándonos. ¿Un PSOE fuerte que robe o pacte secretamente con los enemigos del país? Plausible el disimulo del periodista para ignorar los daños y dar por bueno lo nefasto.
No son válidas esas líneas argumentales de continuidad sobre la Transición democrática, cuando los hechos han demostrado que fue un espejismo en tanto se pergeñaba este infierno de codicias e intereses ocultos de la actualidad. Ese averno fue posibilitado cuando el felipismo politizó la Justicia para que cualquier criminalidad fuera pasada por el tamiz de sectarios tribunales normalizando el delito, continuado y aceptado.
Ansón sigue escribiendo sus columnas con una credibilidad rayana en lo vergonzante, porque decir que Felipe González fue un hombre honrado hasta considerarle un benefactor patrio, es de un descaro fabulado que roza lo indecente.
La Historia de España contemporánea se ha escrito con plumas de algunos beneficiados que durante las tragedias se han mantenido al margen de pronunciamientos taxativos, repartiendo críticas y ditirambos a partes iguales y cuidándose mucho de no desestabilizar la balanza de la conveniencia personal. Porque ser honrado a ultranza en España no es buen consejo para la especulación. Amontonar beneficios con una neutralidad efectista es una buena filosofía de ganancia en lo personal, aunque pierda lo colectivo. Lo importante es mantenerse en la brecha contentando a unos y a otros, asegurándose un estatus y ganándose el respeto de lo interesado.
España se ha construido, durante su extraña historia constitucional, con encubiertas tramas que hoy afloran y que demuestran el pútrido cariz de los protagonistas que la hicieron posible, para desembocar en este laberinto de incertidumbres donde todo puede pasar en el futuro.
Ignorarlo puede parecer una necedad siendo ya tan evidente, pero también la pose perfecta para librarse de la quema y ser testigo privilegiado, y a salvo, de la destrucción que otros han de sufrir.
Ignacio Fernández Candela
martes, 22 de diciembre de 2015
Forjado de coraje y harto de gentuza
Muchos de los que me critican o pretenden humillarme, son gentuzas de vida fácil que no han vivido, ni por asomo, algunas de las experiencias de auto superación que he sobrepasado cuando muchos otros habrían sucumbido.
Muy seguramente la gentualla que me pretende este daño no ha vivenciado la dureza de los sacrificados retos que he vencido pese a tener todo, al principio, en mi contra. En Marzo de 2009 vi una pistola a punto de dispararse a un palmo de la cara y otras 11 apuntándome al confundirme con un criminal a la fuga perseguido por seis coches de la Policía Nacional; un asesino que portaba arma de fuego y granada de mano. Sin saberlo me había convertido en un peligro público por los errores y absurdos que sucedieron encadenadamente aquella noche. Sentado en mi motocicleta y con el casco integral puesto fui violentamente detenido en una situación donde la realidad supera a la ficción. Después de eso y más experiencias de superviviente, los mierdas de segunda y tercera división que pretenden dañarme en este mundo pueden irse literalmente a tomar por culo.
Unas confusiones y el añadido de que unos delincuentes muy peligrosos habían huido en una moto de alta cilindrada justo cuando yo pasaba por allí a veinte metros del garaje de mi casa, convirtieron mis días en una pesadilla inmisericorde contra la que tuve que luchar para vencerla.
En un segundo mi existencia se convirtió, por acerbos equívocos, en ese infierno del que tuve que salir con bien por absoluto instinto de supervivencia. La vida cambia en momentos tan extremos y los límites se expanden.Se inició una persecución a doscientos kilómetros por hora en medio de las calles al no identificarse un coche de la Secreta que inició una brutal e inexplicable acoso después de apoyarme en el coche para evitar una caída fortuita de mi motocicleta al resbalar sobre una mancha oleaginosa. Una noche infernal que muchos de mis cobardes abusadores no pasarán en toda su puta vida. Un experiencia extrema así cambia a la gente, la refuerza con dureza aunque no dejé que por eso perdiera yo mi nobleza personal.
http://poderletras-ares.blogspot.com.es/2011/12/resena-la-afilada-navaja-de-ockham-i-y.html
https://laafiladanavajadeockham.wordpress.com/2010/04/11/critica-literaria-de-sergi-echaburu-soler-autor-y-editor/
Fue solo el inicio de un duro calvario.Vencí judicialmente-ante la sorpresa de los abogados que me avisaron de que no salir perjudicado era imposible- a cuatro policías que usaban sus principios de veracidad dolosamente para engañar a una juez, ocultar sus salvajes errores y buscarme una condena por otros delitos inventados. Sé lo que es tratar con alimañas y arrancarles de cuajo los colmillos.
Sé lo que es renacer de las cenizas y contemplar este mundo de tantas basuras reconocidas, sin otro mérito real que pisar sin castigo a su prójimo y aprovecharse de ello. No me impresiona la fama de los injustos sino la honradez de los sencillos.
He vivido, honrada, sensata y sanamente rasando lo radical, como si la existencia me procurara tremendos retos, y estoy forjado en la muy puta fragua del coraje. Sigo siendo buena persona pero sé distinguir a los corderos de los cabrones. No me dejo pisar y si me buscan, me encuentran. No tengo límite en la concepción de justicia verdadera que la existencia me ha inspirado con dureza. Es mejor que no me busquen porque encontrarme no será grato. Juego en otra división donde no creo que la justicia humana sea la verdadera.
He batallado en mi existencia más de lo que hayan hecho juntos esta comparsa de aprovechados sin conciencia. He pasado de todo como para encima tener que soportar a unos indeseables de vida fácil. Se han equivocado de víctima porque estoy harto de hienas y buitres, serpientes y escorpiones, sobrantes del mundo que solo sirven para joder la vida de los demás; estoy firmemente seguro de que a las alimañas se las ha de aplastar para que no inoculen ponzoña. Harto.
Métanse el intento de humillación por donde les quepa.
El trabajo se respeta, se paga y no se borra, miserables
Es mi legítimo derecho ser resarcido con disculpas por el trato inhumano que he recibido y compensado monetariamente por un trabajo de calidad entregado semanalmente, con absoluta puntualidad y demostrada aceptación pública, durante casi dos años. Lo sigo reivindicando porque lo uno y lo otro me pertenecen.
No busqué esta situación pero no pienso dejar que me humillen después de ser un superviviente ante muchas adversidades que he vencido en mi vida. Pueden meterse la humillación por donde más les plazca, indistintamente el género al que pertenezcan las gentuzas que lo han intentado.
Anson está más escondido que el no menos afamado Wally. Él debe de saber lo que quiero decirle. Mantener la mano escayolada es lo mejor que podía pasarme para aliviar el coraje y asentar las calmas. Otros no esperan cuando se hacen estas auténticas putadas.
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/el-imparciales-el-trabajo-se-respeta-y.html
En El Imparcial.es no se respeta el trabajo ajeno, a no ser que se pertenezca al tinglado bien montado entre elementos afines. No se paga porque es más fácil manipular y creen que les sale gratis con ese complejo de superioridad chulesco que se gastan los aprovechados y oportunistas. En este periódico además borran cualquier huella o referencia de quien ha estado aportando sus columnas, soportando una presión típica de mobbing, sin cobrar y además echado con una bajeza propia de individuos sin escrúpulos para mentir como Joaquin Vila.
En esta vida con tanto desalmado que pulula por el mundo hay muchos ejemplos que describen la guarrada de El Imparcial.es.:
-La niña que es violada por un pederasta y que la amenaza con matarla a ella y a sus padres si dice algo. Borra todas las huellas de su delito y vigila a la víctima para asegurarse de que no lo denuncia.
-Los asaltantes de una casa que coaccionan a una familia para que no se descubra el delito.
-El estafador que se sabe todas y amedranta a su víctima con amenazas de llevarla a juicio, por intentar defenderse haciendo públicas las suciedades del delincuente que supuestamente están protegidas por una ley de datos.
-El homicida que mata y limpia todo rastro para evitar que le culpen.
-La activista social que denuncia una injusticia y le mandan matones para que se calle etc.
En mi caso Vila mintió maliciosamente sobre las razones de prescindir de mis columnas.
La caradura del explotador y del abusador no tiene límites, siendo delincuentes o no. Porque se puede ser un criminal y pasar inadvertido ante la Ley. El mobbing es una práctica que acarrea muchos suicidios y los asesinos siguen viviendo como si nada hubiese pasado. Debería estar penada esta cobardía con severo juicio, algunos apostarían porque fuera capital. A saber cuántos asesinatos han perpetrado aparentes ciudadanos de bien.
Decir las cosas por su nombre es un derecho que nos asiste cuando indignadamente soportamos una injusticia. Eso es alternativa a atacar físicamente-hay quienes colman la paciencia y se lanzan de cacería- y legítimo. Pero una cosa es denostar y otra definir a quienes obran con insultante desprecio a la decencia y contra la moralidad elementales.
Si alguien explota con oportunismo, aprovechándose del trabajo ajeno sin pagar un euro estamos hablando de un aprovechado.
Si alguien miente demostrando que lo hace, su definición es la de un mentiroso.
Si alguien muestra un básico desprecio a las reglas de la honestidad se le llama deshonesto.
Las palabras acompañadas de un contexto son factores de entendimiento que describen una realidad. Tal y como lo hago dejando en evidencia estas actuaciones despreciables e injustificables contra mi labor y mi persona.
Si alguien no paga durante casi dos años y recibe un trabajo puntual del que se aprovecha y pretende echar al autor intentando humillarle y sin resarcirle de sus esfuerzos ni cumplir el compromiso de pagarle en un futuro, estamos hablando de una canallada ante el juicio simple de cualquier persona de bien.
Una canallada la provocan los canallas. Luego canallas es una acepción más que apróximada para definir a los autores de tanta guarrada. No hay ofensa sino exactitud y tino en la definición según las acciones. Estoy harto de tanta patulea de hipócritas que camina por el mundo dañando a gente inocente. Muy Harto.
lunes, 21 de diciembre de 2015
Luis María Anson y el 11-M
http://www.casadellibro.com/libro-la-afilada-navaja-de-ockham-ii-usar-el-sentido-comun-ante-la-evi-dencia-criminal/9788499910079/1831083
España es un país repleto de renombrados e insignes testigos que guardan silencio a conveniencia y se aseguran no tener problemas, evitando hablar públicamente más allá del límite que imponen las circunstancias socio políticas.
En el 2009 creé uno de mis doce libros publicados- escribir no es una afición, Vila-, en este caso sobre el 11-M, La afilada navaja de Ockham II, subtitulado Usar el sentido común ante la evidencia criminal, dedicado a las Víctimas de aquel dantesco día en que la conveniencia política sin escrúpulos se impuso a la dignidad de todo un país muy engañado. Me indigné sobremanera contemplando los tejemanejes de un zapaterismo que llevaba consigo la sombra de los atentados en los orígenes de su poder y el desarrollo de los posteriores acontecimientos.
Otros pasaron sin hacer ruido sobre la alfombra de la sospecha acrecentada que finalmente, gracias a la incidencia jurídica, enrollaron unos pocos para sacarla de la exigua habitación del absurdo de la versión oficial y de la consciencia de un país insensato y ciego. Y la vida continuó, coleccionado otro de esos extraños misterios sin resolver que cuajan el proceso democrático español. Este punto de inflexión al que asistimos con incertidumbre socio política no es casual. Las raíces más profundas devienen de aquel 11-M.
A Luis María Anson le placen la gloria y la fortuna que están supeditadas a su trabajo. Intimamente supeditadas aunque existan muchas lagunas o agujeros negros con los que no se ha enfrentado. ¿Acaso la honestidad a ultranza habría supuesto para mucha gente la pérdida de influencia y la carencia de oportunidades? En ocasiones el silencio enriquece más que el discurso acerca de la ética o el honor, aunque afecte la callada a la buena marcha de un país que ve peligrar su camino de integridad hacia vericuetos retorcidos que se denominan misterios sin resolver.
Si alguien sabe más que nadie sobre los secretos de nuestro devenir socio político durante décadas, es Luis María Anson. Hablar o callar es un juego de intereses muy común en España y quien sabe hablar cuando debe o callar cuando las circunstancias obligan, sabe que se premia la lealtad aunque no se mire muy bien de dónde proceda la dádiva. De Anson es notoria fama su carácter intrigante, en tanto ascendió socialmente siendo favorecido por influencias decisivas.
A mí me ha sorprendido que alguien como Anson, aparte de los hipócritas e ignorantes, diera por hecho en reciente artículo que los atentados del 11-M fueran obra del integrismo islámico, existiendo pruebas fehacientes, colosalmente evidentes de la rareza del proceso de investigación o la desaparición de pruebas como aquel reaparecido vagón de Santa Eugenia nuevamente esfumado para no volverse a saber de él. Acaso el cabo suelto del juez que mandó, contradiciendo la Ley de Enjuiciamiento criminal sobre la conservación de pruebas, destruir todos los trenes a los dos días de la matanza.
Alguien tan inquisitivo como Anson dio por buena la chapuza más que discutible y siguió su egregio crecimiento cultural. No sé si por convicción personal, pero dudo que alguien inteligente como él haya atinado tan poco en el veredicto habiendo tanto por averiguar y dudas que resolver.
Anson me sorprendió hasta que he conocido esa naturalidad para falsear las circunstancias, y ejercer autoridad para aceptar carencias morales en el comportamiento, como las que denuncio, de los responsables de El Imparcial.es contra mi trabajo y mi persona.
¿El detalle lleva a la evidencia de un balance?
Creo que después de tratar tanto tiempo con la supuesta flor y nata de nuestra sociedad, ahora comprendo bastante más el perfil de algunos prohombres. Son prestigiados por estar en todas partes y saber, para luego usar la información como si fuera un ajedrez de oportunidades personales. Si hay que mover ficha, se mueve, si hay que dar jaque se procede, pero siempre hay que procurar que la figura no le caiga a uno encima. Privilegios del saber y del disimular que no se sabe. Pero se juega, algunos sabrán si al precio de una conciencia de saldo. La de Anson será limpia pero en mi caso no parece que le afecte una injusticia, menor en comparación con otras más beneficiosas.
La nula credibilidad y el discurso vacío de Anson
Los cobardes dan una puñalada y salen corriendo. En el corporativismo que ejercen los miserables, asestan la puñalada y cierran toda posibilidad de comunicación para no dar explicaciones sobre lo inadmisible. Así actúan los indecentes, porque saben que sus acciones no se justifican sino por la caradura y la absoluta ausencia de vergüenza moral.
No digo que Anson sea cobarde ni indecente. Quizá ni sabe las consecuencias de este silencio que ejerce un hombre tan ocupado después de mostrar mínima sensibilidad en un asunto de tan preclara vergüenza para El Imparcial.es.
La única comunicación, afectuosísima, que recibí de Anson después de visitarle en su despacho, fue en un correo donde hipócritamente-a decir de muchos- decía tenerme en la más alta consideración y sentir mucho todo lo que denunciaba con mi carta sobre el acoso y derribo permanente mediante una maniobra muy sucia de algunos elementos de el periódico. Luego me pedía que asumiera la humillación y la expulsión basada en argumentaciones demostradamente falaces sin cobrar nada por mi trabajo posicionado en primeros lugares de buscadores de Internet.
presidente elimparcial.es <presidente@elimparcial.es>
- Para
- 'Ignacio Fernández Candela'
Cuerpo del mensaje
Querido Ignacio:
Recibo tu carta, que he leído con el mayor interés. Te tengo en la más alta consideración
y siento mucho lo que me dices. La labor sustancial del presidente de un periódico es respetar la
acción y los criterios del director. Tienes que hacer un esfuerzo y procurar
mantener la relación adecuada con Joaquín Vila.
Un fuerte abrazo,
Luis María Anson
Quizá esperaba que no me quejara y aceptara con una sonrisa los puñales maliciosos y oportunistas de Vila. No llamaré yo hipócrita a Luis María Anson, pero las obras simples de esta manera de actuar califican la intención. Representar así un periódico no es modo honesto, con explotación y abuso a conveniencia, de ganarse la vida.
¿Es El Imparcial.es, el periódico digital de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, el que con objetivos tan ambiciosos como la plataforma de El Espectador sus miembros desean convertirse en la reserva cultural y espiritual de Occidente? "Amos" anda. Apaga y vámonos.
¿Qué influencia o autoridad moral aspiran a representar quienes en sus asuntos de empresa permiten aberraciones así?
http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/ultima-carta-mandada-anson-sin.html
¿Qué credibilidad pueden tener aquellos que no muestran el menor atisbo de respeto por sí mismos ni humanidad, pretendiendo ser baluartes de la dignidad con sus consejos sobre la marcha y desarrollo de un país y el mundo? ¿Qué decencia hay en el porte insigne si bajo la corteza de la apariencia persiste la poco limpia naturaleza de las obras que pretenden ocultarse?
No hay veracidad en aquellos que esperan el aplauso en sus discursos, cuando sus actos son proclives a la repulsión por parte de los honrados y honestos que se escandalizan justificadamente con actitudes tan deleznables.
No se cambia el mundo con la palabra, por mucha verborrea honorífica que ornamente un currículum sobresaliente, sino con el ejemplo. Un ejemplo ausente en la comunicación de Luis María Anson, como en la obra que avergonzaría a cualquier persona de sana intención. Para él no hay trabajo que se respete ni que se pague. La respuesta al pedir respeto y compromiso es borrar toda referencia mía y de mis columnas en El Imparcial.es ¿Decente? Al día de hoy nada.
¿Será que este país no tiene solución por ese discurso interesado y vacuo de muchos farsantes que, hablando del bien común como excusa, se han ganado opíparamente la vida con arteras y egoístas mezquindades? Triste.
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