GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

jueves, 14 de enero de 2016

Las habituales faltas de ortografía en El Imparcial.es

                     (Arriba en negrita: "Pablo Iglesias "a" estallado..." sin "Hache").
Cuando Anson me incorporó como columnista aún ignoraba yo que su última etapa profesional se trataba de un periódico marginal, de mala muerte, con mucha apariencia pero nada de consistencia. Un nido donde reunir a catedráticos eméritos aprovechando la cantera de la Fundación Ortega-Marañón, para entretener a todo el parvulario de sesentones y octogenarios con el objetivo de instruirnos con mucha palabrería pero poco ejemplo dignificante. Y es que son como niños. Sabios de la vida que al parecer no han aprendido nada acerca del valor sobre lo que verdaderamente importa.

El Imparcial.es debía de convertirse en el panteón, en tiempo de descuento póstumo, de no pocos cadáveres de la intelectualidad aprovechando el tirón de la Universidad y la Fundación Ortega-Marañón. La unión hace la fuerza, pero la inversión iba escasa para el proyecto y la avidez por chupar del bote de las abundancias era poco disimulada.

Al frente del plan pusieron a un presidente Anson al que muchos consideraban en declive;  estaba obligado a teatralizar la honra de sus innúmeros premios paseandose en cochazo con chófer y acudiendo a todos los eventos posibles para vivir de las rentas de la dignidad que siempre han sido muy lucrativas.

Entonces no advertí que un periódico dirigido por Joaquín Vila y subdirigido por María Cano Escorría era mucho más chapucero que lo que la apariencia de intelectualidad y empaque profesional de Anson me daban a entender equívocamente.

En numerosas ocasiones advertía a la responsable de colaboraciones, Carmen de la Vega-la taimada experta en llevarme a la trampa, fingiendo todo tipo de amabilidades muy hipócritas- sobre las faltas de concordancia y errores gramaticales como ortográficos en cada edición del periódico digital

Me daba vergüenza ajena que se asociaran mis columnas con esas miserias culturales que contagiaba la mediocridad del director y la subdirectora.

Sirva la garrafal falta de ortografía que presento hoy para corroborar la ausencia de  profesionalidad en Joaquin Vila y María Cano Escorría, los responsables de que aparezcan estos errores que costarían un suspenso a cualquier bachiller en un exámen.

Comprendo que una descontenta y desconfiada plantilla pueda trabajar con alguna concentración. El ambiente tipo secta se palpa en la sede del diario digital. No todos van a adorar al dios de turno con absoluta entrega. Antes la pasta por delante y después ya veremos. De ahí el poco interés que se pone en trabajar.

Que un mediocre y previsible en el fondo y las formas como Vila me llame analfabeto, es un estupendo halago llegando de él. Además de adecentarse algo en el fondo personal con honestidad y suavizar la imagen física de sublimados ángulos faciales que le retratan el alma, también podría sentir algo de vergüenza por las faltas de ortografía que suele presentar El Imparcial.es.

Se trata de un periódico en precario estado de subsistencia que no lee nadie en comparación con la competencia-no veo yo columnas posicionadas en primeros lugares de buscadores como sucede con las mías-, aguantado por la publicidad a mansalva cuyos anunciantes no se percatan de la poca rentabilidad de la inversión; un espejismo sostenido  en el ínclito Anson y en la retahíla de firmas para mayor gloria de ilustres retirados y alguno más mamando de la teta ansoniana.

Las faltas de ortografía deberían de poner de patitas en la calle a una María Cano Escorría que ya debió presentar sus méritos para pasar de redactora jefe a subdirectora con una escritura meramente colegial. Joaquín Vila está fijo, pegado y lustrando traje al jefe; es el eficiente enchufado cuya "acción" y "criterio" son sagrados para Anson, así se obre con mezquindad y de manera miserable. 

Digo yo que sabrá Anson cuál es el valor de una reputación por toda una vida, para culminarla de manera tan dudosa en poco tiempo. 

¿Tampoco le sonrojan las faltas de ortografía siendo académico de la Lengua? Antes me avergonzaría de las faltas morales...

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/el-ejemplo-imposible-de-anson-sobre-la.html 


1 comentario:

Unknown dijo...

Sí es verdad que avisabas cuando cometían erratas o algunos errores, enseguida lo indicabas.
¡Qué mal se han portado contigo!
Mirando como mirabas por la buena imagen del periódico...