GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

lunes, 11 de abril de 2016

¿A quién engaña El Imparcial.es?


  Ciertamente, ser íntegro consiste en hacer lo correcto aunque nadie lo vea. Si se obra lo incorrecto a la vista del mundo, además de no ser íntegro, que es lo deseable,  inevitablemente se hace el gilipollas.

  La traición, esa puñalada trapera de Joaquín Vila con la aquiescencia de Anson, fue fulminante mientras el engaño de las peroratas sigue embaucando después de haberse demostrado una falta de ética con bajezas inexcusables. Será menos instantáneo pero más duradero el rastro de los malos actos por mucho que se disimulen.

 No existe precedente de un medio de comunicación como El Imparcial.es que haya ejercido una explotación intelectual de un colaborador al que además se le haya sometido a mobbing. Tampoco que en legítima defensa el perjudicado ponga en solfa, multitudinariamente pública, a los causantes de los injustificados daños. Algo que inspiraría la indignación de personas formalmente éticas. Pero España es un lugar de disimulo, egoísta y taimado, copado en puestos de responsabilidad por malas gentes acostumbradas a bregar con otras identidades igualmente falsas. Las garras se han multiplicado con el tiempo y estamos en manos de ellas.

  Es para dudar que todo sea honestidad en el mundo periodístico pero al menos se simula la falta de ética supliendo la carencia moral con la estrategia inteligente y la discreción. Por el contrario, Joaquín Vila es un consumado elefante en una cacharrería desde el aspecto personal y profesional. Quien actúa con chulería toda una existencia comete la imprudencia de no disimular la mezquina intención y termina dándose en las narices contra su propia soberbia.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/01/respuestaborracho-de-joaquin-vila-y-mi.html 

  Tratándose de periodismo al final los trapos sucios se conocen. De El Imparcial.es y el juego sucio de la explotación ya sabe todo profesional del ramo, periódico digital o televisión como radio. De eso se encarga la red social del siglo XXI a la par en oportunidades comunicativas de ámbito privado que un diario público provisto de inversión publicitaria. 

 Otra cuestión es que se silencien las injusticias en este país plagado de cretinos, aprovechados, diligentes demagogos y cobardes acomodados que solo ladran si hay oportunidad de hincar el colmillo y llevarse un pedazo de botín. 

  Punto aparte son los inavisados lectores como los imprudentes e ignorantes anunciantes que pagan por publicidad que ve mucha menos gente que lo que justificaría la inversión. El problema es que siempre hay incautos dispuestos a dejarse engañar o a hacer la vista gorda, cuestiones morales aparte.

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2016/03/carta-abierta-los-anunciantes-de-el.html  

  Siendo España el país de la mentira, el País de las Maravillas hecho a imagen y semejanza de hipócritas conveniencias como las que a Luis María Anson le place tanto,  esperar justicia o solidaridad de los silentes testigos es tanto como aguardar a que un elefante del zoológico, por pintarlo de rosa, vaya a emprender un vuelo sin alas estilo Dumbo. Vivimos en un país cínico donde prepondera la opinión del mediocre encumbrado por la hipocresía. En manadas se alaban los prebostes sociales que esconden la verdadera cara oscura que les convierte en triunfadores. Más vale que permanezca oculto el motivo de las victorias económicas y la fama de la honra, aunque solo sea una disfraz estético que no ético, para no repugnarnos de la realidad subyacente que encumbra a auténticos patanes y demonios perjudiales para cualquier sociedad en tanto no se les conozca de verdad.

  El Imparcial.es se nutre de trabajo ajeno, explota, parasita, se aprovecha de personas honradas y pretende aparentar la dignidad perdida con el complejo discurso de lo falaz incapaces de demostrar los responsables una sencilla muestra de honradez. ¿A quién engañan a estas alturas?

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/lo-que-el-imparciales-oculta-la-sociedad.html 

   Los primeros a los anunciantes que además de pasarse por el forro de los cojones cualquier principio con los que alardean de pulcritud mediante ornamentísticos e inservibles códigos éticos, anda ya,  ¿además son tan estultos de invertir los cuartos en un periódico que es evidencia de deshonestidad en lo público con carencia crítica de lectores?

  Porque de vergüenza es que este blog creado hace cuatro meses para denunciar el execrable parasitismo que importa un comino a las marcas anunciadas, esté posicionado por los buscadores de Google y rivalizando en visitas con un periódico digital, mediocre dicen muchos, fundado hace nueve años.

  Engañados son también los lectores que alimentan la detestable influencia del abuso laboral en la sociedad española, dando pábulo a la verborrea de explotadores que aparentan no saber nada de esta guarrada y continúan empozoñando con hipocresía el buen desempeño, el genuino, de una función periodística que debería ser, no es este el caso, mínimamente honorable. 

   A estas alturas pensar que hay honestidad en cuantos han hecho un alarde  vergonzoso de errática moralidad y nauseabunda falsedad personal y profesional, está solo a la altura de engañados lectores o cómodos consentidores de la injusticia generalizada que asuela este país que tan mal anda, colocando en los pedestales a personajes tan ingratos para lo honrado como dañinos en la influencia de sus vacía peroratas intructivas.

 Tal cual el lobo aconsejaría al rebaño de borregos para que siguiera invirtiendo en publicidad o a lectores para que continuaran creyendo que acuden al consejo sabio ¿de quienes han demostrado no poseer integridad ni inteligencia para no parecer auténticos imbéciles, capaces de un ridículo público tan evidente como sus parasitaciones laborales? País de charanga y pandereta reflejado en solemnes farsantes.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tan razonable es lo que dices y tan poco ético el comportamiento de los que a sabiendas cometen esta injusticia, que nos afecta al igual que si nos pasara a nosotros mismos.
Es de escándalo !