GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

viernes, 11 de diciembre de 2015

Envidia muy guarra, la verdadera razón para echarme (Pruebas)


  
¿Por qué será que Joaquin Vila y María Cano nos parecen seres de espíritu poco claro? ¿Por la cara que es el espejo del alma, o por sus actos que compendian esa identidad que retuerce el día día según van transcurriendo sus vidas? Soy intuitivo y no se me escapa el carácter irregular, tan solo observando las miradas de la gente.

No me pasa inadvertido que la recién ascendida redactora jefe de El Imparcial.es a subdirectora trajo consigo muchos cambios con propias reglas de juego, presuntamente no muy limpias. Atiborró de publicidad el periódico contentando a los jefes-ralentizando el servidor-y siguió una política de méritos con ciertas capacidades propias, digamos, de la escalada.

Como he dicho, toda mi vida me he encontrado mediocres que han procurado obstaculizar el trabajo que desarrollaba honradamente. Atraigo los majaderos en todo ámbito con suma facilidad. Me ven una amenaza cuando solo pretendo vivir honestamente y ayudando a mis semejantes en lo que humildemente pueda.

Me ha pasado con lo literario, lo pictórico, siempre con la puta aparición de algunos ventajistas con la conciencia retorcida. Dicho esto con humildad pero con indignada objetividad.

 He aquí una nueva captura de pantalla donde mi columna "El único Pablo Iglesias", sigue liderando hoy viernes, 11 de Diciembre, todo lo escrito sobre Pablo Iglesias en El Imparcial, incluidas las noticias. Si el artículo de Anson, "Pablo Iglesias acierta al renunciar a la dádiva" obtuvo más de 1 millón de lectores, ¿cuántos ha tenido mi artículo estando el de Anson debajo? Todo entre casi medio millón de búsquedas. Y es solo lo referente a esta columna estando las demás muy posicionadas también.

Cuando borraron los Me gusta y lo cambiaron por el dedito de "¿le ha parecido interesante esta noticia?", al principio la gente quedó desorientada pero al poco empezó a pulsar al pulgar obteniendo más de 40 en cada columna cuando, oh,  el resto no cosechaba apenas ninguna valoración. Mala es siempre la envidia de los facinerosos.

La realidad es que se me ha expulsado de forma guarrísima porque era el más leído y hacía sombra al resto. A las pruebas, no manipuladas, me remito. Aterricé en un lodazal de insanas intenciones. No fue mi culpa.

Estos indescriptibles dechados de virtud honrosa de El Imparcial.es, han borrado todas mis columnas porque es el modo, al estilo criminal, en que se ejecuta la desaparición de pruebas. Hay que ser arteramente mezquinos y de inefable comportamiento-muchos de mis allegados se han quedado sin palabras con tan indescriptibles formas de maldad-, como van demostrando cuanto más se dan a conocer.

Lo cierto es que meses antes esos borrados ya se habían practicado contra miles de Me Gusta de Facebook que conjuntaban mis columnas. En una primera ocasión parece que debido a un fallo técnico, pero en la segunda fue deliberadamente, con absoluto menosprecio a la actividad que yo desempeñaba con la mejor intención y limpiamente. Esa segunda vez de los borrados de valoraciones en Me Gusta y aprobaciones de Twitter se hizo con la intención de que el resto no quedara en vergonzante evidencia , por lo visto. Curiosamente con la llegada de la redactora jefe a la subdirección, se inició el mobbing con sutiles gestos como ponerme el último en la posición de los articulistas de manera indefinida semana tras semana.

Esa aplicación de acoso y desprecio fue notoriamente incrementada hasta que se me dijo que por reajustes del hombre con cara de comic-así lo ha denominado una sobrinita mía- debía enviar una columna cada 15 días. Un reajuste despreciativo que solo me afectaba a mí. Por entonces las guarradas ya habían sido muchas y también sabía de dónde provenían por aquello de que la cara es el espejo del alma y al hipócrita se le columbra con solo que asome su nariz. Narices que conocí en persona durante la presentación del proyecto de Anson, El Espectador.

La verdadera razón de que me echen de El Imparcial.es después de someterme a un repugnante mobbing, estriba en que mientras el resto de los columnistas, incluidos el director de cara de comic y la otra, la subdirectora, no conjuntaban un Me gusta de Facebook, o referencias de Twitter, mis columnas arrasaban en las redes sociales además de posicionarse en los primeros lugares de buscadores como Google.

Pongo las imágenes como pruebas que refutan la mísera falacia esgrimida por el director. Si solo hubiera dicho que no se me leía, me habría quedado con la duda aun  estando posicionado en primeras posiciones por Internet muchas de mis columnas. Pero decir de mi trabajo que era de escasísima calidad fue como si hubiese escuchado claramente el gruñido de algo que se revolvía en un barrizal. El tufo a porqueriza se me hizo muy patente.

Es la envidia del mediocre y el juego sucio de los guarros que trepan pisando a los demás, lo que ha repercutido en mi relación con El Imparcial.es donde quedaban en evidencia los consabidos artículos de algunos escribidores sin interés. Esa es la realidad.

 Por eso borraron miles de Me gusta sin previo aviso demostrando una capacidad de ser guarros-guarro es quien hace guarradas- en todas las ocasiones en que me presionaron hasta expulsarme. 


La columna Maltrato masculino, maltrato femenino, llegó a cosechar 484 Me gusta antes de ser borrados nada más llegar la tal Cano a la subdirección después de ser una recelosa redactora jefe, intuyo. Aquí muestro cuando había 278. Cada columna contenía cientos de Me gusta y twiteos. 

La redacción de esta Ezcurra es básica y meramente escolar. No me extrañaría pues que haya manejado los hilos en la sombra, aunque a mí no me engaña su cara paradigmática que representa sencillamente lo que es. Opinión detallada que me guardo por no manchar demasiado el contenido de esta entrada.

El significado en la RAE de guarrada es "mala pasada", o juego sucio. Estoy harto de cerdadas y cerdos en mi vida. Antes lo tomaba con resignación pero ahora espero que la vida les borre de un plumazo y con adversidades lo que tengan, solo para equilibrar la balanza de la malignidad de tantos cínicos que por donde van arrasan la vida de gente honesta; miles de personas  que llevan muy cuesta arriba ganarse la existencia honestamente con tan indeseables tramposos.

La gentuza que pisa sin justificación la vida del prójimo ha de pasar por muchas y sorpresivas desgracias, llantos purificadores con el fin de enderezar una existencia frívola, ponzoñosa, vacía e hipócrita.

Muchos malnacidos que recogerán sus malas siembras. Es lo que llevo observando con el desfile de esa piara a la que tarde o temprano le llega su San Martín. Consuelo de los justos.

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