GUARRADA

guarrada. (De guarro1). 1. f. Porquería, suciedad, inmundicia. 2. f. Acción sucia e indecente. 3. f. coloq. Mala pasada. Real Academia Española

lunes, 21 de diciembre de 2015

La nula credibilidad y el discurso vacío de Anson


Los cobardes dan una puñalada y salen corriendo. En el corporativismo que ejercen los miserables, asestan la puñalada y cierran toda posibilidad de comunicación para no dar explicaciones sobre lo inadmisible. Así actúan los indecentes, porque saben que sus acciones no se justifican sino por la caradura y la absoluta ausencia de vergüenza moral.

No digo que Anson sea cobarde ni indecente. Quizá ni sabe las consecuencias de este silencio que ejerce un hombre tan ocupado después de mostrar mínima sensibilidad en un asunto de tan preclara vergüenza para El Imparcial.es.

La única comunicación, afectuosísima,  que recibí de Anson después de visitarle en su despacho, fue en un correo donde hipócritamente-a decir de muchos- decía tenerme en la más alta consideración y sentir mucho todo lo que denunciaba con mi carta sobre el acoso y derribo permanente mediante una maniobra muy sucia de algunos elementos de el periódico. Luego me pedía que asumiera la humillación y la expulsión basada en argumentaciones demostradamente falaces sin cobrar nada por mi trabajo posicionado en primeros lugares de buscadores de Internet.

presidente elimparcial.es <presidente@elimparcial.es>   


Cuerpo del mensaje


Quizá esperaba que no me quejara y aceptara con una sonrisa los puñales maliciosos y oportunistas de Vila. No llamaré yo hipócrita a Luis María Anson, pero las obras simples de esta  manera de actuar califican la intención. Representar así un periódico no es modo honesto, con explotación y abuso a conveniencia, de ganarse la vida.



¿Es El Imparcial.es, el periódico digital de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, el que con objetivos tan ambiciosos como la plataforma de El Espectador sus miembros desean convertirse en la reserva cultural y espiritual de Occidente? "Amos" anda. Apaga y vámonos.

¿Qué influencia o autoridad moral aspiran a representar quienes en sus asuntos de empresa permiten aberraciones así? 

http://guarradaelimparcial.blogspot.com.es/2015/12/ultima-carta-mandada-anson-sin.html 

¿Qué credibilidad pueden tener aquellos que no muestran el menor atisbo de respeto por sí mismos ni humanidad, pretendiendo ser baluartes de la dignidad con sus consejos sobre la marcha y desarrollo de un país y el mundo? ¿Qué decencia hay en el porte insigne si bajo la corteza de la apariencia persiste la poco limpia naturaleza de las obras que pretenden ocultarse?

No hay veracidad en aquellos que esperan el aplauso en sus discursos, cuando sus actos son proclives a la repulsión por parte de los honrados y honestos que se escandalizan justificadamente con actitudes tan deleznables.

No se cambia el mundo con la palabra,  por mucha verborrea honorífica que ornamente un currículum sobresaliente, sino con el ejemplo. Un ejemplo ausente en la comunicación de Luis María Anson, como en la obra que avergonzaría a cualquier persona de sana intención. Para él no hay trabajo que se respete ni que se pague. La respuesta al pedir respeto y compromiso es borrar toda referencia mía y de mis columnas en El Imparcial.es ¿Decente? Al día de hoy nada.

¿Será que este país no tiene solución por ese discurso interesado y vacuo de muchos farsantes que, hablando del bien común como excusa, se han ganado opíparamente la vida con arteras y egoístas mezquindades?  Triste.

1 comentario:

Unknown dijo...

Si, muy triste que no se comuniquen contigo después de todo lo ocurrido. Allá ellos con sus conciencias. En verdad, no entiendo cómo pueden.